La nueva serie de Álex de la Iglesia que se encuentra en el podio de las más vistas en Netflix

Disponible desde el 13 de diciembre, la nueva serie de Álex de la Iglesia para Netflix, 1992, nos transporta a la Sevilla de la Exposición Universal para sumergirnos en una trama de misterio, conspiraciones y un macabro ritual protagonizado por Curro, la icónica mascota de la Expo.

La Expo como telón de fondo y Curro como emblema del mal

Ambientada en la Sevilla actual pero con constantes flashbacks a 1992, la serie arranca con la muerte sospechosa del esposo de Amparo (interpretada por la ganadora del Goya, Marian Álvarez), quien decide investigar con la ayuda de Richi (Fernando Valdivieso), un ex policía alcohólico. Pronto descubren que la muerte de su marido Álvaro no es un caso aislado, sino parte de una serie de asesinatos perpetrados por un villano cuya arma es un lanzallamas. Junto a cada cadáver, el asesino deja una figura de Curro (la mascota emblema de la Expo Sevilla de 1992), transformando al simpático pájaro en un símbolo de horror.

La Expo del ‘92, escenario de misterios y asesinatos en 1992. (Crédito: Netflix)

Un asesino memorable que redefine el slasher español

A pesar de sus fallos técnicos y narrativos, 1992 se redime gracias a su antagonista. Con el cuerpo completamente quemado, un traje verde a rayas que oculta su rostro y una obsesión patológica por Curro, este villano se convierte en el eje de la serie. Cada aparición suya convierte los episodios en un festival de tensión y horror al más puro estilo noventero. Es este toque distintivo de De la Iglesia lo que eleva a 1992 por encima de otros thrillers españoles recientes.

La trama de 1992 también se nutre de teorías conspirativas basadas en eventos reales de la Expo. La serie no solo explora los asesinatos, sino también las relaciones de poder y corrupción entre altos cargos del Estado. Aunque estos elementos no están completamente desarrollados, aportan una capa adicional de intriga que mantiene al espectador enganchado.

Curro, la icónica mascota, ahora un símbolo del mal. (Crédito: Netflix)

Reparto y colaboraciones: El sello distintivo de De la Iglesia

En su regreso a las series tras 30 monedas (que puedes ver en Max), De la Iglesia vuelve a trabajar con Jorge Guerricaechevarría, aunque el guion está a cargo de Pablo Tébar y Jorge Valdano Sáenz. El elenco incluye a Paz Vega como una policía sevillana que ayuda en la investigación, así como a Gorka Lasaosa, Mona Martínez y Mario Mayo. Cada uno aporta matices que enriquecen la narrativa, aunque algunos personajes secundarios quedan desdibujados.

Curro: De ícono de la Expo ‘92 a símbolo del mal

Curro fue la mascota oficial de la Exposición Universal de Sevilla de 1992 (Expo ‘92), un evento internacional que celebró el 500º aniversario del descubrimiento de América. Curro es un personaje colorido y simpático con forma de pájaro. Su diseño, creado por el alemán Heinz Edelmann (también conocido por su trabajo en la película animada Yellow Submarine), se caracteriza por un cuerpo blanco, patas largas y un pico multicolor en forma de arcoíris que le daba un aspecto único y alegre.

1992 explora los secretos más oscuros de una ciudad en plena transformación. (Crédito: Netflix)

Curro se convirtió en un símbolo de la Expo ‘92, que tuvo lugar en la Isla de la Cartuja en Sevilla y atrajo a millones de visitantes de todo el mundo. Su diseño fue ampliamente utilizado en souvenirs, publicidad y merchandising, y todavía es recordado con cariño en España como un ícono de los años 90.

En el contexto de la serie 1992 de Álex de la Iglesia, esta mascota se transforma en un inquietante símbolo del mal, reinterpretada como parte de una trama de misterio y asesinatos. Este giro macabro convierte al entrañable personaje en un villano, explotando la nostalgia y la familiaridad que muchos tienen con Curro.

La serie lidera el top ten de Netflix a días de su estreno. (Crédito: Netflix)

Con solo seis episodios de 50 minutos cada uno, 1992 es una mini serie ideal para un fin de semana. Si bien no alcanza el nivel de las grandes producciones de De la Iglesia, su propuesta visual y la figura del villano hacen que valga la pena. Es una obra que, a pesar de sus imperfecciones, destaca en el panorama de la ficción española.