Cristian Sánchez Prette tiene 39 años y juega actualmente en El Porvenir. En el pasado formó parte del plantel de Estudiantes de La Plata, que se coronó campeón de la Copa Libertadores en 2009 y, antes, contribuyó para el ascenso de Huracán a la Primera División. Criado futbolísticamente en el club de Parque de los Patricios, el mediocampista, con una gran cuota de talento en sus pies, decidió incursionar en una actividad fuera de lo habitual para el mundo del fútbol: el tarot.
Con una gran experiencia en el lomo, Sánchez Prette habló sin filtros con LA NACION y lanzó una fuerte autocrítica hacia sus colegas, con quienes convive en el día a día. También, adelantó cómo encararía a un plantel cuando se convierta en entrenador.
“El jugador de fútbol te cree desde el saber, pero si palpa que no sabés no importa que tengas 20 años como jugador de Primera División. En cinco minutos un técnico se gana al grupo o lo perdió definitivamente”, relató Sánchez Prette, que participó en la gesta continental del Pincha con Juan Sebastián Verón y Alejandro Sabella como banderas.
Conocedor de cada maña y artilugio que utilizan los jugadores del ascenso para “ganarse el mango”, el mediocampista no miró hacia otro lado ante las numerosas dificultades que atraviesan sus compañeros en el fútbol del ascenso. “Es imposible vivir del fútbol en el ascenso. La plata que te dan te la gastás en viáticos. La mayoría de los clubes pagan el mínimo que son 200 mil pesos”, sostuvo, sin titubear.
Y profundizó: “Para que te des una idea, un par de botines nuevos, de una calidad medio pelo, te cuestan un sueldo prácticamente. A eso le tenés que sumar después la nafta y, en caso de no tener auto, incrementa el monto por lo caro que está el transporte público”.
Con un gran bagaje en el fútbol doméstico, Sánchez Prette recorrió varios clubes de Primera División como del Ascenso. Conoció la gloria y también el barro de estar en el fútbol de El Salvador, lejos de su familia, inmerso en cuadro depresivo por ver a su hijo por videollamada en el día de su cumpleaños. Hoy por hoy, en El Porvenir, club que milita en la Primera C, el protagonista de esta historia admitió que se encuentra disfrutando de un presente que se entremezcla con su lado B, vinculado al esoterismo.
El camino espiritual que emprendió en paralelo al fútbol
La curiosidad por lo paranormal y el mundo espiritual conectaron a Cristian Sánchez Prette a otra dimensión. Junto a su esposa Romina abrieron un centro holístico donde reciben a muchas personas que buscan una respuesta a sus problemas.
“Siempre sentí curiosidad por lo paranormal y el mundo espiritual. Cuando conocí a mi mujer me enteré de que le gustaba tirar las cartas y a partir de ahí coincidimos en esta pasión por el mundo esotérico. En el centro que tenemos hoy en día preparamos a terapeutas, astrólogos y damos clases de terapias alternativas”, expresó el exjugador de Newell’s, Argentinos Juniors, entre otros.
Sin dar nombres, Sánchez Prette aseguró que muchos futbolistas de la Primera División visitaron su centro holístico en busca de respuestas a sus problemas y explicó en qué consiste su método. “Nosotros lo que hacemos es una lectura de tarot porque cada carta tiene un mensaje y estas no mienten nunca. El tarotista tiene que saber interpretar cada mensaje para después explicarle al paciente. Además de la tirada también hacemos la parte astrológica y numerología”, sintetizó el futbolista que se adentró en esta rama del espiritualismo, que le permite vivir de eso y “no sufrir las penurias” económicas del fútbol.
Con la sapiencia adquirida por el tiempo en esta temática, Sánchez Prette se adentró en el rubro y aclaró que el tarot fue importantísimo para encaminarlo en su etapa como futbolista.
“Cada tarotista tiene su estilo propio. A mí me gusta la tirada astrológica o la Cruz Celta. En la astrológica son 12 cartas que cada una tiene un mensaje específico; la otra es más dinámica y va de acuerdo con tu carta natal. A mí me ayudó mucho la astrología como una herramienta de autoconocimiento y así poder moldear mi carácter adentro de la cancha”, relató.
A su vez, el deportista indicó que dentro del rubro existe “mucho chanta” que puede ser muy dañino con las personas que entregan su confianza en el tarotista. “La gente viene a ser escuchada, hay pacientes que vienen a desahogarse y uno se convierte en un psicólogo espiritual”, remarcó.
La vida de Cristian Sánchez Prette es tan vertiginosa como su carrera en sí. A la mañana viaja desde Quilmes a Gerli para entrenar con El Porvenir y a la tarde empieza a preparar el consultorio para atender a sus pacientes. A la noche también se dedica a dar entrenamientos especializados para deportistas que buscan el sueño de jugar en un deporte donde él brilla y hoy lo mira desde otra perspectiva.