
Indian Wells, el torneo en el desierto californiano, modificó la superficie sobre la que se disputa uno de los certámenes joint (varones y mujeres) más importantes del calendario profesional, lo que provocó una catarata de comentarios dispares. Entre quienes aman este cambio, los que se quejan por su velocidad y los que no perciben la modificación, se juega Indian Wells.
Los organizadores del torneo decidieron dejar atrás la superficie lenta de Plexipave, para uniformar criterios de velocidad con sus vecinos en el calendario y evitar las críticas comunes de los jugadores, acerca de las diferencias de piques y velocidad de las canchas, como así también las quejas por las pelotitas.
Y el primero en levantar la voz por esta modificación fue Carlos Alcaraz, quien dijo encontrar la superficie de la cancha más rápida y afirmó que es algo que él no llega a entender, porque “hace 25 años que teniendo la misma superficie la cambian ahora”. “No sé porqué lo han hecho”, cuestionó. El español pareció no estar conforme con esta modificación, pero igual señaló que tiene que entrenar para adaptarse, si bien considera que lo puede hacer a cualquier superficie. “Considero que puedo jugar un gran tenis, aunque la cancha sea rápida. Lo único que puedo decir respecto al cambio es que no entendí cuando lo vi”, agregó.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre las superficies que causa tantos comentarios? Las canchas construidas en base a Plexipave, empresa con origen en Nueva Zelanda, generan una superficie acrílica que es utilizada en el Grand Slam australiano desde 2008.
Certificadas por la Federación Internacional de Tenis (ITF), esta pista se construye sobre una superficie base de hormigón o asfalto, a la que se le aplican dos capas de slurry acrílico y, sobre éstas, un acabado de cuatro capas de la pintura acrílica (100% látex acrílico), a la que luego se le marcan las líneas que delimitan la cancha de juego.
En el caso de Indian Wells, se utilizaba la Plexipave IW – ITF Categoría 1, de ritmo lento, lo que le daba como característica una superficie más pausada, que compensaba los efectos climatológicos y de altitud o, simplemente, reducía la velocidad a un poco por encima al del polvo de ladrillo.
Por el contrario, la construcción o acabado de las canchas con la fórmula Laykold, le da otra dimensión de rapidez al torneo. Tal vez sea por esta razón el cambio o acompañe el origen de esta empresa estadounidense, con base en Pensylvania. Esta es una marca de canchas duras que puede construirse con o sin una capa de amortiguación.
Lo cierto es que la aplicación es similar, aunque la que se utiliza ahora, consta de varias y diferentes capas de distintos materiales sobre la base de hormigón o asfalto. La primera de ellas es un gel que es cubierto posteriormente por caucho, sílice y el acabado de resina acrílica, al que se termina demarcando la cancha.
En cuanto a las diferencias de características entre las dos superficies en cuestión, hay que enfocarse en un aspecto muy técnico como el CPI (Court Pace Index). Se trata del índice de ritmo de la cancha, que se calcula a partir del coeficiente de fricción (fuerzas que presionan la pelota y la cancha juntas) y el coeficiente de restitución (cuánto se comprime la pelota en el impacto). Para simplificar, mide la velocidad de la pelota justo antes del impacto con la superficie y la velocidad a la que la abandona.
Hasta 2024, en Indian Wells se utilizaban canchas con un PCI 30, pero el año pasado lo elevaron un 20 por ciento, llevándolo a 36, siempre con Plexipave. Con el nuevo producto, si bien el pique será más bajo que en años anteriores, la velocidad aumentará, al parecer, en otro 10% o algo más.
El primero de los torneos grandes en adoptarlas fue el Miami Open, certamen que se juega a continuación de Indian Wells, en 1984. Tuvieron que pasar muchos años para que la USTA (federación de Estados Unidos) decidiera utilizarla, también, a partir de 2020.
De esta manera, tres de los cuatro certámenes más importantes en los Estados Unidos (queda Cincinnati) uniformaron criterios en cuanto a la superficie sobre la que se disputan sus torneos.
Sin embargo, los cambios siempre traen sus controversias entre los jugadores, aunque para algunos de ellos, como Francisco Cerúndolo, parecen no encontrarle mayores diferencias con las de las temporadas anteriores.
Los más beneficiados con estas modificaciones serán los jugadores estadounidenses, por sus características de juego, algo que comparten con otros como el italiano Jannik Sinner y el ruso Daniil Medvedev, a pesar de que éste dijera: “No sé qué piensan los demás, pero yo las noto más lentas que antes”.
También podría incluirse entre los favorecidos a los nuevos bombarderos, como Joao Fonseca (Brasil) y Learner Tien (EEUU). Mientras que los que podrían resultar perjudicados podrían ser los tenistas que sacan mejores resultados en canchas de polvo de ladrillo. Excluido de estos comentarios está Novak Djokovic, demás está hablar acerca de su adaptabilidad a cualquier superficie.
Por un camino similar al de Cerúndolo, para el alemán Alexander Zverev nada ha cambiado. “¿Es cierto que hay una nueva superficie?”, se preguntó, para agregar que las canchas “lucen igual que siempre”.
Entre las mujeres tampoco hay paridad de criterio. Iga Swiatek (Polonia), una de las voces autorizadas del circuito ponía dudas sobre la controversia: “Sinceramente, no siento mucha diferencia. De todos modos, venimos aquí después de un año, después de un año de jugar en superficies diferentes. Todos dicen que es un poco distinta, pero no sé si en realidad está en nuestro interior porque todo el mundo habla de ello”.
Mientras que la número uno del mundo exclamaba que ama “estas canchas”. “Son un poco más rápidas, lo cual es bueno para mí. Pero se siente bien hasta ahora. Te lo contaré más tarde, después de mi primer partido. Espero que me siga gustando”, concluyó.
Por su parte, la kazaja Elena Rybakina dijo que le parecía que “no es mucho más rápida que años anteriores, pero diría que tal vez el rebote es un poco más bajo. Pero la cancha sigue estando bien”.
Comenzó uno de los torneos grandes de la temporada con un cambio que dio para la controversia, pero que no encontró unanimidad de criterio. A jugar, empezó Indian Wells.