Incansable, con una agenda social y de trabajo intensa. El día anterior había ido a un desfile y un día antes había tomado el té con sus amigos, y por nada del mundo se iba a perder la gran noche de los Martín Fierro. ¡Si tiene asistencia perfecta…! El lunes 9, a sus 97 espléndidos años, Mirtha Legrand brilló una vez más en la 52a edición de los premios de la televisión en el hotel Hilton de Puerto Madero (con la conducción de Santiago del Moro). Hizo su entrada triunfal de la mano de Héctor Vidal Rivas, su histórico asesor de imagen, cinco minutos antes de que arrancara la transmisión de Telefe.
Para Mirtha, los preparativos habían empezado a las 18.30, cuando se reunió en su piso de Libertador con su equipo de confianza para verse divina: además de Vidal, estaban Gladys Andrade, que la peinó, Leo Cosenza, que la maquilló, y su asistente Elvira Guara. El vestido que lució fue una decisión acertadísima que tomó ella a último momento: tenía listos dos diseños de Claudio Cosano, pero antes de partir se inclinó por el traje en tono celeste agua y bordado con hilos de seda, cristales y flores de organza.
A las 20.25, Chiquita bajó y aceptó posar en exclusiva para ¡HOLA! Argentina. “No estoy nada cansada, tengo muchas ganas de ir a los Martín Fierro”, dijo antes de subir al auto que conducía su chofer, Marcelo. Una vez en el salón Pacífico, se sentó en la mesa número dos con su nieta, Juana Viale, a quien encontró directamente allí, con Gino Bogani, su ex yerno Ignacio Viale del Carril y su histórico team de producción. Y enseguida, su presencia desató una suerte de Chiquimanía entre los setecientos invitados: todos querían saludarla, pedirle una selfie o sacarle una declaración. Tanto es así que la gente de seguridad estaba atenta para que no la abrumaran.
Con el correr de las horas, llegó el momento de subir al escenario, cuando su programa, La noche de Mirtha (El Trece), ganó como Mejor Programa de Interés General. De esta manera, Chiquita levantó su Martín Fierro número 27, una colección que incluye las figuritas difíciles: el de Oro, el de Platino y el de Brillantes.
Del brazo de su adorada Juanita, le habló al público directo a los ojos y abrió su corazón: “Qué emoción, Dios mío. Anoche no pude dormir. Estaba en la cama y decía: ‘Tengo que subir la escalera, me voy a tropezar. Me voy a pisar el vestido…’. Todo negativo. Y fue todo positivo. Muchas gracias por los aplausos”, arrancó Mirtha. Y siguió: “Cada año pienso: ‘Es el último’, y sigo viniendo, y sigo estando aquí. No sé quién me decía: ‘¿Por qué trabaja?’. Porque me hace bien, porque me gusta, porque me da placer, me gusta mi trabajo. Hoy en día, me gusta más que nunca, digo todo lo que pienso, soy más auténtica que nunca”.
Tras una larga ovación, le agradeció a su nieto Nacho Viale (que está de viaje), que es su productor, a todos los invitados que pasaron por su icónica mesa, y concluyó: “Siempre pienso: ‘Dios mío, ¿hasta cuándo estaré aquí?’. Soy una mujer muy mayor. Y, sin embargo, el entusiasmo nunca se me va. Mientras tenga salud, aquí estaré con ustedes, siempre. Muchas gracias”.
LOVE IS IN THE AIR
Las grandes historias de amor también dijeron presente en la gran noche de la televisión argentina. Juntos desde hace treinta y cuatro años, Luis Luque y Silvia Kutika celebraron con un besazo la victoria de la artista en la categoría Mejor Actriz de Reparto por su papel en la segunda temporada de Argentina: tierra de amor y venganza. Kutika le dijo desde el escenario: “Esto se lo dedico a mi compañero de la vida, mi hermoso Pipo, ¡vamos todavía”.
La periodista Josefina “China” Ansa también le dijo públicamente palabras amorosas a su pareja, Diego Mendoza, cuando ganó la terna “Revelación” por su rol en el programa Escape perfecto. “Este premio hoy es a mi hija India. Ella es fruto del amor más sano, más fiel, más incondicional que tengo con Diego, mi futuro marido. Soy lo que soy gracias a él, que me potencia cada día. Es mi cimiento más firme, saca lo mejor de mí. Gracias, Diego”. El ex futbolista, emocionado, no pudo contener las lágrimas.
Otra dupla que causó sensación fue la de Boy Olmi y Carola Reyna. Originales en sus looks, divertidos y descontracturados, aprovecharon su paso por el set de ¡HOLA! Argentina para tomarse una serie de selfies como recuerdo de una noche única.
DEBUTANTES EN LA ALFOMBRA AZUL
Indiana y Allegra Cubero, las hijas mayores de Nicole Neumann, encabezaron la lista de herederos que participaron por primera vez de la fiesta. Mientras la mayor llevó un vestido lencero que le pidió prestado a su mamá, la segunda optó por un diseño de Laurencio Adot. Más tarde, en su paso por el set de ¡HOLA! Argentina, las chicas posaron con soltura, contaron que estaban muy divertidas, que habían comido muy rico y que su hermano Cruz (fruto del matrimonio de Nicole con Manu Urcera), que dormía plácidamente en una habitación varios pisos más arriba, “es un santo”.
Otra que hechizó la blue carpet fue Guillermina, la hija mayor de Abel Pintos. Enfundada en un diseño con escote asimétrico de Camila Romano, no se despegó de su papá. “Me encantó que me pidiera que lo acompañara. ¿Si yo canto? ¡No, para nada!”, reconoció divertida ante la mirada orgullosa del cantante.
A pocos metros estaba Valentín Giordano, uno de los nietos de Cris Morena (e hijo de la recordada Romina Yan), que no se separó de su abuela, se sentó a la mesa con ella, la acompañó en su paso por los sets de prensa y… levantó suspiros, incluso en las redes sociales, que no pararon de elogiarlo. Aunque tiene perfil bajo, se animó a contarle a ¡HOLA! que está corriendo carreras en la categoría kartings, algo que le apasiona, y que sueña con convertirse en piloto profesional.
Por último, Tonio Santilli, el hijo menor de Nancy Pazos, acompañó a su mamá por primera vez y quiso fotografiarse con su estrella más admirada: Mirtha Legrand
En cuanto al menú tan ponderado, después de un primer paso que representaba un mapa culinario de la Argentina con bocados de humita, tomaticán, empanada y tartar de trucha, le siguieron tres platos contundentes: zócalo de garbanzos especiado con jamón crudo y mascarpone, lomo con zanahorias asadas y mijo, roll de papas y salsa de mostaza, y cremoso de limón con confitura de frambuesas, crema de lima, crocante de chocolate blanco y almendras, el toque dulce que se llevó grandes aplausos.
LA EMOCIÓN, SIEMPRE PRESENTE
Abel Pintos y Nahuel Pennisi fueron los encargados del segmento In Memoriam, el homenaje que la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra) hace cada año a quienes “se fueron de gira”. Cantaron “No me olvides”, mientras detrás de ellos pasaban fotos y videos de artistas tan queridos como Selva Alemán (“Soy una mujer grande que ha vivido una vida espléndida, profunda, con mucho amor”, decía la actriz), Tina Serrano, Pepe Soriano, Héctor Bidonde, Silvina Luna, Claudio Rissi y Camila Perissé, entre tantos otros cuyo recuerdo logró que a más de uno se le piantara un lagrimón.
El 30 fue un número clave para Cris Morena y para Adrián Suar. En el caso de la creadora de Chiquititas, recibió un homenaje por sus 30 años de carrera. Santiago del Moro, conductor de la velada, le anunció que le tenía una sorpresa antes de que subiera a recibir su estatuilla: su hijo, Tomás Yankelevich, que vive en Miami con su mujer, Sofía Reca, y sus dos hijos, apareció sobre el escenario: “Hola, mamita. No te la esperabas, ¿no? El amor todo lo puede y aquí estoy. Acompañarte en un momento tan especial es un privilegio y no me lo podía perder”. Tras fundirse en un abrazo, Cris contó que si bien ya tiene catorce Martín Fierro, “este es muy especial porque honra mi historia como artista, como creadora, como ser humano, al servicio de la creación y de los sueños hechos realidad y sobre todo honra a mi querido público”.
En el caso de Suar, el suyo celebró la gran cantidad de ficciones –más de 80– realizadas con su productora, Pol-ka. El video en el que se vieron muchas de sus inolvidables producciones resultaron un pasaje directo a la nostalgia. “Hoy Pol-ka está en espera, espero que en algún momento vuelva a abrir sus puertas”, dijo Suar esperanzado.
Los brindis y los buenos deseos se sucedieron como un hilo conductor imaginario, que se fue desvaneciendo poco a poco, pasada la una y media de la madrugada, cuando la velada llegó a su fin.
Texto: Lucila Olivera, Jacqueline Isola y Mayra Andrade
Fotos: Pilar Butelo, Tadeo Jones, Matías Salgado, Alejandro Fiore, prensa Telefe