Las semanas se amontonan para crear un periodo de aislamiento cada vez más hondo. Esa decisión voluntaria de encerrarse dentro de cuatro paredes y perder contacto con la realidad mantiene a los participantes de Gran Hermano en una burbuja.
Ya florecieron las rencillas, los grupos que se armaron espontáneamente, las discusiones e incluso el amor. Así como se produjo un abandono espontáneo, cuando Andrea decidió retirarse de la casa y perderse la posibilidad de competir por el gordo premio económico.
Ahora se acaba de revelar un bajón anímico de Luz Titó, pero uno muy llamativo, absolutamente singular, que la motoriza a analizar la chance de escaparse del reality. Lo más peculiar del caso se centra en el motivo, porque se trata de una nimiedad, lo que en criollo se considera una pavada.