A pesar de su ingreso extremadamente tardío a esa casa, La Tana padece la acumulación de semanas en el reality y se le está tornando insufrible su permanencia en esa convivencia forzada con todas esas personas desconocidas, a quienes percibe como ‘enemigos’.
Katiá ha demostrado desde un principio una falta de adaptabilidad a las normas implícitas de la competencia, que refieren a las maniobras para desestabilizar las emociones de todos, en esa especie de guerra de supervivencia para quedarse hasta el final y ganar el premio gordo.
La blonda suele caer en las garras de vilipendios, de críticas, de burlas y hasta insultos. Este jueves se produjo una situación durante uno de los juegos semanales, cuando le tocó su turno para resolver un desafío y se petrificó, sin poder resolver ni esbozar una respuesta.
Ahí, Sandra Priore le exclamó: “Pelotud…”. Eso la sumió en una reacción de angustia y se fue corriendo al confesionario para descargar su llanto, su dolor emotivo. Al ratito de emerger de esa habitación cerrada, La Tana habló con Bati en la habitación y confirmó todo lo que piensa llevar a cabo: abandonar.
LA TANA CONFIRMÓ QUE NO AGUANTA MÁS EN LA CASA
En ese diálogo, Katia le detalló con sinceridad absoluta: “Estoy cansada, estoy a punto de rendirme, te juro no la estoy pasando bien, no estoy cómoda. No me estoy sintiendo bien, está afectando mi vida personal“. Y enumeró las actitudes de sus compañeros que la lastiman: “’Si no es tuyo el control, es de todos, ¿por qué te quedas con el control?’, me dicen. Es un juego dicen todos, pero por qué es todo el tiempo conmigo. Si lo quiero hacer con cara de culo lo hago, son mis formas“.
Bati le preguntó si solicitó ayuda del psicólogo, ante lo cual La Tana corroboró: “Hablé con Gran Hermano en el confesionario. No aguanto más“. Y luego apuntó contra Sandra: “¿Es tu juego insultarme siempre a mi? No voy a aceptar las disculpas, porque sabe bien lo que dijo“.