Lanús, en semifinales de la Copa Sudamericana: sufrió en Colombia, festejó con los penales y sigue en carrera

Lo merecía Lanús, más allá de todo lo que le costó y lo que debió sufrir, en casa y en suelo colombiano. El Granate firmó el pasaporte a las semifinales de la Copa Sudamericana, el torneo que lo vio campeón hace once años y finalista en 2020, con un triunfo por penales (6-5) como visitante sobre Independiente Medellín, después de haber igualado 1-1 en el Atanasio Girardot.

La semana pasada habían empatado a cero en cancha de Lanús; vale recordarlo, en una noche polémica, en la que al equipo le anularon dos goles, uno a instancias del VAR por un fuera de juego milimétrico, y otro por una falta que sólo vio el árbitro Wilton Sampaio. Sin triunfo en casa, había que buscar la clasificación en terreno antioqueño. Y allá fue el Granate del Ruso Zielinski.

Lanús celebra el 1-0 parcial; fue gol en contra de Londoño al fallar un despeje. (Photo by Jaime SALDARRIAGA / AFP)

Como local, Lanús había sido claramente mejor, pero no encontró la manera de trasladar esa superioridad a las cifras. En el desquite, intentó jugarle de igual a igual al Poderoso, tal como se lo conoce al DIM. Le anularon otro gol al equipo argentino, esta vez de manera correcta porque Toto Salvio estaba adelantado en el momento que salía el centro hacia su cabeza. Hubo tiempo para otra polémica, porque el venezolano Alexis Herrera sólo amonestó a Jimer Fory por un planchazo tremendo sobre Nery Domínguez. No hubo revisión de parte del VAR.

Hasta que, cerca del final del primer tiempo, Lanús encontró el gol en un centro que peinó Salvio, y Daniel Londoño, sorprendido, se llevó la pelota por delante con el empeine: en contra. Festejo visitante y silencio en Medellín.

Marcelino Moreno lucha por la pelota con Leyser Chaverra. (AP Photo/Fernando Vergara)

Pero, claro, faltaba bastante por delante. Todo el segundo tiempo. De todos modos, era más Lanús. Pero Fory encontró espacio por la izquierda, llegó hasta el fondo y mandó el pase rasante hacia atrás; Mender García, que había entrado en la reanudación, la mandó a la red, sin chance para Losada. Tocaba sufrir de nuevo. Y esta vez, el equipo colombiano reaccionó, y se animó a ir en busca de la victoria. Estuvieron muy cerca, pero Losada le negó el festejo a García con una estirada al rincón izquierdo, cuando ya no quedaba casi nada. También podría haber sido de Marcelino Moreno, que después de una buena acción colectiva, enganchó dentro del área… y su tiro dio en la parte externa de la red.

Lo mejor del partido

Y llegaron los penales. Arranque complejo, porque Izquierdoz lanzó su remate al poste; justo el Cali, de los más experimentados y participante de aquel equipo campeón del 2013, cuando era un lugarteniente del DT Guillermo Barros Schelotto. Pero ayudó Nahuel Losada en la tanda siguiente, al parar el tiro al medio del uruguayo Pablo Lima. Ninguno volvería a equivocarse, hasta que Jherson Mosquera, corrió, dudó, amagó, y cuando quiso colocarla, le salió un disparo a las nubes.

Y entonces sí, Lanús soltó la alegría, el desahogo, la fiesta, la celebración. Un respiro también, en medio de los cuestionamientos que afloraron en las últimas semanas para Zielinski por la discreta campaña en la Liga, a 14 puntos del líder Vélez, con cinco partidos sin ganar y, por ahora, undécimo en la tabla anual, lo que significa estar fuera de la zona de clasificación a las copas del año que viene. De a ratos, asoma la impresión de que un equipo juega la Liga y otro muy distinto el que crece, con los mismos nombres, en el plano internacional.

El temperamento afloró nuevamente en Colombia. El Granate vuelve a estar entre los mejores. Espera al ganador de la serie entre Libertad y Cruzeiro, con ventaja amplia para los de Belo Horizonte, que ganaron 2-0 en Paraguay y buscarán sellar el pase hoy en casa. Ya llegará ese momento; por ahora, Lanús disfruta después de haber superado un escollo muy complejo.