Las personas con joroba tienen una curvatura anormal en la columna vertebral, aunque esta malformación se puede presentar a cualquier edad y por diferentes factores, también puede indicar que la persona sufre de varias enfermedades.
La aparición de esta protuberancia puede estar asociada desde problemas congénitos hasta hábitos de vida y enfermedades adquiridas. Aunque la misma no muestra algún síntoma, las personas pueden sentir dolor y rigidez en la espalda cuando ya es muy notoria.
En la mayoría de los adolescentes y adultos, las jorobas se presentan por mantener una mala postura mientras estudian o trabajan; esta condición se puede dar por la malformación de la columna o la acumulación de grasa. A su vez, puede generarse por otras enfermedades tales como:
- Escoliosis: curvatura anormal de la columna vertebral que puede contribuir a la aparición de una joroba.
- Cifosis: aumento de la curvatura hacia adelante en la región torácica de la columna vertebral, lo que puede dar lugar a una joroba.
- Osteoporosis: huesos debilitados que pueden causar fracturas vertebrales y contribuir a la joroba.
- Artritis: la inflamación de las articulaciones de la columna vertebral puede provocar dolor y deformidad.
- Enfermedades degenerativas del disco: el desgaste de los discos intervertebrales puede afectar la alineación de la columna.
- Síndrome de Scheuermann: una condición en la que la columna torácica se curva excesivamente debido al crecimiento irregular de las vértebras durante la adolescencia.
Una joroba puede causar problemas de postura, dolor en la espalda y, en casos severos, afectar la capacidad de respirar adecuadamente si presiona los pulmones. Sumado a esto, la Clínica Mayo menciona que la cifosis se asocia con el debilitamiento de los músculos de la espalda y la dificultad para hacer tareas como caminar y pararse de una silla. La curvatura de la columna vertebral también puede complicar el mirar hacia arriba, conducir y causar dolor al dormir.
¿Cuándo es recomendable asistir al médico?
Una persona con joroba o con una curvatura anormal en la columna vertebral debe asistir al médico siempre que esta le cause cualquier dolor agudo, pérdida de control de la vejiga o el intestino, debilidad, parálisis o cambios en la sensibilidad del cuerpo.
Además, si la joroba tiene signos de fiebre, enrojecimiento, hinchazón o señales de infección, se tendrá que buscar atención médica de inmediato. Allí, el experto podrá enviar exámenes como una radiografía de la columna, pruebas de la función pulmonar, resonancia magnética, prueba de densidad ósea.
Autor: Pamela Avendaño