Lenny Kravitz llegó a Buenos Aires y ya desató la locura de sus fans. Anoche dio el primero de sus dos shows en el Movistar Arena, con entradas completamente agotadas. Antes del recital, un grupo de seguidores lo esperó en la puerta del hotel Palacio Duhau Park Hyatt, donde se está quedando.
Aunque estaba planeado que saliera por la cochera, Lenny decidió salir caminando por la puerta principal. Al ver a los fans, primero los saludó de lejos, pero después se acercó. Se quedó unos diez minutos firmando autógrafos, sacándose fotos y hasta firmó un busto de silicona que un seguidor le regaló.
Luego, se fue directo al estadio para las pruebas de sonido. Antes de sus shows, Lenny aprovechó para recorrer la ciudad. Fue visto en un bar del barrio de Chacarita, donde fue muy amable con los clientes que le pidieron fotos. Más tarde, cenó en un restaurante vegetariano de moda en Villa Crespo, y también se sacó fotos con los fanáticos que lo esperaban afuera.
El martes a la noche, llegó al restaurante cerca de las 20, con poca seguridad. Según los que estaban ahí, pidió focaccia de masa madre a la leña como entrada, le gustó tanto que pidió otra porción. También probó palta quemada, queso llanero y un ceviche de sandía ahumada.
LA HUMILDAD DE LENNY KRAVITZ
Después, le sirvieron gírgolas a la leña y un brioche con salsa de chiles tatemados. Para acompañar la comida, eligió vinos de autor: un blanco de la Patagonia y un tinto de Maimará. “Se fueron felices y agradecidos. Prometió volver”, contó alguien del restaurante, dejando claro que el músico disfrutó mucho la experiencia.
Lenny Kravitz no solo conquistó con su música, sino también con su simpatía y cercanía con los fans. Hoy se prepara para su segundo show en Buenos Aires, cerrando una visita que dejó huella entre sus seguidores argentinos y su humildad y gesto con los fanáticos emocionó a muchos.
