Al momento que Mariano Soso recibió una propuesta de Newells’ Old Boys, su amado club de toda la vida, hizo todo lo posible para desligarse de Alianza Lima, con el que tenía contrato vigente. Luego de largas conversaciones, se marchó de La Victoria abonando una importante suma económica. Eso era lo de menos, claro está. Porque, a como dé lugar, quería cumplir su máximo sueño: pisar el estadio Marcelo Bielsa de la ciudad de Rosario.
La felicidad de Soso era muy grande. Así lo hizo notar en sus primeros contactos mediante sus redes sociales oficiales: “Donde las raíces nunca dejaron de crecer. Acá en Newell’s, donde aprendí a soñar”. Aquel mensaje encontró una importante respuesta de los aficionados, quienes no esperaban la hora de ver a Mariano en la zona técnica, con el propósito de que enmendara la hoja de ruta de un plantel golpeado.
Dos meses más tarde de su llegada a la Lepra para ponerse a los mandos de Newell’s Old Boys, su historia en el club de sus amores está por acabar de una forma abrupta y dolorosa por una desastrosa campaña que se reseña en una concatenación de malos resultados que, finalmente, han terminado por colmar la paciencia de los hinchas al igual que de la Comisión Directiva, la cual está buscando la resolución inmediata de su vinculación.
