Las primeras reacciones internacionales tras los anuncios de los rebeldes sirios

Una coalición rebelde ha tomado control de la capital siria, marcando un momento crucial en el conflicto, con efectos potenciales en todo Oriente Medio (REUTERS/Amr Abdallah Dalsh)

El colapso del régimen de Bashar al Asad en Siria, tras la toma de Damasco por una coalición insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS), ha generado una rápida y diversa respuesta en la comunidad internacional. La ofensiva, que concluyó este domingo tras 12 días de combates, marca un hito en el conflicto sirio iniciado en 2011 y redefine las dinámicas políticas en Oriente Medio.

El presidente Joe Biden sigue “de cerca” los acontecimientos en Siria y se mantiene en contacto constante con sus aliados en la región, según informó Sean Savett, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. La Casa Blanca evalúa el impacto geopolítico de la caída del régimen, que pone fin a más de cinco décadas de dominio de la familia Al Asad.

Por su parte, el presidente electo, Donald Trump, vinculó directamente el colapso del régimen con la debilitada presencia militar rusa en Siria debido a la guerra en Ucrania. “Asad ha huido porque Putin ya no está interesado en protegerlo. Rusia e Irán están muy debilitados en este momento”, escribió Trump en Truth Social. También destacó la importancia de una desescalada inmediata en Ucrania y sugirió que “China puede jugar un papel importante en estabilizar la región”.

El colapso del régimen de Asad redefine la geopolítica de oriente medio
(AP/ARCHIVO)

Varios países europeos han urgido a sus ciudadanos a abandonar Siria debido a la rápida evolución del conflicto. La ministra de Exteriores de Suecia, Maria Malmer Stenergard, alertó que la situación es “seria” y puede derivar en cierres de aeropuertos y cancelaciones de vuelos, dificultando evacuaciones. En Dinamarca, el ministro Lars Lokke Rasmussen destacó que el colapso del régimen podría tener “un gran impacto” en la estabilidad regional, mientras que Polonia monitorea el escenario desde su representación diplomática temporal en Beirut y ha recomendado la salida inmediata de sus ciudadanos.

Angela Rayner, viceprimera ministra británica, describió la caída del régimen como una oportunidad para avanzar hacia una solución política. “Damos la bienvenida a esta noticia, pero lo que necesitamos es estabilidad y una resolución en línea con las resoluciones de la ONU. Hay demasiadas vidas perdidas y una infraestructura destruida que debe ser protegida”, declaró en Sky News. La funcionaria también resaltó los esfuerzos del gobierno británico para evacuar a sus nacionales antes del colapso del régimen.

El Ministerio de Exteriores de China emitió un comunicado expresando su deseo de que Siria recupere la estabilidad “lo antes posible”. Beijing ha recomendado a sus ciudadanos salir del país y ha reforzado la seguridad en su embajada en Damasco, que continúa operativa. Esta reacción subraya el interés estratégico de China en Siria, que fue declarado un socio estratégico por el presidente Xi Jinping y Bashar al Asad durante una visita en 2023.

El avance insurgente culmina con el colapso del régimen tras 12 días de combates (REUTERS/Firas Makdesi)

El enviado especial de la ONU para Siria, Geir O. Pedersen, aseguró este domingo que el control insurgente de Damasco y la caída de al Assad, “marca un momento decisivo en la historia de Siria”.

Una nación que ha soportado casi 14 años de sufrimiento incesante y pérdidas indecibles. El Enviado Especial de las Naciones Unidas para Siria hace llegar una vez más su más profunda solidaridad a todos los que han soportado el peso de la muerte, la destrucción, la detención y las indecibles violaciones de los derechos humanos”, según un comunicado de su oficina.

“Este oscuro capítulo ha dejado profundas cicatrices, pero hoy esperamos con cautelosa esperanza la apertura de uno nuevo, uno de paz, reconciliación, dignidad e inclusión para todos los sirios”, aseveró.

El cambio en el control de Damasco marca el final de una etapa para Siria, tras casi 14 años de conflicto. La ofensiva insurgente, iniciada el 27 de noviembre, avanzó rápidamente tras tomar ciudades clave como Alepo y Hama, culminando con el colapso del régimen. En las próximas semanas, los actores locales e internacionales determinarán los pasos para gestionar el nuevo escenario en el país.

(Con información de AFP, EFE y AP)