Lionel Messi es titular y capitán en Inter Miami en el Yankee Stadium ante New York City FC, un equipo que pertenece al City Football Club. También arrancaron con la camiseta rosa sus compatriotas Tomás Avilés y Federico Redondo. Además, en el ataque del equipo dirigido por Gerardo “Tata” Martino está el uruguayo Luis Suárez. En el conjunto local, en tanto, jugará el argentino Maximiliano Moralez, ex Racing.
Messi viene de jugar 30 minutos en el empate 2-2 ante Atlanta United, también como visitante. Ingresó en lugar de Julian Gressel. Después de la lesión que lo mantuvo inactivo durante dos meses, volvió con todo la semana pasada con Inter Miami: anotó dos goles y dio una asistencia frente a Philadelphia Union en el 3-1 del equipo de la Florida, el mejor de todos hasta ahora en la Major League Soccer estadounidenses.
En los primeros minutos del encuentro, sin embargo, la figura es el 10 del equipo neoyorquino. Santiago Rodríguez, uruguayo y tan tatuado como la Pulga, pide la pelota, encabeza todos los ataques y es el dueño de las pelotas paradas de los de Nueva York. Con un remate desde afuera del área y un tiro libre bien conjurado por Drake Callender está a punto de abrir el marcador. ¿Y Messi? Hasta los primeros 20 minutos, desaparecido en acción. Puede convertir luego de una presión alta de su equipo que derivó en Suárez: el uruguayo, en lugar de definir, le da el gol a la Pulga, que nunca llega. En la jugada siguiente, intenta la única definición que le falta en su repertorio: desde el córner. Lo adivina el arquero Matt Freese.
Minutos después, Messi cambia de banda. Se recuesta hacia la derecha, como en la selección. Allí divisa a Suárez, que combina con el alemán Julian Gressel e intenta el centro atrás. El Pistolero uruguayo a punto está de señalar el primer gol del partido. Pero tras el ratito de Messi, reaparece Rodríguez, el otro 10. El uruguayo es un problema sin solución para los defensores de Miami. Se inventa un tiro libre, que ejecuta Moralez: a las manos de Callender. A la media hora de juego, Messi tiene otra chance. Y, otra vez, no pudo definir. Lo absorben los marcadores y la jugada -que pedía remate de zurda del 10- se diluye. Como se diluye el partido, que se va a los vestuarios con un 0 a 0 en el marcador que grafica la incapacidad de los dos para generar juego.
En los primeros minutos de la segunda parte, New York está más cerca. Inter Miami regresa dormido de los vestuarios y Parks -primero-, y Martínez -más tarde- tienen dos chances de oro para poner en ventaja a su equipo. Ambos definen mal y se mantiene el marcador cerrado. Pero a los 30 minutos una jugada con sello argentino destraba el resultado: la genera Federico Redondo, que ubica a la Pulga en la “zona Messi”, es decir, en tres cuartos de cancha, con compañeros picando por las bandas y la cancha de frente. El capitán de Inter encuentra a otro histórico, Jordi Alba, y el español saca el centro hacia el corazón del área. Más que una asistencia, una estocada: Leonardo Campana, el goleador histórico de Inter, convierte el primer tanto del partido.
¡CAMPANAZO! ¡@LeoCampana9 abre el marcador para el @InterMiamiCF en Nueva York! 🔔🇪🇨 pic.twitter.com/FrAmA5ty3q
— MLS Español (@MLSes) September 21, 2024