Riesgo país en 800, dólar libre en $1.140, tasas en 35% anual, brecha por debajo de 15%, inflación en 2,7%, boleta única, ley de Bases, piquetes cero. Nadie en diciembre de 2023 imaginó este escenario. ¿Está todo bárbaro? No. Obviamente faltan kilómetros por recorrer, pero la velocidad de este 2024 sorprendió con efectos financieros y políticos. Ganadores y perdedores.
Las elecciones legislativas del 2025 pasan a ser claves en este proceso de resurgimiento de la Argentina. Era hora de este resurgimiento. Desde hace 25 años o más, países como Brasil, Uruguay, Paraguay tienen tasas de inflación de un dígito anual. Crecen y alternan partidos de izquierda y derecha. El riesgo país de Brasil está hoy en torno a los 195 puntos y en Chile cerca de los 100 puntos. En la Argentina, se va instalando en la sociedad las bondades del ajuste fiscal, la prudencia monetaria desde el BCRA y la apertura económica. Falta que se instale en la oposición.
En el PJ pugnaban por su conducción, hasta hace una semana, un gobernador pro default y estatista, Ricardo Quintela de La Rioja, y Cristina Kirchner, expropiadora y recientemente condenada en segunda instancia. Para que haya una oposición más racional y lógica, al estilo de los países vecinos, pueden faltar varios años. De ahí la importancia de las elecciones legislativas del 2025. Grandes inversores esperan a ver su resultado para apostar seriamente por la Argentina.
Las heridas que dejó el retorno del kirchnerismo en el 2019, tras la gestión de Mauricio Macri, aún no cicatrizan del todo. Hay inversiones en minería, energía, y las financieras. Pero otros aún aguardan.
Hay movimientos rumbo al 2025. No falta tanto. El plazo para presentar acuerdos para frentes vence el 15 de mayo, y el 25 de mayo es el último día para presentar las listas para las elecciones primarias. Hay contactos fluidos entre La Libertad Avanza y el PRO. Va surgiendo la idea de presentar un frente común, quizás denominado “Frente de la Libertad”. La palabra clave ahora es “Libertad”. Atrás quedaron, y muy desgastadas, palabras como “Juntos”, “Cambio” y “Cambiemos”.
Los contactos de los dirigentes del PRO con Santiago Caputo muestran que el germen del acuerdo está en la presentación de listas comunes en determinados distritos, como CABA o PBA, con listas violetas (LLA), amarillas (PRO) y de “amigos de la Libertad” (peronistas, radicales y otros). Presentar en las primarias del 2025 diferentes listas le permite a este eventual “Frente de la Libertad” atraer a distintos sectores.
El apoyo del PRO al gobierno esta semana para frenar el proyecto opositor contra los DNU de Javier Milei refleja estas conversaciones. Mauricio Macri va a apoyar “a muerte” al gobierno contra los proyectos que atenten contra el orden macroeconómico. ¿Y en la vereda de enfrente? ¿Qué pasa? Los principales golpeados por el orden macroeconómico que va surgiendo en la Argentina son los sectores de oposición.
No es difícil imaginar que en las internas de agosto de 2025 la inflación sea de sólo 1% mensual, con la economía creciendo y créditos hipotecarios a tasas más bajas, llegando a más familias. Axel Kicillof ha quedado golpeado, y las encuestas ya lo muestran, en su enfrentamiento con el kirchnerismo.
Más allá de los indicadores positivos, en el equipo económico mantienen la prudencia. Luis Caputo envió un mensaje la semana pasada a sus colaboradores de “estar atentos” y “no aflojar”. Nunca se sabe cuándo llega el cisne negro. Los partidos no se ganan hasta el silbato final. Javier Milei ya confirmó el crawling peg al 1% desde enero, con el objetivo claro de eliminar la inflación, lo más rápido posible.
Cada dato del INDEC es una estocada al kirchnerismo y otros opositores, a dirigentes gremiales y economistas que pronosticaron alta inflación y recesión. Pero hay riesgos. Esa reducción del crawling peg se da a contramano de lo que pasa en Brasil y en los emergentes en general.
Se vienen otras definiciones clave. ¿Sigue vigente el “dólar blend” en el 2025? Una alternativa que analiza Javier Milei es eliminarlo y compensar a exportadores con una disminución leve en las retenciones. La eliminación del impuesto PAIS abre puertas a otras medidas que apunten a la normalización del mercado cambiario. El “blend” es una mancha negra. José Luis Daza está en contacto diario con los técnicos del FMI, pero no hay apuro en lograr un acuerdo. Todo pasa. ¿Todo pasa?