Un sueño reparador es esencial para enfrentar los desafíos del día con energía y claridad mental. Sin embargo, en un mundo acelerado, lograr un descanso sin interrupciones puede ser un reto. La práctica de pilates, conocida por sus beneficios tanto físicos como mentales, ofrece una técnica simple que podés incorporar a tu rutina nocturna para mejorar la calidad de tu sueño.
Virginie Hampl, entrenadora de pilates y figura de referencia en este ámbito, sugiere una postura específica que podés realizar directamente en la cama para lograr un descanso más profundo y sin interrupciones.
El pilates es una disciplina que no solo ayuda a tonificar el cuerpo y fortalecer los músculos, sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar mental. Reduce el estrés, la ansiedad y promueve una sensación de calma y relajación, crucial para quienes buscan mejorar la calidad de su sueño.
La ventaja del pilates en la cama es que no requiere más equipamiento que el propio cuerpo, por lo que cualquier persona puede practicarlo sin necesidad de invertir en materiales adicionales o dedicarle demasiado tiempo. Con solo 10 a 15 minutos al día, podés experimentar sus beneficios, ya sea para empezar el día con vitalidad o para descomprimir el cuerpo antes de dormir.
La postura de pilates recomendada por Hampl es sencilla pero efectiva. Para comenzar, necesitás algunas almohadas que servirán de apoyo durante el ejercicio. Arrodillate sobre el colchón y, con una respiración profunda, imaginá que un hilo tira suavemente de tu cabeza hacia arriba, mientras dejás que tu cuerpo se desplome lentamente sobre las almohadas. Si sos principiante, es recomendable comenzar con tres almohadas y reducir su número a medida que te sientas más cómoda con la postura. Extendé los brazos sobre tu cabeza, agarra los codos y respira profundamente, enfocándote en relajar cada músculo mientras sientes cómo se descomprime tu espalda.
Esta simple postura no solo te ayudará a conciliar el sueño más fácilmente, sino que también ofrece otros beneficios, como la reducción de la ansiedad, la mejora de la postura y una mejor digestión.
Además de esta técnica, existen otras posturas de pilates que podés realizar en la cama para complementar tu rutina de relajación nocturna. La torsión de columna, por ejemplo, es excelente para liberar tensiones acumuladas en la espalda. Para realizarla, tumbate en la cama, extendé los brazos hacia los lados y flexioná las piernas en un ángulo de 90 grados. Con los abdominales contraídos, rotá suavemente las piernas de un lado a otro, controlando la respiración para maximizar la relajación.
Otra postura recomendada para un mejor sueño es el abrazo de piernas, que alivia la tensión en la zona lumbar. En la misma posición que la torsión de columna, llevá las piernas hacia el pecho y abrazalas, balanceándote suavemente hacia los lados. Finalmente, la elevación de pelvis es ideal para fortalecer el suelo pélvico y mejorar la salud en general. Consiste en elevar y bajar la pelvis mientras te apoyás en los pies y gradualmente despegás la lumbar de la cama, articulando la columna vertebral hasta llegar a los hombros.