Los bonos sufren la volatilidad global: cómo recomiendan cubrirse

La deuda soberana arranca el viernes con debilidades, borrando parcialmente el rebote que se había dado en los últimos días.

El contexto de tensión global golpea a la renta fija local. En promedio, los bonos muestran mermas de 10% desde los máximos de abril.

Sintiendo el impacto global

La deuda soberana arranca el viernes con debilidades, borrando parcialmente el rebote que se había dado en los últimos días.

Todos los tramos de la curva argentina abren en rojo, con el Global 2029 cayendo 1,04% y el Global 2030 perdiendo 0,92%.

Por su parte, el Global 2035 y el Global 2038 caen 1,4% y 1,3%, mientras que el GD41 y el GD46 caen 1,5% y 1,36% respectivamente.

En medio de temores sobre una recesión y en la que el mercado sospecha que la Reserva Federal deberá bajar la tasa de interés de una manera más acelerada respecto de lo esperado, las acciones caen, así como también los rendimientos de los bonos del tesoro americano.

Es decir, se está dando un contexto de fly to quality, o salto a la calidad, en donde los inversores buscan activos seguros en medio de la mayor volatilidad y temores de recesión.

En un escenario en donde los inversores priorizan activos de menor volatilidad y seguros, la renta fija local sufre dicho panorama ya que son instrumentos de alto riesgo. 

La volatilidad en la renta fija local proviene del mercado internacional, en donde los inversores comienzan a incorporar riesgos recesivos en EEUU luego de datos económicos débiles.

El mercado laboral evidenció una creación de empleo de 114.000 debajo de lo esperado, a la vez que el desempleo saltó al 4,3%, por encima del 4,1% que esperaban los economistas en EEUU. 

En cuanto a las acciones, estas también operan a la baja.

Vista Cae 5,8%, seguida por Grupo Supervielle que pierde 5,7% e YPF, con mermas de 5,4%.

Le siguen Despegar, Banco Macro, BBVA Argentina, Corporación América, TGS y Grupo Financiero Galicia, que caen entre 4% y 5%

El S&P Merval baja 2,9%, mentras que medido en dólares retrocede 4%

En cuanto al impacto local, Santiago Ruiz Guiñazú, Head of Equity Sales & Trading de Adcap, señaló que la volatilidad global puede afectar a los activos argentinos.

“El nivel de riesgo país tan alto, para las empresas argentinas implican un costo de capital más alto, por lo tanto, las valuaciones son más bajas. Esta semana es de mucha volatilidad ya que hay empresas como Microsoft, Meta, Apple, son compañías que pertenecen al grupo de las big 7 que tiene un paso muy importante en el mercado global. Si los resultados de las empresas vienen mal, podrían ser un problema y repercuten muchísimo”, dijo Ruiz Guiñazú.

Hacia delante, Ruiz Guiñazú remarcó que la Argentina necesita un viento de cola para consolidar la recuperación.

“Las empresas argentinas se mueven con cierta diferencia porque están más afectados por los indicadores macroeconómicos en Argentina. Las empresas argentinas con baja deuda y buenos resultados operativos han tenido caídas. Necesitamos que el contexto pueda ayudar a la macro y las empresas puedan desbloquear su potencial”, sostuvo. 

Bonos en modo ajuste

El contexto de mayor volatilidad en los mercados globales se da en un escenario negativo para la renta fija argentina.

En promedio, los bonos muestran mermas de 10%.

Tomando desde el pico de abril, el GD29 cae 6,5%, mientras que el GD30 cae 11%.

En el tramo medio, las debilidades son de 13% y 12% para el GD35 y el Global 2038 desde los picos de abril.

Finalmente, en el extremo más largo, los títulos caen 14% y 12% en el GD41 y en el GD46 desde sus máximos previos. 

A su vez, el ajuste actual se dio en un contexto en donde el diferencial por legislación se achicó, generando posibilidades de arbitraje entre legislaciones, es decir, pasar de ley local a internacional y ganar la cobertura legal sin costo.

Agustín Helou, trader de Portfolio Investments, considera que ante bajos spreads por legislación, luce lógico pasarse de bonos local a ley extranjera.

“No creo que vaya a ocurrir algun evento crediticio. Pero ante spreads tan bajos, si un día se estresa la deuda, el inversor con bonos de ley NY está mejor parado que el que posee ley local”, comentó Helou.

Los riesgos sobre la deuda local no se eliminaron, y si bien el Gobierno muestra voluntad y capacidad de pago al remarcar que tiene (o va a tener) los dólares disponbibles para pagar la deuda en 2025, el mercado aun desconfía.

“Creo que es conveniente pasarse de bonos ley local a NY, por una cuestión, de ´por las dudas´. Si el inversor tiene ciertos miedos sobre el tema reservas, que vienen vendiendo, esa estrategia no está mal. En algún momento se va a tener que llegar a un acuerdo con acreedores. Dado el stock de deuda y flujo de dólares, este no alcanza para pagar el perfil que tiene hoy la Argentina”, advirtió Helou.

En cuanto a las estrategias, desde Adcap Grupo Financiero favorecen los bonos soberanos, evitando el de ley local y aprovechando la caída en el spread para posicionarse en bonos ley NY.

“Recomendamos evitar el AL30 debido a la intervención y presión vendedora potencial contra pesos y cambiarlo por ARGENT 2030. En nuestra opinión, los bonos soberanos son atractivos en los niveles actuales, especialmente el GD30, que ha mostrado mayor resistencia”, remarcaron.

Lucas Decoud, analista Renta Fija en Grupo IEB, detalló que si bien el spread de GD30/AL30 pasó de 2,65% a 5,1% actualmente, este se ubica en niveles cercanos al spread promedio entre 2020 y 2021 que fue de 5,78% luego del canje de Guzmán.

Además, recordó que en el periodo que va desde 2022 hasta antes de las elecciones primarias del 2023 el spread promedio se ubica en 16%.

“Creemos que el premio que brinda el pasarse de legislación extranjera a local todavía no es significativo o compensa adecuadamente la mayor robustez legal de los bonos globales sobre los Bonares”, dijo. 

En cuanto a la estrategia, el especialista de Grupo IEB agregó que sigue prefiriendo posicionarnos en GD35 y GD41.

“Estos bonos operan con paridades más bajas que el tramo corto, lo que los vuelve defensivos en escenarios adversos y si la curva comprime a niveles de créditos emergentes presentan un upside potencial superior”, comentó Decoud.