Los inversores celebraron el dato de la inflación y la revaluación del real brasileño ante el dólar

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Los inversores estuvieron con la guardia alta hasta cerca del final de la rueda. Dos datos contundentes provocaron fuertes ganancias en los tenedores de acciones, de bonos soberanos y de títulos del Tesoro a tasa fija.

Dos horas antes de anunciarse la inflación, se conoció el resultado de la licitación del Tesoro, donde la falta de pesos impidió que, por escaso margen y voluntad de la Secretaría de finanzas, se cubran la casi totalidad de los vencimientos que eran de $6,2 billones.

Las ofertas alcanzaron a $5,95 billones, pero Finanzas aceptó $5,40 billones, pero logró mejorar el perfil de vencimientos al prolongar los plazos y lograr que todos los vencimientos sean a una tasa fija que es cada vez más baja.

Las LECAP que vencen en abril dejaron a los inversores un rendimiento de 2,93% efectivo mensual. Y si se mira más lejos, las BONCAP que vencen en febrero de 2026 garantizan una tasa de 2,63%. Con ese resultado estaban satisfechos, pero lo mejor llegó dos horas después, cuando supieron que la inflación de noviembre fue de 2,4%, más baja que la tasa de los bonos licitados. Conservar esos bonos asegura una tasa positiva. Hubo arrepentidos de no haberse jugado más las LECAP y BONCAP.

Tras la noticia, el mercado de bonos voló en busca de los nuevos instrumentos que serán adjudicados el viernes. Nicolás Cappella, trader del Grupo IEB dijo que “con el 2,4% de inflación y un paso más cerca de bajar el crawling al 1%, la curva de tasa fija voló porque son las últimas oportunidades de obtener tasas tan positivas. Por otra parte, en un contexto de inflación que apunta a perforar el 2% en 2025, es una tasa real positiva interesante. Todo esto sin olvidar que hasta febrero no hay otra licitación de gran tamaño, por lo que quienes quieran tasa fija tendrían que haber ido a la licitación o bien pagar caro ahora en el mercado secundario. Por lo tanto, podemos empezar a ver un nuevo rally de la tasa fija durante estos días”. Por supuesto, los Bonos CER cerraron en rojo tras la caída de la inflación y hoy se puede acentuar su caída.

El dato positivo que acompañó el movimiento es que, a pesar del accidente de Lula, que derivó en una cirugía, la Bolsa de San Pablo tuvo su tercera alza consecutiva de 1,06% y una nueva revaluación del real que perforó el piso de 6 reales por dólares al cerrar a 5,95. Fue una buena noticia para los exportadores argentinos porque al cierre de los mercados la tasa de referencia SELIC subió a 12,25% anual. Fue la suba más alta en un año (1 punto) que mandó una señal contundente: Brasil no quiere que su moneda se devalúe por la presión inflacionaria que genera. Por otro lado, como 70% de la deuda de Brasil es en reales, este aumento de la tasa interna genera mayor déficit fiscal y el ajuste iniciado por el ministro Fernando Haddad resultará más insuficiente aún.

Los dólares financieros abrieron en alza, pero apenas trascendieron los índices, se dieron vuelta. El MEP cedió $2,90 (-0,3%) a $1.057,72 y el contado con liquidación (CCL) $3 (-0,27%) a $1.071,60. El dólar “blue” fue el único dólar en alza. Subió $5 a $1.075.

Según la consultora F2 de Andrés Reschini “el dato de inflación de Estados Unidos para noviembre fue de 0,3%, lo mismo que el core CPI y ambos estuvieron en línea con las expectativas del mercado. Esto refuerza las chances de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en su reunión de este mes mientras que el mercado seguirá enfocado en las señales para lo que podrá venir una vez que Trump haya asumido. El dólar siguió fortaleciéndose en el mundo y el yuan debilitándose ante los trascendidos que de China podría devaluar como respuesta a eventuales trabas comerciales por parte de Estados Unidos”.

La consultora agrega que los dólares futuro “cerraron antes de que dato de IPC sea revelado, pero de algún modo se anticiparon y dejaron ajustes negativos. Luego habrá que ver si el mercado está satisfecho o corrigen todavía más. Salvo para los dos primeros vencimientos en la curva de implícitas, las tasas cayeron”.

En el Mercado Libre de Cambios, se negociaron USD 468 millones y el Banco Central compró USD 167 millones y acumula en el mes 940 millones. Es el mejor diciembre desde 2023. Las reservas mejoraron USD 369 millones a 31.987 millones.

Bonos y acciones

Los bonos soberanos fueron parte de la fiesta. Los más cortos tuvieron las subas más importantes, cerca de 2%, e hicieron bajar al riesgo país a 719 puntos básicos (-2,2%) el menor nivel desde abril de 2019. Los emergentes acompañaron la movida por las buenas noticias de Estados Unidos, pero también ayudó a que Brasil considere revaluar su moneda.

La Bolsa tuvo una historia en episodios. Las primeras operaciones fueron tímidas y llegaron a predominar las bajas. Había indecisión. En pocos minutos los precios de las acciones cambiaban de signo, hasta que se conoció el dato de la inflación. En ese momento comenzó un rally arrollador. Los compradores florecieron y las pantallas de las ALyC mostraban una profundidad sorprendente. Cuanto más profundo el mercado, más operaciones. El monto de pesos que ingresó dio consistencia a las alzas. El Merval de las acciones líderes finalizó con un aumento de 4,1% en pesos y 4,4% en dólares CCL.

Las empresas de gas fueron protagonistas. Metrogas subió 7,03% y Transportadora Gas del Sur, 6,02%. Loma Negra aumentó 6,1% porque con la baja de la tasa se reduce el costo de construir o financiar la compra de inmuebles lo que presagia un aumento de los despachos de cemento.

Los bancos no se quedaron atrás. Poseen bonos y acciones en sus carteras y tendrán más actividad con esta reducción de tasas. Galicia, Banco Macro y Supervielle subieron más de 5%.

Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York y se pagan al precio del dólar CCL- tuvieron su fiesta con subas de hasta 10,5% como fue el caso de Loma Negra.

El mercado desde hoy se prepara para apostar a las tasas porque ve reducir el ritmo de devaluación a 1% y una menor inflación a futuro. Habrá que ver si esa euforia se extiende a los bonos soberanos porque una nueva reducción del riesgo país puede dejar a la Argentina cerca del mercado internacional de capitales. De hecho, los fondos de inversión del exterior fueron buenos compradores de títulos argentinos y dominaron la negociación de los fondos especializados en Latinoamérica.