Una de las participantes que aún no logró encontrar su lugar en la casa de Gran Hermano es Luciana Martínez, la hermanita que le reveló a la mamá ante las cámaras que es una mujer trans. Y en la noche del domingo, Luciana volvió a vivir un momento amargo a la hora de la cena.
Por alguna razón, la joven se quedó sin su ración correspondiente de comida, una situación que ya había ocurrido antes, lo que hace dudar a los televidentes sobre si lo que pasa con ella es discriminación, malos tratos o victimización de su parte a modo de estrategia.
Angustiada y entre lágrimas, Martínez le contó lo ocurrido a Sandra en la galería. “Yo pensé que habían dividido para todos, yo te pido perdón porque no me di cuenta”, le dijo la pescadora, muy seria, mientras la participante la miraba con congoja.
En medio de este pedido de disculpas, Luciana le pidió a su compañera que no interceda por ella: “No digas nada, no quiero estar en boca de todos. Ya me juzgaron porque me salvaron… Pasa que la que no hace, la que no habla, la que no nada, soy yo…”. “Vos tenés tu personalidad, y no por eso tenés que estar…”, le contestó la mujer.
HISTORIA REPETIDA PARA LUCIANA A LA HORA DE COMER EN GRAN HERMANO
Cabe recordar que esta situación con la comida no es nueva para Luciana Martínez. Días antes, algo similar sucedió y Sandra opinó ante Ulises y Brian que la del problema era ella porque no se había podido “adaptar” a la dinámica de la casa.
“Luciana se quedó sin comida y no dijo nada”, hizo notar Brian, a lo que Ulises saltó: “¿Le pusieron sillas de ruedas? ¡Levantate, flaca!”. “A eso voy, que se levante y se sirva”, lo siguió Brian. Y Sandra remató: “Esto no va a cambiar, el problema lo tiene ella que no se pudo adaptar”.