El mal olor en los pies, conocido médicamente como bromhidrosis, es una condición común que afecta a muchas personas y que, contrariamente a la creencia popular, no siempre está relacionada con la falta de higiene. Hay varios motivos por los que te puede pasar.
Los especialistas de Mejor con salud identificaron al menos 10 razones distintas que pueden provocar esta situación. Conocelas a continuación.
1. Infecciones de hongos: un problema común
El primer motivo está relacionado con una infección por hongos. El culpable más frecuente es el Tinea pedis, responsable del famoso “pie de atleta”.
Esta afección suele manifestarse con:
- Mal olor.
- Picazón.
- Enrojecimiento de la piel.
- Descamación.
Aunque el Tinea pedis está siempre presente en la piel, solo causa problemas en ciertas condiciones. El calor y la humedad son sus aliados. Por eso, tené cuidado si frecuentás:
- Vestuarios.
- Duchas públicas.
- Piletas.
La buena noticia es que no es grave. Podés tratarla con antifúngicos tópicos. Eso sí, para evitar que vuelva, la clave está en la higiene.
2. Estrés: tu enemigo invisible
Cuando estás nervioso o ansioso, tu cuerpo reacciona activando las glándulas sudoríparas. Esto provoca más transpiración, creando un ambiente ideal para las bacterias que causan mal olor.
Algunos consejos para combatir este problema:
- Practicá técnicas de relajación.
- Hacé ejercicio regularmente.
- Usá calzado transpirable.
3. Medicamentos: efectos secundarios inesperados
Ciertos fármacos pueden ser la causa de ese olor molesto en tus pies. Algunos medicamentos conocidos por aumentar la sudoración son:
- Antidepresivos.
- Penicilina.
- Antiinflamatorios no esteroideos.
Si estás tomando alguno de estos y notás una transpiración excesiva, consultá con tu médico. Puede que haya alternativas que no afecten tanto a tus pies.
4. Bacterias: las verdaderas culpables del mal olor
Aunque el sudor por sí mismo no huele, las bacterias que viven en tu piel sí pueden generar olores desagradables. Estas se alimentan de las células muertas y los aceites de tu piel, produciendo ácidos orgánicos malolientes.
Las 2 bacterias principales son:
5. Falta de higiene: un problema con solución fácil
Los malos hábitos de higiene personal crean el ambiente perfecto para que proliferen las bacterias. Algunas prácticas que deberías evitar:
- No lavarte los pies a diario.
- Usar el mismo par de medias más de una vez.
- Ponerte calzado sucio o húmedo.
- Tener las uñas largas y sucias.
Recordá: una buena higiene es la base para prevenir el mal olor.
6. Hiperhidrosis: cuando el sudor es excesivo
La hiperhidrosis es una condición que afecta al 5% de la población. Se caracteriza por una sudoración excesiva sin causa aparente. Puede deberse a:
- Cambios hormonales.
- Diabetes.
- Problemas de tiroides.
- Afecciones renales.
Si notás que transpirás mucho en los pies (o en otras partes del cuerpo) de forma frecuente, es recomendable que consultes con un dermatólogo.
7. Alimentación: lo que comés influye en cómo olés
Tu dieta puede ser la responsable del mal olor en tus pies. Algunos alimentos que pueden empeorar la situación son:
- Picantes.
- Cebolla y ajo.
- Verduras como coliflor, brócoli y espárragos.
Además, el consumo de cafeína, alcohol y tabaco también puede aumentar la sudoración. Prestá atención a tu dieta si querés mejorar el olor de tus pies.
8. Obesidad: un factor de riesgo
El sobrepeso puede contribuir al mal olor en los pies de varias formas:
- Aumenta la superficie corporal, lo que lleva a mayor sudoración.
- Dificulta la función de las glándulas sudoríparas.
- Altera las capas de la piel.
- Promueve el crecimiento bacteriano.
Mantener un peso saludable puede ayudarte a controlar este problema.
9. Humedad: el ambiente ideal para los hongos
Los hongos aman la humedad. Si tus pies están constantemente húmedos, ya sea por sudor o por factores externos, estás creando el ambiente perfecto para el crecimiento de hongos.
Algunas situaciones que favorecen la humedad:
- Calzado muy ajustado.
- Medias poco transpirables.
- Actividad física intensa.
Para evitar esto, asegurate de mantener tus pies secos y usar calzado adecuado.
10. Infecciones: pequeñas heridas, grandes problemas
A veces, el mal olor puede ser señal de una infección. Las pequeñas heridas en los pies pueden pasar desapercibidas, pero si se infectan, pueden generar olores desagradables.
Prestá atención a:
- Cortes o lesiones entre los dedos o en la planta del pie.
- Hinchazón o enrojecimiento.
- Cambios en la temperatura de la piel.
Si notás alguno de estos síntomas, consultá con un profesional de la salud.