El escritor analizó la conducta del Presidente ante decisiones como el veto a la movilidad jubilatoria y observó que más que medidas de ajuste, algunas decisiones parecen un castigo a los que se oponen a las políticas libertarias. Además, criticó a los comunicadores del Gobierno por su lenguaje infantil: “Todo esto configura una idea de sadismo y de mortificación innecesaria”.
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