La familia real holandesa estuvo presente este domingo en el Gran Premio de Fórmula 1 de los Países Bajos, y tanto Máxima Zorreguieta junto a su hija Alexia, se llevaron todas las miradas en medio de una multitud de fanáticos de las carreras de automovilismo. La segunda en sucesión al trono neerlandés y su madre no pasaron desapercibidas ni por un minuto, donde las cámaras estuvieron atentas a sus gestos, saludos y celebraciones. El atuendo de las dos dio que hablar y dejó en claro cómo la argentina tiene la capacidad de marcar tendencia en Europa.
La monarca consorte es una de las referentes de la moda de realeza en estos días por el Viejo continente. Sofisticada y con detalles particulares, entiende el juego de la comunicación y el protocolo. Y a cada lugar al que asiste, suele dejar boquiabiertos a todos. Lo cierto es que ahora, Alexia se sumó poco a poco a sus salidas oficiales, antes de iniciar sus estudios universitarios al cierre de la temporada estival.
Máxima llegó de la mano del rey Guillermo al circuito de carreras Zandvoort, en la ciudad homónima, en Haarlem. De inmediato, una ola de periodistas y seguidores de la corona se abalanzaron sobre ellos y la familia dejó ver el estilo que eligieron para esta ocasión.
Del conjunto oliva de Máxima al estilo osado de Alexia
La argentina escogió un conjunto en composé en tono verde oliva, especial para el fin de la temporada de verano europeo. A pesar de las sucesivas olas de calor que se sufrieron por aquella parte del mundo, al arribar al autódromo, lo hizo con una capa de gabardina con un ave y flores bordadas en la espalda.
Además, arriba vistió un top de manga larga y un pantalón ancho estampado con estilo tropical. Sus zapatos fueron de cuero espadille Wedge en marfil, que tienen un valor de 900 dólares en el mercado. A su vez, como accesorios combinó un par de lentes de sol de aviador de la marca Rayban, de 159 dólares, y un par de aros Calla en Blanco.
En cuanto a Alexia, la conocida como: “la princesa rebelde”, fue por un outfit urbano, con una campera de cuero Napa que anteriormente usó Máxima en un evento. Debajo llevó un suéter de una sola manga en color negro, que también portó su madre años atrás. Como accesorios, eligió una cartera de Riverino en caramelo napa, zapatillas Cortez de Sail Gorge Green de 156 dólares y un collar de encanto de sonrisa en oro amarillo de 18k, que en el mercado vale 1600 dólares.
Quien quedó en un segundo plano fue el rey Guillermo, que a pesar de las miradas que su esposa e hija atrajeron, embelesó a los presentes con un traje en tono beige con camisa celeste y un par de zapatos.
De esta forma, Alexia dejó en claro que está decidida por seguir con la costumbre de su madre de repetir vestuario, más allá de las posibles críticas y de que esté pasado de temporada. Este gesto de reutilizar las prendas para cuidar el ambiente y ser sostenible económicamente, es un mensaje de la monarca que siempre imparte a sus seguidores y en particular a toda la familia.
Sobre la carrera en Zandvoort, Guillermo llevó a su sobrino, el conde Nicolás Casimiro, que también apareció el evento en el palco preferencial. Como resultado final, el inglés Lando Norris se quedó con la decimocuarta competencia de la temporada de Fórmula 1.