Las reservas netas positivas del Banco Central deberían ubicarse al menos en unos u$s 5000 millones, aunque lo ideal sería apuntar a un nivel entre esa cifra y los u$s 10.000 millones como condición para la estabilización de la economía, según el análisis de los economistas del Citibank.
Al mismo tiempo, el banco cree que, frente a la apreciación del peso, el contexto internacional presionará para un ajuste del tipo de cambio, un levantamiento del cepo, aunque “después de las elecciones”, para no comprometer un pass trough, que pona en riesgo los índices de inflación.
La cifra de las reservas es relevante en el contexto de las negociaciones con el FMI, cuyo board analizará este viernes el acuerdo por u$s 20.000 millones en un programa de facilidades extendidas, como confirmó el staff del organismo.
Los cálculos privados divergen en una amplia banda negativa entre u$s 5000 millones y u$s 11.000 millones, si es que se incluye la deuda por los Bopreal del BCRA.
“Todo depende de cómo se establezca el régimen cambiario. Si es una flotación limpia, no importaría el nivel de reservas, porque el precio será el que determine el mercado; pero si compromete a la inflación, que permitió construir el golden bridge del Gobierno con los sectores populares, entonces cobra relevancia”, explicó
Ricardo Dessy, director de Asuntos Públicos y gubernamentales para la Argentina, Uruguay y Paraguay. “Aunque tal vez ese traspaso a precios pueda no ser tanto”, arriesgó.
Sin embargo, “al mercado no le importa tanto el stock como el flujo y la sostenibilidad de las reservas”, opinó el economista
En una charla con periodistas que brindaron junto con el economista jefe para América latina del Citi, Ernesto Revilla, repasaron la situación generada con la iniciativa del gobierno norteamericano de Donald Trump de modificar las reglas del comercio global.
En ese sentido, destacaron que la Argentina puede quedar más expuesta que el resto de los países de la región a la política monetaria de los EE.UU., que busca debilitar el dólar.
“América latina está en buena posición para enfrentar el debilitamiento del dólar que buscaría EE.UU., excepto la Argentina, con una moneda real fuerte, aunque la consistencia de las políticas macroeconómicas podrían ayudarlas a corregir la debilidad”, explicó Revilla.
En relación con el acuerdo con el FMI, Dessy descontó una excelente predisposición junto con el resto de los organismos internacionales “para que la Argentina no caiga en una recesión”.
Dio por descontado que el acuerdo con el Fondo que el board tratará este viernes, se inclinará más por establecer en materia cambiaria, fundamentalmente, metas de reservas internacionales, la eliminación del dólar blend para mejorar la acumulación.
Optimismo con Argentina
“En el mundo hay coincidencia en cómo va a acabar la Argentina pero no tanto en cómo se llega”, subrayó Revilla, al describir con optimismo la corriente de inversiones y el respaldo financiero que puede recoger el país.
“Es probable que el Fondo empiece a mirar con lupa algunas cosas como el dólar blend, por el que se pierde el 20% de las exportaciones y que el levantamiento del cepo se produzca después de las elecciones”, apuntó Dessy.
“La cantidad de reservas será más importante en este programa que el tipo de cambio”, sentenció.