Algún día tenía que pasar. El presidente Javier Milei puso la billetera sobre la mesa y autorizó un incremento del gasto que, aunque superó el billón de pesos, no pone en riesgo el superávit fiscal, la columna vertebral de su plan de gobierno.
Antes de entrar en los números, lo que hizo el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, secundado en la firma por el ministro de Economía, Luis Caputo, es ingresar a la caja dinero de impuestos que no estaba presupuestado, mover partidas de una oficina del Estado a otra y, finalmente y sobre todo, autorizar mayor gasto en algunas áreas.
Ahora bien, autorizar más gasto no quiere decir emitir para pagar esos desembolsos. En este caso, por ejemplo, mayoritariamente se cubren con “aplicaciones financieras”, una partida que, para ilustrar y sin caer en cuestiones técnicas, es una suerte de ahorro para proveer liquidez al Poder Ejecutivo.
Ahora sí, a ponerle cifras. Mediante la decisión administrativa 910 se autorizó un incremento de recursos por $43.165 millones, lo que significa alrededor de 0,05% más respecto a los recursos vigentes previos a esta norma. Por su parte, los gastos tuvieron un aumento por $891.890 millones, o lo que es lo mismo, un 0,9% de aumento.
“Este incremento surge como resultado de mayores autorizaciones para 27 programas presupuestarios por $1.069.545 millones (algo más de un billón), y reducciones en 8 programas por $177.655 millones. Como consecuencia, el resultado financiero del Presupuesto de la Administración Pública Nacional arroja una desmejora de $848.725 millones, lo que implica un incremento del 11,2% del déficit, que pasa a ser de $8.451.754 millones”, dice un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).
Por su parte, para financiar el déficit, las fuentes financieras se incrementan en $33.362 millones y las aplicaciones financieras disminuyen en $815.363 millones
Lo primero que hay que decir es que el principal cheque se lo llevó el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados con $718.549 millones. Una aclaración importante: presupuestariamente el PAMI no existe ya que es un programa dentro de este Instituto. Pero este dinero, claramente, está destinado a la obra social para jubilados y pensionados nacionales.
El segundo programa en importancia que también tuvo financiamiento extra es uno que funciona dentro del Ministerio de Capital Humano que maneja Sandra Pettovello. Se trata de “Acciones de Empleo”, un sistema que maneja la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que aumentó su presupuesto en $220.003 millones. Para poner en perspectiva el desembolso, esta nueva autorización de gasto implica una suba de 34,4% del crédito vigente hasta antes de la decisión administrativa.
De hecho, no es la primera que recibe ya que inició el año con una caja de $199.738 millones y ya tenía autorizado $638.684 millones. Como se dijo, ahora cuenta con 34% adicional.
Dentro de Capital Humano hay otros incrementos más. El Instituto Nacional del Teatro sumó $1500 millones –representa el 30% del crédito vigente–; el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, $512 millones; el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, $402 millones y la Biblioteca Nacional tendrá $101 millones más para gastar.
Poca infraestructura
En el mundo de la obra pública, hay poco y nada. El único que tendrá algo más para gastar es el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa), que manejará una partida adicional de $25.468 millones, lo que significa un incremento de 31,7% para el programa “Asistencia Técnico – Financiera y Desarrollo de Infraestructura para el Saneamiento”.
Para la Jefatura de Gabinete hay buenas y malas. Entre los que sumaron está el Registro Nacional de las Personas (Renaper), que mejoró su caja en $ 16.790 millones, algo así como 16% más de lo que tenía.
Dentro de la Jefatura hubo otra partida que sumó. Se trata de la partida de Control Ambiental, con una mejora de $ 21.127 millones. Ahora bien, dentro de los que los alcanzó la motosierra se cuenta al secretario de Turismo, Daniel Scioli. Al exmenemista y también exkirchnerista le quitaron $70 millones que antes tenía disponibles en la partida de “Promoción Turística”.
Hay algunas empresas públicas que también fueron asistidas. Por caso, el Correo Argentino sumó $15.000 millones, mientras que también se giraron $10.000 millones para Fabricaciones Militares Sociedad del Estado. Finalmente, la Fábrica Argentina de Aviones General San Martín se hizo de $1000 millones adicionales.
El Ministerio de Economía, cuyo titular es uno de los firmantes, reforzó su crédito por $24.779 millones, principalmente para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para afrontar gastos en personal.
El despacho del Presidente también sumó algo de dinero. La partida “Conducción del Poder Ejecutivo Nacional” tenía $68.036 millones para el año, de los que ya gastó el 37,7% del total. Sumó $119 millones más, un vuelto frente a cifras billonarias.