El oficialismo y la oposición pelean voto a voto a favor y en contra del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. La reunión que tuvo Javier Milei en la mañana de ayer con un grupo de diputados de la UCR le allana el camino para frenar la recomposición de los haberes previsionales lo que según el jefe de Estado atentaría contra el equilibrio fiscal.
La sesión que preocupa al Gobierno nacional fue pedida para este miércoles a partir de las 11 hs. y por tres bloques dialoguistas, Encuentro Federal, la UCR y la Coalición Cívica. La solicitud fue firmada por unos 20 legisladores entre ellos Miguel Ángel Pichetto, Emilio Monzó, Nicolás Massot, las principales figuras del radicalismo desde Rodrigo de Loredo a Martín Tetaz, Julio Cobos y Fernando Carabajal, entre otros. También firmó Juan Manuel López presidente del bloque de la Coalición Cívica. Estratégicamente no se sumó al pedido la bancada de Unión por la Patria.
Frente a este panorama La Libertad Avanza sólo necesita impedir que la oposición sume dos tercios de los votos que es lo necesario para ratificar la ley original. Ya cuenta con la colaboración del PRO que en la sanción de la ley tuvo algunas ausencias clave.
En cambio los diputados opositores -dialoguistas, peronistas y algunos otros bloques- están obligados a conseguir esos dos tercios en ambas cámaras para insistir con la norma. Tanto en Diputados como en el Senado consiguieron esa mayoría calificada en el momento de la sanción pero la intervención del propio Milei y otros funcionarios la dinamitó.
Tras un par de semanas de conversaciones la Rosada dio un paso fundamental este martes. .Junto a su hermana Karina Milei y otros funcionarios Milei convocó a un grupo de diputados de la UCR y logró quebrar la unidad del partido frente a su veto.
En el Gobierno incluso apuestan por lograr mucho más de un tercio de los votos para mostrar respaldo al veto. Y en la charla con los radicales el Presidente aseguró que entiende la situación de los jubilados pero que no tiene de dónde sacar la plata para pagarles. Además de comprensión, les pidió a todos que el domingo estén en el Congreso cuando vaya a presentar el Presupuesto 2025.
En este contexto la oposición tuvo que recalcular su estrategia. A la misma hora que la Selección Argentina caía frente a su par de Colombia, se sucedían en el Congreso tres reuniones de bloque de alto voltaje.
Por un lado Miguel Angel Pichetto reunió a Encuentro Federal, bloque que acordó intentar insistir a favor de la ley en su totalidad. Para lograrlo deberían empujar ausencias entre diputados radicales, del PRO o de algunos partidos provinciales de manera de bajar el número de votos requeridos en el recinto. No es una tarea fácil, confesaron varios legisladores a este diario.
En otro ámbito se reunieron los diputados de Unión por la Patria que no sólo apuestan a sostener la ley sino que para presionar convocaron a una gran movilización de la que participará el gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof, sindicalistas de peso e intendentes.
La tercera reunión fue la más compleja. El bloque de la UCR quedó sumergido en una nueva crisis por la injerencia de Milei que contó con la colaboración de su único ministro radical, el excandidato a vicepresidente Luis Petri, y de un gobernador del centenario partido. Además operan los oficialistas Martín Menem, como presidente de la Cámara, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que todavía tiene predicamento sobre algunos radicales que la acompañaron en la campaña presidencial.
La presencia de cinco diputados de la UCR en la Casa de Gobierno enojó a parte del bloque y a los máximos órganos partidarios, la Convención y el Comité Nacional.
Por un lado el órgano legislativo partidario que preside Gastón Manes emitió un comunicado amenazando con sancionar la conducta de aquellos legisladores que incumplieran el mandato partidario en contra del veto presidencial a la Ley de Movilidad Previsional y de la Seguridad Social. También trasladarían al Tribunal de Ética a quienes no acompañaran la Ley de Financiamiento de las Universidades Nacionales. El Comité Nacional que preside el senador Martín Lousteau respaldó ese anuncio poniendo en jaque, una vez más, a la bancada que conduce Rodrigo de Loredo.
Justamente De Loredo intentaba anoche acordar una postura común y le pedía al PRO habilitar la votación sobre tablas y poner a consideración cada artículo por separado. En caso de fracasar el proyecto volvería a comisiones. La intención de un grupo de radicales es ratificar sólo el artículo que establece la recomposición de los haberes jubilatorios en un 8,1% correspondiente al mes de enero. En ese escenario no insistirían con todo el texto de la ley que paradójicamente tuvo como base un proyecto de la UCR.
Irónicamente a los diputados que se desmarcaron y provocaron esta crisis internas los llaman “radicales mileístas línea fundadora”. En la lista están Luis Picat (Córdoba); Federico Tournier (Corrientes); Pablo Cervi (Neuquén); Mariano Campero (Tucumán) y Martín Arjol (Misiones). “Cruzaron la frontera”, se dijo puertas adentro.
Aunque representa a Encuentro Liberal el diputado Tournier responde al gobernador correntino Gustavo Valdés, como también el misionero, Campero y algún legislador más que no estuvo en el convite.
Los más molestos recordaron el discurso con el que el tucumano fundamentó su voto a favor de la recomposición de los jubilados en junio de este año. “La motosierra tiene que ir a la casta, a los que se benefician del Estado argentino, a los que cobran sobresueldos y no a nuestros jubilados”, expresó entonces Campero quien además subrayó que era “una obligación moral que tenemos en este recinto” aprobar la ley.
En cambio ahora Campero justifica su cambio de postura. En un video que subió a sus redes sociales argumentó a favor del veto. “El kirchnerismo, incluso con algunos bloques dialoguistas, tiene un objetivo escondido que es el de golpear el plan económico moviendo uno o dos puntos del PBI”, advirtió el tucumano que acusó a la oposición de utilizar “cuestiones muy nobles como jubilaciones o universidades” para obligar al Gobierno a tomar deuda o emitir en contra de la inflación y el equilibrio fiscal.
El diputado radical Facundo Manes, claramente en la vereda del grupo de radicales más alejados de Casa Rosada, respondió vía X. Bajo el título “Los jubilados no son la casta” reprochó el ajuste fiscal del Gobierno y al propio Presidente. Y en referencia a Campero y a los radicales a favor del veto continuó: “Es triste que opositores quieran usar a los jubilados como moneda de cambio de una negociación política. Basta de querer sacar ventaja a costa del sufrimiento de la gente”.
Además los desafió a que expliquen “¿qué cambió de junio a hoy? Tengan un poco de coherencia”.