La seguridad ciudadana en el Perú atraviesa una de sus peores crisis en la historia reciente. Homicidios, extorsiones y el avance del crimen organizado son la realidad que enfrentan millones de peruanos. En medio de este panorama, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, concedió una entrevista al programa Panorama, donde no solo defendió su gestión, sino que también lanzó duras críticas a sus antecesores y a quienes cuestionan las políticas del actual gobierno.
Con una desaprobación que alcanza el 78%, según encuestas de Ipsos, Santiváñez se encuentra en el ojo del huracán. Su afirmación de que “en el Perú existe una ola criminal nunca antes vista” ha generado un debate público sobre las responsabilidades del Ejecutivo en la lucha contra la inseguridad. Durante la entrevista, el ministro justificó las medidas implementadas por su cartera, destacando los esfuerzos del Plan de Control Territorial y asegurando que los resultados positivos no están siendo valorados por sus críticos.
El contexto no es sencillo. Desde que asumió el cargo, la criminalidad no ha dado tregua: según cifras del Sinadef, en los primeros 17 días del 2025 se registraron 79 homicidios en el país, siendo Lima, Callao y La Libertad las regiones más afectadas. Mientras la ciudadanía exige resultados concretos, el ministro señala que su equipo está trabajando con operativos intensivos y una mayor coordinación interinstitucional.
Críticas a los críticos: una respuesta contundente
Durante la entrevista, Santiváñez no solo expuso las acciones de su cartera, sino que también cuestionó el rol de sus detractores. “Para todos los críticos que nunca hicieron nada, todo lo que haga este gobierno es un fracaso”, señaló enfáticamente, en referencia a las opiniones de exministros y figuras públicas que han cuestionado su gestión. Según el titular del Interior, los problemas de inseguridad tienen raíces profundas, con organizaciones criminales que operan desde hace más de tres décadas.
Asimismo, defendió la labor del gobierno de Dina Boluarte y subrayó que el Perú es un país que está enfrentando la criminalidad con firmeza, en comparación con otros países de la región. “El Perú es un país donde estamos dando golpes a la criminalidad. A diferencia de la región, aquí estamos manteniendo una paz social y política para atraer inversión extranjera”, afirmó.
Sin embargo, Santiváñez reconoció que la situación actual no es el resultado de un solo gobierno. “Somos responsables todos. Desde los gobiernos pasados que no incrementaron el número de efectivos policiales hasta los ciudadanos que compran celulares robados en el mercado negro”, declaró, en un intento por involucrar a todos los actores en la solución del problema.
Acciones concretas y desafíos pendientes
En la entrevista, el ministro destacó las medidas que el Ministerio del Interior viene adoptando para combatir el crimen organizado. Entre ellas, mencionó el inicio de un proceso de asimilación que permitirá incorporar a 1.500 efectivos policiales con experiencia militar. Además, señaló que se están reforzando las unidades de inteligencia para desarticular a las bandas criminales más peligrosas.
Una de las acciones más recientes del gobierno es el Plan de Control Territorial, que busca no solo aumentar la presencia policial en las zonas críticas, sino también mejorar la logística de la Policía Nacional del Perú (PNP). En este sentido, Santiváñez afirmó: “Hemos recibido una policía en ruinas, con chalecos antibalas de 30 años y un parque automotor inservible al 85%. Por eso, hemos declarado en emergencia los suministros logísticos para renovar el armamento y los equipos de protección”.
A pesar de los avances, el ministro reconoció que las capturas realizadas hasta ahora, aunque importantes, no son suficientes para detener la ola de criminalidad. Según explicó, el sistema judicial no siempre aplica sanciones severas, lo que permite que los delincuentes reincidan. “Un sicario detenido esta semana había sido liberado tres veces por robar celulares antes de convertirse en un asesino a sueldo. Esto refleja que necesitamos leyes más estrictas para delitos menores”, enfatizó.