La terapia de luz roja se está consolidando como una herramienta eficaz en el campo de la medicina estética por su capacidad para potenciar la producción de colágeno en el cuerpo.
Comprender para qué sirve y en qué casos se usa la terapia de luz roja que aumenta la producción de colágeno en el cuerpo puede ser clave para quienes buscan mejorar su salud.
¿Para qué sirve la terapia de luz roja?
Se cree que la terapia de luz roja, también conocida como terapia de luz infrarroja, tiene una variedad de aplicaciones potencialmente beneficiosas para la salud.
Sin embargo, según un artículo del sitio web Cuidate Plus, su uso debe ser supervisado y adaptado a cada caso específico debido a la falta de información completa sobre algunos de sus efectos y posibles riesgos.
Este tratamiento utiliza dispositivos que emiten luz roja e infrarroja en el rango de 600 a 950 nanómetros (nm). Aunque aún no se entienden todos los mecanismos detrás de sus beneficios, se cree que la terapia influye en las mitocondrias, que son las fuentes de energía de las células, lo que puede aumentar la actividad metabólica celular.
Entre los principales beneficios de esta terapia se incluyen:
- Estimulación de la producción de colágeno: este componente esencial contribuye a la estructura, fortaleza y elasticidad de la piel.
- Mejora de la circulación sanguínea: favorece un flujo sanguíneo más eficaz, beneficiando la salud de los tejidos.
- Disminución de la inflamación: ayuda a reducir la inflamación en diferentes partes del cuerpo, promoviendo una recuperación más rápida y eficiente.
¿En qué casos se puede usar la terapia de luz?
La terapia de luz roja se está explorando como una opción para tratar diversas condiciones dermatológicas y promover la salud de la piel. Entre los usos más mencionados se encuentran:
- Cicatrización de heridas al acelerar la curación de los tejidos.
- Ayuda a reducir la inflamación y mejorar la apariencia de la piel afectada por el acné.
- Reducción de arrugas al estimular la producción de colágeno, disminuyendo líneas finas.
- Hace que la piel del rostro sea más suave y uniforme.
- Alivia los síntomas y la inflamación de la psoriasis.
- Reduce el enrojecimiento y calma la piel afectada por la rosácea.
- Mejora el aspecto de la piel inflamada por eccema.
- Reducción de la caída del cabello. Además, se investiga su eficacia para estimular el crecimiento capilar.
A pesar de estos posibles beneficios, expertos y dermatólogos advierten que aún no hay suficientes pruebas científicas para usar la terapia de luz roja como tratamiento principal para estas afecciones, según una revisión publicada en Journal of Cosmetic Dermatology.
Por lo tanto, es importante utilizarla bajo la supervisión de un profesional y como complemento a otros tratamientos.