Parece Croacia, pero está a solo un paso de Valencia: un increíble pueblo medieval

Castillo de Peñíscola, Castellón, España (Shutterstock España)
Castillo de Peñíscola, Castellón, España (Shutterstock España)

Ubicada a menos de dos horas de Valencia, el característico pueblo medieval emerge no solo como un destino turístico de gran atractivo, sino también como un rival significativo para lugares tan renombrados como Dubrovnik, debido al encanto impregnado a todos sus rincones. Con sus impresionantes murallas y fortalezas medievales, Peñíscola ofrece una experiencia única que no requiere salir de España.

Turismo Peñíscola describe la ciudad como un enclave privilegiado en la costa mediterránea española. “Los 79 km² del municipio están equitativamente repartidos entre las superficies forestales y los cálidos cultivos mediterráneos”, destaca su web de turismo. De esta manera, esta combinación de grandes arboledas y cultivos —donde los naranjos, olivos y almendros son predominantes— junto a 17 km de litoral mediterráneo, resalta el encanto natural de la región.

Un rincón medieval que compite con Dubrovnik

Entre los puntos más destacados se encuentra el Castillo del Papa Luna, que data del siglo XIV y que fue escenario de la serie Juego de Tronos en 2015. Gracias al esfuerzo por su conservación, se encuentra en perfecto estado y atrae a visitantes tanto por su valor histórico como por sus espectaculares vistas al mar, ya que el castillo está construido en lo alto de un peñón.

No obstante, su encanto trasciende también a su casco antiguo amurallado, de tal forma que recorrer sus calles da una sensación de viaje en el tiempo. Y es que, caminar por la ciudad medieval con casas blancas que dan al mar es una imagen única difícil de olvidar. Según recomendaciones de 20 minutos, la Casa de las Conchas destaca entre los monumentos históricos de la ciudad por su peculiar fachada decorada completamente con conchas marinas.

Pero el pueblo castellonense se queda ahí, pues su singularidad es más amplía.ar, se descubre el Bufador, conocido por su estruendoso sonido, que según explica Turismo Peñíscola, es un fenómeno natural que crea un ensordecedor sonido con la fuerza de las olas. Además, cuenta con una profundidad de 6 metros y una segunda apertura de unos 10 metros inundada en el mar.

Playa de Peñíscola, Castellón (Pixaby)
Playa de Peñíscola, Castellón (Pixaby)

Por otra parte, sus playas no se quedan atrás y no tiene nada que envidiar a la localidad croata, puesto que sus cálidas y cristalinas aguas mediterráneas son perfectas para un chapuzón veraniego. Así, se pueden disfrutar de diferentes ambientes playeros, como relata el diario de 20 minutos, en la playa Norte podrás bañarte con vistas al casco histórico, mientras que en la playa Sur disfrutarás de un arenal más tranquilo.

Aunque hay playas con difícil acceso, como la Playa Torrenova o la Cala Badum, se ven numerosas playas de distintas superficies que complacen con solo mirarlas. Algunas de ellas son: Cala del Volante, Playa de las Viudas o la Playa del Pebret, que es una de las pocas playas de arena del Parque Natural.

Una localidad multicultural con una gastronomía sabrosa

La rica historia de Peñíscola ha sido moldeada por diversas civilizaciones, incluyendo fenicios, romanos, bizantinos y árabes. Un legado que se reconoce a medida que se recorren sus rincones más sobresalientes. Entre estos rincones se encuentra el portal de Santa María, que da acceso al recinto amurallado y a la encantadora Plaza medieval de Santa María. También digno de mención es el faro del siglo XIX, aunque no se puede visitar, proporciona una bella panorámica del castillo.

Asimismo, Peñíscola se ha convertido en un plató natural para producciones audiovisuales debido a su singular patrimonio arquitectónico y natural. Desde principios del siglo XX, ha sido escenario de numerosas filmaciones, incluidas las series El barco y El chiringuito de Pepe, así como la prestigiosa Juego de Tronos, en 2015.

En el ámbito culinario, la ciudad “ofrece una amplia variedad de platos basados en productos frescos y autóctonos” indica la web de Turismo Peñíscola. La pesca ha sido una parte integral de la cultura local, influyendo directamente en la diversidad gastronómica. Platos como el All i Pebre de rape, Suquet de pescado, y mariscos frescos son solo una pequeña muestra de las delicias que esta región puede ofrecer.