Patricia Bullrich: “Con Milei, el país no explotó y se logró la paz social más importante de los últimos 30 años”

A pocos días del primer año de gobierno de Javier Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que el país no sólo que pudo evitar una “explosión” por la acumulación de desequilibrios económicos y tensiones políticas, sino que consiguió “la paz social más importante de los últimos 30 años” debido al fin de los piquetes, la baja en los delitos y una estabilización de las principales variables de la economía.

La funcionaria recibió a Infobae en su despacho del Ministerio de Seguridad, donde repasó los principales desafíos que enfrentó en el primer año de su experiencia en ese mismo cargo. La funcionaria resaltó las estadísticas de baja en los delitos en el epicentro de la crisis delictiva, Rosario, una ciudad atravesada por el drama de la violencia narco.

Más allá de que expresa que no tienen intenciones de ser candidata el año que viene, Patricia Bullrich destacó que La Libertad Avanza necesita ganar de manera aplastante en las próximas elecciones, pero puso como condición para integrar las listas del oficialismo que deben ser dirigentes dispuestos a “votar todo lo que el Gobierno necesite”.

En la entrevista habló también sobre Mauricio Macri -de quien se diferenció por su voluntad de “no especular”-, de Cristina Kirchner y del caso de la Ficha Limpia, un debate que dejó fuertes tensiones entre el PRO y LLA. Y en medio de la polémica por la detención del senador peronista Edgardo Kueider en Paraguay por transportar 200 mil dólares sin declarar, la funcionario advirtió: “Las personas que cometen delitos de corrupción no pueden ser candidatos y está clarísimo”.

Principales definiciones de Bullrich

1- “La duda era ¿cómo se hace este cambio profundo sin que el país explote? No solamente no explotó el país, sino que se logró la paz social más importante de los últimos 30 años”.

2- “Se decía que esta fórmula era imposible: paz social con ajuste, no existe. Sin embargo, lo estamos logrando porque la gente estaba harta, cansada de que le roben su vida, su plata, de que le roben sus esperanzas. El cambio es apoyado masivamente hoy en la Argentina”.

3- “Decían que el dólar se iba a ir a cualquier precio y hoy el dólar oficial está más arriba que el dólar paralelo. Eso quiere decir que el dólar paralelo no existe, porque ¿quién va a comprar un dólar paralelo que está más abajo que el oficial?”

4- “Poner las fuerzas de seguridad en la calle, y decir ‘de la vereda no te bajás’, y generar una libertad hacia las personas que cobraban el plan, más una denuncia concreta sobre los que oprimían, ese fue el gran éxito del fin de los piquetes”.

5- “¿Cómo está ahora la relación con Macri? Y… yo juego sin especulaciones. Soy parte del Gobierno, creo que estamos haciendo un cambio histórico y no me gusta que especulemos”.

6- “Mi estrategia política es jugar con todo. Después hay otras estrategias políticas de decir “bueno, te puedo apoyar en esto y en esto no”. En eso no me prendo y no quiero hablar de Macri, no quiero personalizarlo”.

7- “Nuestro objetivo es ganar de manera aplastante la próxima elección. Todo aquel que quiera ser parte del cambio tiene que ser parte de este espacio político, pero tiene que ser gente que vote todo lo que el gobierno necesita. Macri nunca tuvo problemas con los bloques, nunca le votaron nada en contra”.

8- “Queremos una Ley de Ficha Limpia usada por demócratas, que nos proteja de los sistemas feudales, que en muchas ocasiones les inventaron causas a sus opositores. Este gobierno va a votar la Ficha Limpia”.

9- “Las personas que cometen delitos de corrupción no pueden ser candidatos y está clarísimo. Toda condena a un funcionario público debe llevar la inhabilitación”.

10- “Cuidar a los que nos cuidan implica dar vuelta el concepto del garantismo estúpido, que cada vez que un policía utilizaba su arma en defensa propia o en defensa de la sociedad, terminaba preso el policía y libre el delincuente”.

La entrevista con Patricia Bullrich

– Estamos cerca del primer año de gestión de Javier Milei y de su primer año como ministra de Seguridad, nuevamente. Le pido una reflexión de todo lo que pasó en estos 365 días.

– El país del 10 de diciembre del 2023 es totalmente distinto al país del 10 de diciembre del 2024. El país del 10 de diciembre del 2023 era un país donde la gente vivía en una angustia existencial permanente, veía al país como perdido, como que no se iba a recuperar nunca más, que íbamos a tener que vivir en el empobrecimiento diario, que la corrupción no se iba a erradicar, que los piquetes iban a seguir, que la inflación era parte de la Argentina. En este año, votando al presidente Milei, un gobierno que tiene una decisión de cambio profundo -no un cambio cosmético, un cambio a medias- se empiezan a ver los resultados claros de cómo el Estado le ha devuelto poder a la sociedad. Achicando el Estado, permitiendo que mucho del dinero que se gastaba en estructuras políticas y estructuras estatales volviera a la sociedad.

Es un país que combatió de entrada el déficit y logró el superávit temprano, en el mes de enero. Y eso significó empezar a tener una estabilidad que los argentinos hacía muchos años que no sentíamos. Una inflación que parecía que galopaba a un ritmo imposible y que hoy está total y absolutamente controlada, en niveles por debajo del 3%, como la hemos tenido, y bajando, porque ya hay una realidad de cambio muy importante en las variables. Con la moneda, que decían que el dólar se iba a ir a cualquier precio y hoy el dólar oficial está más arriba que el dólar paralelo. Eso quiere decir que el dólar paralelo no existe, porque ¿quién va a comprar un dólar paralelo que está más abajo que el oficial? Simplemente la gente se queda con los pesos porque no tiene sentido en este momento comprarlos, algo bastante novedoso en la Argentina.

Por otro lado, la otra columna vertebral que es importante, es que de alguna manera era ¿cómo se hace este cambio sin que el país explote? Y creo que no solamente no explotó el país, sino que se logró la paz social más importante de los últimos 30 años.

El Gobierno desactivó las protestas piqueteras que generaban malestar en la sociedad

– A ver, me interesa el concepto.

– La desaparición de los piquetes, el control total de la calle, la desestructuración de todos los intentos diarios de tomas de fábricas y de bloqueos, la tranquilidad que hoy vive la gente, el combate a las zonas que estaban dominadas por el narcotráfico, empezando por la ciudad de Rosario.

Se estudiaron 109 casos de planes que intentaron bajar los homicidios. De ellos, solo 18 fueron medianamente exitosos en el tiempo, pero no existe un plan que en 12 meses haya bajado los homicidios en un 64% en toda la ciudad, y en un 77% en los barrios complejos de Rosario, donde están las fuerzas federales y donde estaba el máximo nivel de violencia. Imagínense lo que significa eso para la población. Es un caso inédito en estudios comparados de seguridad.

La lucha contra el narcotráfico y por la seguridad en las ciudades que estaban tomadas, el fin de los piquetes y el fin o el control de los bloqueos ha generado una sensación y una realidad de paz social. Se decía que esta fórmula era imposible: paz social con ajuste, no existe. Sin embargo, nosotros lo estamos logrando porque la gente estaba harta, cansada de que le roben su vida, que le roben su plata, de que le roben sus esperanzas. Y el cambio es apoyado masivamente hoy en la Argentina.

– Me interesa que nos enfoquemos sobre el tema de piquetes, una política de shock. ¿Qué herramientas o qué medidas permitieron doblegar a las organizaciones piqueteras y a estos grupos que cortaban la calle todo el tiempo?

– Lo primero que uno tiene que destacar es que estos temas no son técnicos, son temas que pasan por la decisión de liberar a la gente de esa toma total y absoluta de la ciudad y de que el orden público es un elemento fundamental para la organización de un país, para la tranquilidad de la gente y para cualquier negocio, cualquier comercio. Porque esto no solamente pasaba en Buenos Aires, el Chaco estaba tomado, Rosario estaba tomado, muchas ciudades del país estaban tomadas que hoy están bajo control.

20 de diciembre. El primer día que se aplicó el protocolo antipiquetes, el presidente Milei respaldó a la ministra Bullrich

– El norte con Milagro Sala, por ejemplo.

– El norte con Milagro Sala, que eso ya comenzó en el 2015. En todo esto, la primera definición es animarse a romper una lógica, que era la que conducía a no hacer nada. El no hacer nada era “tengo miedo a actuar, porque si actúo puedo tener una consecuencia”, sin entender que había millones de argentinos presos del no actuar presos porque sus ciudades estaban tomadas y no hablemos de la Ciudad de Buenos Aires, que estaba totalmente tomada.

La primera decisión es que hay que hacer lo correcto, hay que animarse, y el miedo no puede conducir nunca a un gobierno, porque el miedo paraliza y hace tomar decisiones equivocadas. La segunda es entender que los actores que intentan secuestrarte la gobernabilidad van a hacer exactamente lo mismo. Y eso pasó: asumimos el 10 de diciembre y el 20 tuvimos la primera marcha. Los actores -en este caso las llamadas organizaciones sociales y muchos sindicatos- hicieron una gran marcha y ahí fue la primera decisión: Protocolo Antipiquetes y a la vereda. Dijeron “no lo van a poder hacer, no se van a animar”. Lo hicimos y lo logramos.

Lo segundo fue ir sobre algo que era público y que daba vergüenza que no se tomaran decisiones sobre eso. Cuando uno veía una marcha en el centro de la ciudad, por ejemplo, escuchaba que la gente decía “yo vine acá porque es mi trabajo, me sacan plata para venir acá”. Se veían los micros que alguien los pagaba.

– Se tomaba lista.

– Se tomaba lista, se veía la gente y todo eso. Salía por la tele y no había un funcionario que dijera “se terminó”. Nosotros dijimos “esto se termina, vamos a liberar a la gente de este sistema de opresión, de punteros, gerentes de la pobreza, sindicatos”, que le hacían este tipo de mecanismo de control social sobre aquellas personas que recibían un subsidio del Estado, es decir, pagado por los ciudadanos.

Hicimos dos cosas ahí muy importantes: la primera fue poner un teléfono donde la gente pudiera llamar, el 134, que está abierto para que sigan llamando cuando quieran. Ese teléfono funcionó, fue impresionante, tuvimos 200.000 llamadas y ese teléfono llevó a que se presentasen las causas, hoy hay 1.700 causas activas, tenemos 84 procesados y otros en camino a ser procesados. Y, por ejemplo, Eduardo Belliboni, el líder del Polo Obrero, procesado por lavado de activos y estafas, porque tenían facturas truchas.

Ahí se desenmascaró el sistema y mucha gente empezó a entender que no tenía que ir a la marcha y que no dependía de ese señor, sino que al revés, que esos señores le habían estado sacando parte de su dinero.

Y lo otro fue lo que hizo Capital Humano, porque había una casta en las organizaciones sociales que, por ser los gerentes de esas organizaciones sociales en cada barrio, cobraban dos y hasta tres planes para llevar a “la manada”, a hacer lo que ellos querían, y elegían quién sí y quién no. La gente estaba como presa de este sistema. Eso Capital Humano lo sacó y con eso les sacó el poder para sacarle dinero a la gente.

La ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, fue clave en la desarticulación de las organizaciones piqueteras

– De recaudación.

– Todo esto les devolvió libertad a las personas que cobran el plan y que siguen cobrando el plan. Y lo primero que se hizo, que al principio yo dudé de eso, pero me acuerdo que el presidente Milei lo explicó y dijo “por ahora las personas no tienen que hacer nada”, porque si no van a seguir siendo presas de estas organizaciones. Allí fue que las personas dejaron de concurrir a las marchas, dejaron de ir a las cooperativas, y hoy se está organizando un sistema individual. Los que siguen cobrando el plan -que es por dos años, es decir, que ya les quedaría un año- desde agosto se empezaron a anotar en planes de estudio o en oficios, con posibilidades de trabajar en un determinado lugar.

Hay una variedad de posibilidades. Hace como tres meses ya se habían registrado 800.000 personas e imagino que ahora deben estar prácticamente todos registrados, y tienen la posibilidad de elegir lo que quieran, y el Estado les va a seguir pagando y luego ya se va a dejar de pagar, porque las personas van a adquirir capacidades reales, no ser piqueteros, sino capacidades reales para insertarse en la sociedad. Ese mecanismo de poner las fuerzas de seguridad en la calle, y decir “de la vereda no te bajás”, y generar una libertad hacia las personas que cobraban el plan, más una denuncia concreta sobre los que los oprimían, ese fue el gran éxito del fin de los piquetes.

La ministra Patricia Bullrich volvió a Santa Fe la semana pasada tras el video con la amenaza narcoterrorista

– Hablamos del tema de los piquetes y ahora le pido abordar la cuestión de la seguridad y la baja del delito. Uno de los principios que aplica es “cuidar al que nos cuida”. ¿Qué otros factores fueron claves para desescalar la cantidad de delitos en Rosario y en el resto del país?

– Cuidar a los que nos cuidan, el que las hace las paga, y el que corta no cobra. Esos tres elementos han sido fundamentales para generar un orden y una filosofía que, aunque parezcan frases cortas, tienen un contenido muy importante.

“Cuidar a los que nos cuidan” implica dar vuelta el concepto del garantismo estúpido, que cada vez que un policía utilizaba su arma en defensa propia o en defensa de la sociedad, terminaba preso el policía y libre el delincuente. Y como estos, hay muchos casos: los presos liberados de la pandemia que luego cometieron homicidios, abusos sexuales; las cárceles como empresas criminales. Todo eso fue toda una decisión de fondo, de cambio de un paradigma de garantismo estúpido a un paradigma de la ley estricta y no tener esa idea de que hay que pensar que el que roba, el que mata, en definitiva, es producto de un problema social.

– Una víctima.

– No, es un victimario. Así, las fuerzas de seguridad se sienten protegidas, sienten que pueden trabajar sin tener que mirar al costado, porque si hacen lo que tienen que hacer podían terminar presos. Esta filosofía se fue extendiendo al resto del país, lo hablo con todos los ministros de seguridad del país y todos han comenzado a proteger mucho más a sus fuerzas de seguridad, porque se dan cuenta de que les dan el espíritu para poder trabajar bien.

– Sobre la lucha contra el narcotráfico me interesa que cuente qué fue lo que cambió de gobiernos anteriores a la política que se aplicó desde que Javier Milei asumió como presidente.

– Lo primero que cambió en el gobierno de Javier Milei fue una decisión implacable. El anterior ministro de Seguridad dijo “esta guerra está perdida”. Y el ministro de la Provincia lo decía siempre, decía “no se le puede ganar al narcotráfico”. Y así entramos a Rosario. Cuando entramos a Rosario, el 18 de diciembre del año pasado, entramos con un gran escepticismo de la sociedad, porque venían de ministros que decían “esto es una guerra perdida”. Y habían tenido lo peor del garantismo, y el colmo, que fue la primera ministra de Seguridad de la Nación, que desarmó todo lo que nosotros habíamos armado.

Mismo despacho. Bullrich cuestionó a Sabina Frederic, quien asumió en el Ministerio de Seguridad en 2019

– ¿Habla de Sabina Frederic?

– Sí, Sabina Frederic. Desarmó todo, no dejó nada en pie. Si esto lo hizo Bullrich, afuera, ¿Esto lo hizo Bullrich? Afuera. Tuvimos que recuperar el sentido, la dirección de qué íbamos a hacer y hacerle entender a los delincuentes que íbamos con todo, con una alianza muy fuerte con el gobierno provincial, las fuerzas federales, con la policía de Santa Fe. Fuerzas federales en los lugares más complejos y la Policía de Santa Fe, que también tiene que atender las incidencias de todos los días, el 911 -que tiene X cantidad de llamadas por día- y las fuerzas federales en los lugares más complejos. Así comenzamos.

El segundo paso muy importante fue el trabajo sobre la inteligencia criminal: cómo se movían las bandas, quién estaba adentro, quién estaba afuera, cómo eran los sistemas de comunicación. Y ahí fuimos a las cárceles, con sistema de alto riesgo en las cárceles de Santa Fe, sistema de alto riesgo en las cárceles del Servicio Penitenciario Federal, donde tenemos más de 140 detenidos de alto riesgo de Rosario, y ya empezaron a mandarnos de todo el país.

– ¿Y por qué lo hacen?

– Porque se dieron cuenta de que es un sistema que aísla la posibilidad de que las cárceles sean oficinas comerciales de los narcotraficantes y que de ahí manejen a las bandas. Este sistema tuvo una amplia repercusión social y mucho apoyo de la Justicia, porque no hemos tenido casos de habeas corpus que les dieran la razón a los presos y los liberaran, porque eso hubiera sido muy duro para nosotros. El apoyo judicial que tuvimos fue muy importante.

El cambio al sistema acusatorio, liderado por Mariano Cúneo Libarona, el Ministro de Justicia, que empezó en Rosario. Eso fue muy importante porque Sistema Acusatorio Provincial, Sistema Acusatorio Nacional, fiscales con fiscales, eso genera una conexidad inmediata, donde se hablan y la desformalización, la rapidez, ayuda a que juicios que antes duraban años, ahora en 30 días tienen condena.

Es la lógica de entender las bandas. El análisis criminal: un grupo de análisis que estudia patrones, conductas, movimientos, que lo tenemos en Rosario. El Comando Conjunto, liderado por Gendarmería Nacional Argentina con las Fuerzas Federales y la Policía de Santa Fe, más el trabajo comprometido del gobierno de Santa Fe, porque además Maximiliano Pullaro ha sido ministro de Seguridad, y el actual ministro Pablo Cococcioni, con todo nuestro equipo.

Tenemos algo que es importante y hay que nombrarlo porque vale la pena entender el compromiso. Nosotros tenemos dos funcionarios, uno que dirige en campo el Plan Bandera, que es Federico Angelini, que es rosarino. Y tenemos a un segundo rosarino, German Pugnaloni, un gran experto en los temas de Justicia, que condujo, con el Ministerio de Justicia, y sigue día a día el acusatorio en Rosario. El compromiso de dos rosarinos con su propio lugar, el haber puesto a esos dos funcionarios ahí, ayudó muchísimo y eso lo rescata mucho el gobierno de Santa Fe, porque conocen en detalle todo.

Y por supuesto, el compromiso de las fuerzas que llegaron a Rosario sin nada. Tuvimos que pedir camionetas prestadas. La Policía de Santa Fe y la Policía de la provincia de Buenos Aires nos prestaron camionetas. Primero hubo autos del Ejército, un helicóptero del Ejército, porque no teníamos nada, pero sí teníamos la voluntad de mostrar que se podía.

Y es el caso más exitoso de 109 planes de reducción de homicidios que se estudiaron en el mundo. Así que la verdad que para nosotros es un sinfín. Es decir, no hay un día que esto se termina. Puedo decir “hoy es el caso más exitoso” y mañana puedo tener un problema, porque las negras también juegan. Mañana podemos tener un problema, por eso no doy por terminado nada, pero digo: que en 12 meses hayamos tenido el plan más exitoso de 109 experiencias estudiadas por expertos de seguridad en un trabajo que está publicado, realmente nos llena de orgullo.

Bullrich, detrás el gobernador santafesino Pullaro, y a la derecha, el intendente de Rosario, Pablo Javkin

– Hablamos ya de la cuestión de la gestión y antes de entrar a la cuestión política le quiero hacer una pregunta si se quiere personal…

– No, de política yo no hablo (risas).

– Le hago una pregunta más personal. ¿Cuando decidió darle el apoyo para la segunda vuelta, imaginaba que Milei iba a hacer todo esto, que era capaz de llevar adelante una transformación como la que hizo?

– Totalmente.

– ¿Sí, porque para el sistema político fue toda una sorpresa, pocos se imaginaban que podía llevar adelante estas reformas?

– Yo estuve a punto de hacer un acuerdo con Milei antes. Tenía una excelente relación con Milei y él me propuso muchas veces ir a unas PASO juntos. Luego, se dio que nosotros ganamos las elecciones del 2021, Juntos por el Cambio, y yo me decidí a ser la candidata a presidente. Y, contra todo el aparato, gané las PASO. Después en la campaña nos raspamos un poquito.

– Un poquito bastante.

– Para mí fue un error de mi parte. Yo admito…

– ¿Un error de su parte?

– Cada uno tiene que decir lo suyo. Yo no voy a hablar por lo que piensa el presidente.

Un año atrás. La primera vez que públicamente Bullrich se mostró con Javier Milei y le dio su apoyo para la segunda vuelta

– ¿Pero usted reconoce un error?

– Yo reconozco un error porque la gente nos veía muy juntos. Recuerdo que una de nuestras consignas -que fue muy criticada por Larreta y por todo lo que significaba lo que nosotros llamábamos “las palomas” o “los tibios”– fue cuando hice una propaganda en la que dije “es todo o es nada”, que Argentina no podía tener un programa de gobierno que vaya a la mitad. “¿Es todo o es nada? Si no hacemos todo lo que hay que hacer, vamos a volver a la nada”, es decir, a lo que ya estábamos, a la Argentina de la miseria, de la destrucción institucional y política, a la política como privilegio.

Yo veía y escuchaba a Milei y sabía que teníamos cosas muy parecidas y que teníamos una idea de cómo desarmar el Estado. Tanto es así que Federico Sturzenegger trabajó conmigo, después, por supuesto, se unió al trabajo que ya había hecho Milei también sobre todas la hojarasca que tiene la Argentina, las burocracias. Yo me sentí siempre muy cerca.

El día que perdí las elecciones tuve dos sentimientos: uno de tristeza y otro de convicción. La tristeza de haber perdido y la convicción de que tenía que apoyar a Milei, porque el cambio lo iba a representar él, y nunca, nunca, nunca Massa, nunca, nunca. Massa iba a ser lo peor que le podía pasar a la Argentina, a una Argentina destruida. Y bueno, acerté.

Otra época. Patricia Bullrich, Sergio Massa y, detrás, Javier Milei

– A sellar ese acuerdo de apoyo a Milei fue con Macri…

– Y con Luis Petri, también.

– Con Petri y varios más. ¿Cómo ve la relación ahora de Macri con Milei y del PRO con el gobierno en general?

– Voy a contar un poquito esa historia. Esa noche, que como les digo, tuve una sensación de tristeza -porque perdí la elección- tomé mi tesis doctoral, donde hablo de la recurrencia de los sistemas corporativos en Argentina y cómo extorsionan la gobernabilidad.

Me quedé hasta las 6 de la mañana leyendo mi tesis, convencida de que lo que había escrito ahí era lo que iba a pasar si ganaba Massa. Me quedé dormida como a las 6 de la mañana, me levanté a las 9:30, me fui a la oficina y me enteré de que hubo una reunión en la casa de Macri, donde estuvieron Jorge Macri, Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y varios más. A mí no me invitaron, no fui, pero me enteré de que en esa reunión habían quedado en la idea de “bueno, esperemos una semana”.

Yo llegué a mi oficina como a las 10 de la mañana, y vino todo el equipo de campaña: Juan Pablo Arenaza, Federico Pinedo, todo el equipo de campaña, Carlos Cortés, y a todos les dije: “Tengo una convicción, repasé las ideas de toda mi vida, las que me llevaron a escribir el libro más difícil de mi vida, que es una tesis doctoral, y tenemos que apoyar ya a Milei”.

Ahí me entero de que en la reunión que se había hecho en la casa de Macri, habían decidido esperar una semana a hacer unos focus groups. Le dije a Pinedo “Federico, acompáñame a la casa de Mauricio”. Lo llamo y nos vamos a la casa de Mauricio y le explico a él cuál era toda mi teoría de por qué había que romper este sistema corporativo, que al haber perdido la alternativa para romper ese sistema corporativo -lo que Milei siempre llamó “la casta”- era apoyarlo a Javier.

Me dijo “qué rápido lo pensaste”. “No, no -le contesté- lo vengo pensando toda la vida, y por eso hice la campaña que hice.

Lo escribí, lo pensé siempre, y por eso siempre fui bastante marginal al sistema político, a la rosca. En mi vida política siempre fui muy marginal a eso. Y me dijo “Bueno, convénceme”, le hice todo el argumento de por qué íbamos a terminar en una gobernabilidad extorsionada por los mismos de siempre, que iba a haber miedo, que Massa iba a ser la continuidad de la Argentina de la decadencia y que había que apoyarlo a Milei inmediatamente.

“Bueno -me dijo- ok, está bien”. Y ahí fue que sucedió la reunión a la noche, donde Javier -que ese día tenía todos los focos sobre él, todas las entrevistas- llegó como a las 11 de la noche y ahí fue donde le dijimos que habíamos decidido esto, por supuesto lo sumamos inmediatamente a Petri. Creo que fue un proceso correcto. ¿Cómo está ahora la relación? Y… yo juego sin especulaciones. Soy parte del gobierno, estoy contenta, creo que estamos haciendo un cambio histórico y no me gusta que especulemos.

El día que anunciaron Bullrich y Petri su apoyo a la fórmula Milei-Villarruel

– No le gusta que “especulemos”. Lo dice con un nosotros o es ¿Macri el que está especulando?

– No, no. Hay una estrategia política que es la que yo llevo adelante, además de ser miembro del Gobierno, que es jugar con todo. Y después hay otras estrategias políticas de decir “bueno, te puedo apoyar en esto y en esto no”. Bueno, yo en eso no me prendo y no quiero hablar de nadie, no quiero hablar de Macri, no quiero personalizarlo. Creo que tiene que ver con que cuando el cambio está en marcha decir “paremos un poquito”…

– Se lo tengo que preguntar en términos personales, porque Macri tuvo una diferenciación muy importante con la ley de Ficha Limpia. Por ejemplo, acusó al Gobierno de no haber hecho lo suficiente para que se apruebe. Hay gestos de diferenciación que chocan con esta idea del “todo o nada” de la campaña.

– Sí. Lo que pasa es que, creo, hay que hacerle algunos retoques. Lo está haciendo una comisión, pero para mí hay que hacerle algunos retoques a esa ley. Por ejemplo, para mí solamente debería ser la justicia federal y no las justicias locales, que muchas de ellas son el brazo del gobernador.

– Algunos jueces federales también responden al gobernador.

– Sí, hay provincias que tienen jueces federales que son el brazo del gobernador. Yo creo fervientemente que tiene que haber una ley que nos proteja de los sistemas feudales. Los sistemas feudales ya han demostrado en muchas ocasiones que han inventado causas a sus opositores. Estamos todos de acuerdo con Ficha Limpia, pero con una Ficha Limpia usada por demócratas. Si en el medio creemos que se va a usar, como puede ser por ahí en la Ciudad de Buenos Aires, no hay que pensar solo en la Ciudad de Buenos Aires, hay que pensar en todo el país.

Mauricio Macri

– Formosa, por ejemplo.

– Por ejemplo. Nosotros nos equivocamos en no haber presentado los retoques que necesitaba esa ley para ser sostenible en todo el país. Este gobierno va a votar la Ficha Limpia, pero la va a votar dándole a todos los ciudadanos de todo el país las mismas oportunidades. No queremos que sea una ley de la Ciudad de Buenos Aires.

– El Gobierno decía “no queremos que Ficha Limpia sea una ley proscriptiva de Cristina Kirchner”.

– Bueno, a ver… En ese sentido…

– ¿Tiene que quedar fuera Cristina Kirchner de Ficha Limpia?

– Es que las leyes no son para las personas en términos individuales. Las leyes, si uno las piensa así, las piensa mal. Alguno puede decir “lo de Cristina Kirchner fue anterior”, con lo cual siempre la ley penal más benigna es la que le va a tocar.

– ¿No debiera tocarle a ella?

– No sé, pero no se puede hacer una ley para una persona y puede ser una herramienta muy peligrosa en provincias feudales. Pero ojo, que las personas que cometen delitos de corrupción no pueden ser candidatos, para mí, está clarísimo. Y que hay muchas veces donde ha habido condenas de funcionarios que no les pusieron la inhabilitación. Toda condena debe llevar también la inhabilitación, porque si la hizo un funcionario público debe llevar la inhabilitación.

Cristina Kirchner

– Quiero preguntarle si usted se ve para el año que viene dentro del PRO o piensa que va a estar mejor en La Libertad de Avanza. Pregunto porque en la definición de autoridades, Mauricio Macri la marginó de todos los cargos que había acordado antes, no fue así?

– Sí, sí. Tomó la decisión de no respetar el acuerdo que habíamos hecho -yo iba a ser la presidenta de la Asamblea- pero bueno, allá el que rompe un acuerdo que estaba firmado y que hizo que nosotros no presentásemos una lista alternativa. Yo espero que haya unidad ¿por qué espero que haya unidad? Porque considero muy importante que el triunfo el año que viene sea aplastante.

A nosotros nos contó Nayib Bukele una anécdota cuando estuvimos con él aquí en la Casa de Gobierno. El régimen de ellos es distinto: se vota el presidente sin las cámaras y después hay una sola cámara que vota todo junto. Es bastante más fácil que la nuestra, que se mueve con lentitud.

– Exacto.

– A mitades la Cámara de Diputados y a tercios la Cámara de Senadores. Así que en años uno logra una mayoría. Y Bukele nos contó: “las primeras 77 leyes que presenté me votaron en contra; me volvieron a votar en contra; me anularon el veto y yo hice malabarismos durante los dos años; pero expliqué a la gente que todo eso que no me habían dejado hacer era lo que le iba a traer seguridad, bienestar, iba a terminar con las maras, con un país tomado”. Después de eso, ganó aplastantemente la siguiente elección.

Nuestro objetivo es igual: ganar aplastantemente la próxima elección, con lo cual todo aquel que quiera ser parte del cambio tiene que poder tener o ser parte de este espacio político. Pero tiene que ser comprometido, tiene que ser gente que vote todo lo que el gobierno necesita, como pasó siempre.

El radicalismo siempre le votó a sus gobiernos todo lo que su gobierno necesitó. Mauricio Macri nunca tuvo problemas con los bloques. Y nunca le votaron nada en contra.

Milei, entre Mauricio Macri y Victoria Villarruel

– ¿Macri no está haciendo lo mismo?

– Nosotros necesitamos tener un Parlamento que apoye al gobierno y que entienda que las cosas que las que manda el Gobierno no son caprichos, son herramientas necesarias para los cambios que estamos haciendo.

– ¿Si fuera la candidata Cristina, le gustaría más o menos?

– A mí me da lo mismo, es un problema de ella. No opino sobre lo que quiere hacer Cristina. La Argentina hasta hace dos años se definía por el kirchnerismo-antikirchnerismo, inclusive en nuestro gobierno era como la contradicción principal, como diría Mao Zedong.

Ahora, el centro de la política argentina, es Milei y las ideas que representamos en el Gobierno, y ya no es más kirchnerismo-antikirchnerismo: es Milei en el centro, y este es un cambio político, cultural y de poder enorme.

Entonces tenemos que aprovechar y no ponerla a Cristina arriba o abajo. ¿Qué nos importa? Si a nosotros lo que nos importa es que la gente banque como está bancando -y uso la palabra “bancar”- el proyecto de cambio profundo que se está haciendo en la Argentina, Eso es lo que vale.