WASHINGTON.— Los videos que últimamente se viralizaron en TikTok cuestionan el modo en que muchos de nosotros nos cepillamos los dientes. Lo que recomiendan esos videos es cepillarse los dientes con un dentífrico con contenido de flúor y escupir, pero no enjuagarse…
Y los odontólogos expertos coinciden: recomiendan cepillarse al menos dos veces al día con un dentífrico fluorado para prevenir las caries, y agregan que si nos salteamos el enjuague de la boca después del cepillado, el flúor se queda en los dientes y nos brinda mayor protección.
Quienes de todos modos prefieran enjuagarse, deberían hacerlo suavemente y con apenas un sorbo de agua de la mano, o dejar pasar 20 minutos y enjuagarse después, explica Brittany Seymour, vocera de la Asociación Dental de Estados Unidos y profesora adjunta de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Harvard.
Un estudio de 1999 realizado en el Reino Unido sobre 2800 adolescentes de entre 15 y 16 años reveló que quienes se enjuagaban la boca con un base de agua después de cepillarse tenían u promedio de casi cuatro dientes deteriorados, faltantes o con caries, en comparación con tres en el caso de los adolescentes que no se enjuagaban. Y los que se enjuagaban con poca agua, por ejemplo la que cabe en una mano, tenían unos 3,62 dientes malos en promedio.
No enjuagarse el dentífrico no es esencial para quienes tienen dientes sanos, pero a las personas que consumen una dieta con mucha azúcar o tienen tendencia a las caries les viene muy bien esa ayuda extra del fluoruro, dice Margherita Fontana, profesora de la Escuela de Odontología de la Universidad de Michigan. “Cuando nos enjuagamos, básicamente estamos barriendo con todos los ingredientes activos de la pasta dental que acabamos de aplicarnos en los dientes”.
Y para los que quieren enjuagarse sí o sí después del cepillado existen otra opción: seguir con un enjuague bucal fluorado, sugiere Fontana.
La placa dental está cubierta de ciertas bacterias productoras de ácido, que potenciadas por una dieta rica en azúcar y una pobre higiene dental, terminan causando las caries. El floruro es un mineral que ayuda a prevenir las caries protegiéndolos dientes, básicamente, ayudando a reemplazar los minerales que va perdiendo el esmalte dental y a impedir que los siga perdiendo.
Si bien el fluoruro es un elemento esencial del cuidado bucal, su ingesta excesiva puede aumentar el riesgo de toxicidad. En la primera infancia, durante el desarrollo de los dientes, ingerir demasiado fluoruro durante un periodo largo de tiempo puede hacer que los dientes queden con manchas blancas, un problema estético llamado fluorosis.
Los odontólogos expertos dicen que la cantidad de fluoruro que queda en nuestros dientes después de cepillarnos es segura, aunque los niños siempre deberían ser supervisados cuando se cepillan, para asegurarse de que no lo traguen en cantidad.
¿Qué más hay que saber?
Para los chicos se recomiendan los mismos hábitos de cepillado: una pasta de dientes con flúor tan pronto les empiezan a salir los dientes. En el caso de los niños menores de 3 años, los adultos a cargo deben cepillarles los dientes con una cantidad de dentífrico “del tamaño de un grano de arroz”, y para los de 3 a 6 años no debe ser más grande que una arveja, según la Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica (AAPD, por su sigla en inglés).
Luego, los padres y adultos a cargo deben hacer que los chicos escupan la mayor cantidad posible de dentífrico para evitar que lo traguen, pero mantener el flúor restante en los dientes para ayudar a protegerlos contra las caries, dice Scott Cashion, dentista pediátrico y presidente de la AAPD.
“Recomendamos que lo escupan, pero que intenten no enjuagarlo”, apunta Cashion. “Cuando se van a dormir, el flúor que queda en los dientes ayuda a proteger los dientes durante la noche”.
Conclusión
No enjuagarse después de cepillarse los dientes con una pasta dental que contenga flúor —o enjuagarse ligeramente o retrasar el enjuague— para que el flúor permanezca en los dientes y nos brinde un extra de protección.
Por Lindsey Bever
(Traducción de Jaime Arrambide)