La clonación de perros presenta numerosos desafíos que dificultan su proceso, especialmente en comparación con otras especies como los gatos. Así lo asegura una experta que trabaja en la empresa de clonación más grande del mundo, quien detalla los obstáculos y complejidades técnicas que esta tarea implica.
Aunque el mercado de la clonación de mascotas creció en la última década, los perros siguen siendo, por diversos motivos biológicos, los más difíciles de clonar.
¿Por qué la clonación de perros es más compleja que la de otras mascotas?
De acuerdo a la charla que el sitio Wired mantuvo con la responsable de atención al cliente de la mayor empresa comercial de clonación de mascotas, a diferencia de los gatos, cuya clonación es relativamente menos complicada, los perros presentan características biológicas que aumentan la dificultad del proceso.
Uno de los principales retos que detalla la especialista, radica en que las perras solo entran en celo una o dos veces al año, lo que limita las oportunidades de obtener los óvulos necesarios para la clonación.
Además, a diferencia de otras especies, las perras no pueden ser inducidas a ovular artificialmente.
Otro obstáculo es la imposibilidad de congelar los embriones caninos, una técnica común en otros animales que permite planificar mejor los tiempos de gestación. En el caso de los perros, los embriones deben ser implantados inmediatamente después de su creación.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso de clonación en perros?
El proceso de clonación de perros requiere de varias etapas altamente especializadas que deben realizarse con precisión para lograr un resultado exitoso.
Primero, se recolectan células vivas del perro a clonar, generalmente a partir de un pequeño tejido, como un trozo de oreja, que luego se cultiva en el laboratorio para multiplicarse y conservarse congelado hasta su uso.
Una vez que las células están listas, comienza la creación de embriones. Para ello, un óvulo de una perra donante se vacía de su núcleo y se introduce una célula del perro original, sometiéndola a un estímulo eléctrico que le permite comenzar a desarrollarse como embrión.
Cuando se generaron suficientes embriones, se transfieren a una perra de alquiler, seleccionada por su capacidad de llevar adelante la gestación.
A partir de aquí, los embriones se desarrollan de manera similar a una gestación natural, lo que finalmente culmina en el nacimiento del clon.
Algunos detalles esenciales de este proceso incluyen:
- Cultivo de células en el laboratorio.
- Preparación del óvulo donante.
- Estimulación para iniciar el desarrollo embrionario.
Este procedimiento permite obtener uno o más cachorros clonados, replicando así las características genéticas del perro original.
¿Es posible que un perro clonado tenga la misma personalidad que el original?
Aunque genéticamente los perros clonados son idénticos al original, la experta advierte que es poco probable que la nueva mascota tenga exactamente la misma personalidad.
Si bien hay una conexión genética que puede influir en ciertos rasgos como el temperamento o la inteligencia, la personalidad final depende de factores externos, como las experiencias y el entorno en que el animal se desarrolla.
Es común que los propietarios experimenten cierta nostalgia al ver similitudes físicas o de comportamiento, pero también deben estar preparados para criar a una mascota que será diferente en varios aspectos.
Como señala la experta, algunos propietarios describen la experiencia como si su mascota original hubiera “tenido un hijo”, lo cual facilita una conexión afectiva sin expectativas rígidas.