¿Por qué se desploma Wall Street y cómo impacta en Argentina?

Los mercados globales están sufriendo su mayor caída diaria desde septiembre de 2022.

Las causas de la caída se deben a un deterioro en las expectativas económicas en EE.UU. Por otro lado, existen factores globales que afecta a los mercados.

El contexto internacional se torna más desafiante para los bonos argentinos.

En modo pánico

Los mercados globales están sufriendo su mayor caída diaria desde septiembre de 2022.

El S&P500 cae 3,6%, mientras que el Dow Jones desciende 2,8%. En donde se ven las mayores caídas es en las acciones tecnológicas, que se desploman 4,8% en la apertura.

Las grandes compañías tecnológicas operan con caídas muy abultadas.

Casos como Tesla, Nvidia y Apple pierden entre 105 y 14%. Por su parte, Amazon, META y Microsoft retroceden entre 4,5% y 9%

En este escenario, la volatilidad se dispara a máximos desde la pandemia.

El índice de volatilidad VIX, alcanza los 65 puntos el lunes, siendo el mayor nivel desde la pandemia y el tercer valor más alto desde 2008.

Las causas de la caída: cambio de expectativas económicas

Con la caída actual, los principales índices accionarios ingresan en una fase correctiva.

El índice Nasdaq pierde 15% desde sus máximos, mientras que el S&P500 baja 9% y el Dow Jones desciende 5% desde el pico tocado en julio pasado.

El ajuste actual en las acciones responde a un cambio de expectativa económica por parte de los inversores. 

La volatilidad en el mercado vino la última semana de la mano de datos del mercado laboral peor de lo esperado, junto con datos del sector de manufactura que también registraron señales de desaceleración más fuerte de lo esperado.

El desempleo saltó al 4,3% en julio, por encima del 4,1% que esperaba el mercado. Además, la economía de EEUU creó 114.000 puestos laborales, muy debajo de los 176.000 que se esperaba.

Por otro lado, el PMI manufacturero se desplomó a 46,8, debajo de los 48,8 que estaba esperando el mercado.

Ambos registros, junto con balances en las big tech que decepcionaron, provocaron un entorno de negatividad en Wall Street, haciendo que las acciones muestran fuertes pérdidas a lo largo de la última semana.

De esta manera, el mercado comienza a especular con que las chances de un aterrizaje suave podría no ser alcanzado por parte de la Fed, tomando un mayor protagonismo las chances de un aterrizaje forzoso y de recesión económica.

Con estos datos macroeconómicos, ahora el mercado espera hasta 5 recortes de tasas de la Reserva Federal, cuando hace una semana atrás esperaba solamente dos.

El mercado espera un recorte de 50 puntos básicos en septiembre, otros 50 en noviembre y 25 puntos básicos en diciembre, configurando 125 puntos básicos de recorte, es decir, 5 bajas de tasas en lo que queda de 2024. 

Lunes negro en Japón

La volatilidad también proviene desde el exterior.

Las acciones japonesas se desplomaron el lunes en su mayor caída diaria desde el Lunes Negro de 1987, impulsadas por la caída de la semana pasada en los mercados bursátiles mundiales, las preocupaciones económicas y los temores de que se deshagan las inversiones financiadas por un yen barato.

El índice bursátil japonés, Nikkei N225 cayó un 12,4% debido a que los desalentadores datos de empleo del viernes en EEUU aumentaron las preocupaciones de una posible recesión, y a que el yen subió a máximos de siete meses frente al dólar.

Este fue el peor desempeño del índice en términos porcentuales desde el colapso de octubre de 1987.

Las acciones bancarias de Japón lideraron la caída, que llevó al Nikkei a territorio de mercado bajista dada su caída del 27% desde un máximo del 11 de julio.

Desde el 11 de julio hasta el cierre del lunes de 31.458,42, el Nikkei ha eliminado 113 billones de yenes (u$s 792 millones de dólares) de ese valor de mercado máximo.

El Nikkei perdió 4.451,28 puntos el lunes, su mayor caída diaria en términos de puntos, eclipsando los 3.836,48 puntos que perdió el 20 de octubre de 1987, cuando el desplome bursátil mundial del Lunes Negro golpeó los mercados japoneses.

Adrián Yarde Buller, economista jefe de Facimex Valores, indicó que el dato de desempleo de Estados Unidos gatilló un desarme de posiciones de carry en Yen, amplificando los movimientos.

“Muchos inversores se habían apalancado en yen para comprar acciones norteamericanas, aprovechando las tasas bajas en Japón y un yen que seguía depreciándose. Sin embargo, el viernes se conoció que en julio el desempleo subió al 4,3% en EEUU, desde 4,1% en junio. El dato llevó a la Regla de Sahm, un histórico indicador usado por la Fed para predecir recesiones, a pronosticar que la economía norteamericana está ingresando en recesión o lo hará en algún momento de los próximos 6 meses”, detalló.

Además, agregó que esto se combinó con las recientes subas de tasas del BOJ, haciendo que aumente el costo de fondeo para estos inversores mientras caían las valuaciones de las acciones norteamericanas, motivando un desarme acelerado de estas posiciones apalancadas. 

El ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, dijo que el gobierno estaba monitoreando los mercados con “gran preocupación”.

“Es difícil decir qué está detrás de la caída de las acciones”, dijo Suzuki a los periodistas.

Impacto local

Los bonos argentinos sienten el impacto global y operan con fuertes bajas.

Todos los tramos de la curva argentina retroceden, con mermas de 4% en el GD29 y de 3,2% en el GD30.

En el tramo medio, los Globales a 2035 uy 2038 caen 5,6% y 5,2%, mientras que los bonos a 2041 y 2046 muestran un retroceso de 6% y 5,1% respectivamente. 

Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, indicó que el mercado viene siguiendo de cerca datos globales como la suba de tasas en Japón y un dato de empleo más débil que lo previsto en EEUU.

Esto llevó a los inversores a ponerse en modo risk-off y también al cierre de posiciones dado el efecto negativo sobre el carry trade internacional que tuvo la suba de tasas de Japón.

Según Franco, en este contexto, los activos argentinos, al ser percibidos como de alto riesgo, son naturalmente perjudicados, con caídas de más de 5% de los bonos Globales en la mañana de hoy.

“La presión sobre monedas emergentes, en especial el real brasileño, presionan desde el frente cambiario junto con una soja cuyo precio no detiene su sendero a la baja”, detalló.

De esta manera, el contexto global se torna desafiante para los activos argentinos y para la macro local.

En un escenario de mayor volatilidad, los inversores saltan a activos seguros, como los bonos del tesoro americano.

Por ello mismo, los rendimientos de dichos bonos se desploman.

Asi, el mercado de renta fija global opera también con mayor volatilidad, afectando a la renta fija argentina.

Por su parte, Pedro Siaba Serrate, head de estrategia de PPI, remarcó que los temores sobre una recesión impacta sobre el mundo emergente, incluida la deuda local.

“La baja en la tasa libre de riesgo que estamos percibiendo estos días se basa en un clásico efecto ‘fly to quality’, donde los inversores salen de activos de mayor riesgo a activos seguros. De esta manera, a pesar de la caída en la tasa libre de riesgo, este lunes el índice de deuda emergente en dólares (EMB) abre significativamente a la baja, que ajustando por su mayor beta, explica casi completamente el desplome de los bonos soberanos argentinos”, indicó.

Finalmente, para Yarde Buller, el impacto en Argentina dependerá de lo que haga la Fed, por su efecto sobre los spreads emergentes.

“En la madrugada, los mercados de futuros llegaron a descontar una alta probabilidad de que la Fed recorte tasas en una reunión de emergencia. Si la Fed reacciona a tiempo para amortiguar el impacto, el golpe sobre los spreads emergentes podría quedar contenido”, señaló. 

Los bonos en corrección

Desde los máximos de junio, los Globales operan con fuertes retrocesos. El Global 2029 cae 10%, mientras que los título a 2030 retroceden 14,5%.

En el tramo medio, los bonos a 2035 y 2037 pierden 14% y 16%, mientras que la deuda de mayor plazo baja entre 19% y 16%.

Pese a la baja actual, los analistas se mantienen con cautela sobre la renta fija local.

Pilar Tavella, Directora de Research Macro & Estrategia en Balanz, remarcó que si bien se está dando una caída en los bonos, aun se muestran a la espera de mejores puntos de entrada.

“Creemos que una vez que haya un poco más de visibilidad respecto de la sostenibilidad del esquema cambiario y del programa monetario, en particular cuando se revierta la dinámica de caída de reservas internacionales y se cierre un programa con el FMI, habría espacio para que los bonos en dólares tengan un mejor desempeño, en particular considerando la fuerte consolidación fiscal y el compromiso del gobierno con los pagos”, dijo.

En ese sentido, agregó que “es posible que en el corto plazo sigamos viendo una peor performance de los activos Argentinos en los mercados globales, respecto de otros emergentes comparables”.