Era un día frío y nublado de noviembre cuando un cartero que estaba cubriendo su recorrido habitual fue testigo de una escena desgarradora. Mientras caminaba por la calle Pine hacia el refugio Stray Rescue of St. Louis (SRSL), en Missouri, notó que un automóvil se acercaba a la vereda, reducía la velocidad, empujaba a un animal marrón hacia los arbustos y luego se alejaba.

“El cartero que nos visita cada semana, acababa de presenciar cómo empujaban a esta perrita fuera de un automóvil en la calle de nuestro refugio. La dejaron tirada bajo la llovizna y, sin mirar atrás, se marcharon”, escribieron los voluntarios del refugio en un posteo de Facebook.

Atropellado, con una pata fracturada, estaba frío e inmóvil cuando llegó la ayuda: “Movió la cola y se levantó como pudo”

La pobre perrita no entendía qué pasaba. Confundida y desorientada, quedó en estado de shock mientras observaba cómo el automóvil de la que alguna vez había sido su familia se alejaba en la distancia. Acto seguido se sentó en la vereda que estaba cubierta de hojas y con la cabeza gacha, comenzó a gemir con tristeza y lo suficientemente fuerte como para que los transeúntes la oyeran.

“Sus gemidos nos rompieron el corazón”

De inmediato, personal del refugio fue alertada sobre la perrita abandonada en la calle. En cuestión de minutos, un equipo de Stray Rescue of St. Louis (SRSL) -un refugio en Missouri, Estados Unidos, que rescata animales en situación de riesgo y les da a todos una segunda oportunidad de salud, hogar, compromiso y amor, sin importar el tiempo ni el costo- se dirigió hasta la vereda y encontró a la pobre perra exactamente donde la habían abandonado. “Sus pequeños gemidos cuando nos acercamos a ella nos rompieron el corazón. Estaba sentada llorando, sin saber qué hacer”.

Afortunadamente, el equipo de rescatistas sabía exactamente cómo ayudar. Se acercaron con cuidado a la perrita, a la que luego llamaron Toni, y comenzaron a hablarle con una voz dulce y gentil. Solo les tomó unos segundos conquistarla. A simple vista se la veía en buen estado de salud, sin lesiones o heridas preocupantes. “Nos acercamos a ella y nos dejó ponerle la correa. La llevamos adentro, la secamos con una toalla grande y la acomodamos en un espacio tranquilo para que pudiera descansar”.

“Es muy dulce y divertida”

Toni se adaptó sin mayores inconvenientes a su nuevo lugar en el refugio. Luego de algunas horas de permanecer en vigilia, finalmente se quedó dormida y pudo descansar un poco, algo que necesitaba después de un día difícil y estresante. A los pocos días de su rescate, la personalidad de Toni floreció por completo. Pasó rápidamente de ser una perrita triste y abatida a una cachorrita despreocupada que amaba todo y a todos los que conocía. “Es muy dulce y divertida. Le encanta jugar en el jardín como un cachorro y corretea por todos lados”, contaron los voluntarios.

En las semanas transcurridas desde su rescate en noviembre a la fecha, Toni recibió un certificado de buena salud y fue autorizada para ser transitada o adoptada. Todavía está esperando que la familia perfecta la encuentre, pero mientras tanto, disfruta al máximo de cada día de su nueva vida. Después de ver a la resiliente perrita -a la que le calcularon tan solo un año de edad- superar un evento tan traumático, el personal del refugio confía en que Toni pronto será la incorporación perfecta a una familia amorosa. Hasta entonces, seguirán llenándola de amor y cariño, como siempre se ha merecido.

“Lamentablemente, abandonar perros no es nada nuevo para nosotros. De hecho, es una situación que vemos cada vez con más frecuencia. ¡Pero Toni está sana, feliz y lista para tener una maravillosa familia para siempre que la ame y la mime!”.

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