El Banco Central allana el camino para captar más divisas. La flexibilización de los préstamos en dólares, que ahora no sólo serán para las compañías con ingresos en moneda extranjera (exportadoras), sino para cualquier empresa o persona, apunta a aumentar la oferta de divisas en el mercado oficial de cambios para comprar más y engrosar las reservas.
Los operadores aseguran que la demanda del crédito en dólares, que revivió desde la asunción del presidente Javier Milei y se aceleró a partir del blanqueo en efectivo, es el motor detrás de las compras netas de divisas de más de u$s 3100 millones que acumula el BCRA en lo que va del año, sumado a las liquidaciones de los exportadores.
PPI resalta que, como la normativa para estos nuevos casos exige que los fondos prestados provengan del exterior y no de los depósitos bancarios, por ahora es sólo una posibilidad que las entidades podrían explorar, ya que en lo que va de la gestión de Milei el único banco que colocó una ON en dólar cable fue Galicia, por u$s 325 millones, para comprar HSBC.
“La medida es de suma relevancia en un contexto en el que las compras del BCRA se explican principalmente por flujos financieros. Nos preguntábamos si los dólares del blanqueo alcanzarían para llegar a las elecciones sin sobresaltos y suponíamos que la cosecha gruesa y un eventual acuerdo con el FMI ayudarían, pero comenzaron a asomarse desafíos externos”, afirma.
Bajo riesgo
Para el bróker de bolsa, la búsqueda del BCRA de ampliar la capacidad prestable en dólares no aumenta el riesgo sistémico: los bancos prestarán por fuera de la “pecera del blanqueo”, porque la nueva regulación exige que los depósitos sigan siendo prestados sólo a las empresas que generan divisas, lo que evita descalces de moneda.
“El stock de dólares del blanqueo es finito y fue consumiéndose por los retiros tras la primera etapa, lo que limita el crecimiento de los préstamos. Los depósitos privados en dólares cayeron u$s 4126 millones desde inicios de noviembre, cuando finalizó la primera etapa, pasando del récord de u$s 34.604 millones a u$s 30.478 millones al 18 de febrero”, detalla.
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Claudio Caprarulo, director de Analytica, señala que habrá que esperar el detalle de la reglamentación y qué estrategias adoptan los bancos. Advierte que si las entidades usan los fondos para préstamos en pesos aumentarían el riesgo de descalce de monedas, pero si los usan para créditos en dólares a cualquier empresa y persona el riesgo de descalce pasará a los deudores.
“En el peor de los casos, se generaría un riesgo sistémico en el futuro, como sucedió tras la salida de la convertibilidad. De todas formas, vale aclarar que aún estamos lejos de niveles riesgosos de endeudamiento en dólares y falta ver cómo implementarán estos cambios”, resalta.
De acuerdo con Alejo Costa, líder de investigación y estrategia económica en Max Capital, de todas maneras la expansión del financiamiento en dólares no será muy alta a partir de la flexibilización, ya que el fondeo en dólares por líneas de crédito del exterior o bonos corporativos en dólares representa apenas 1,1% del pasivo de todo el sistema local.
“Lo negativo de estos préstamos suele ser el riesgo a un descalce de moneda por el lado del tomador del crédito (los bancos están limitados). Pero, dado que sólo se expandiría el crédito fondeado con líneas de crédito externas o bonos corporativos, no genera un gran temor. En todo caso, los bancos tendrán que hacer la tarea crediticia correspondiente”, agrega.