Puente en Huaral a punto de colapsar: amenaza la seguridad de los pobladores y el acceso al megapuerto de Chancay

El puente Rojo de Palpa presenta graves daños estructurales, con grietas y un pilar inclinado, poniendo en riesgo a conductores y peatones. Foto: Composición Infobae Perú

El puente Rojo de Palpa, una infraestructura clave que conecta Huaral con Aucallama y permite el tránsito de vehículos hacia Huacho y el megapuerto de Chancay, se encuentra en un estado crítico y al borde del colapso. A diario, agricultores, transportistas y peatones dependen de esta vía, pero su avanzado deterioro la ha convertido en un peligro latente para quienes la cruzan.

Su posible colapso no solo pondría en riesgo la vida de los transeúntes y conductores, sino que también generaría un impacto severo en la economía local. Como única conexión entre Huaral y Aucallama, su cierre dejaría incomunicados a ambos distritos, afectando el transporte de productos agrícolas y dificultando el acceso de vehículos que operan en el puerto de Chancay. Sin una intervención urgente, esta estructura, que alguna vez fue fundamental para la movilidad regional, podría convertirse en el epicentro de una tragedia anunciada.

Puente Palpa podría colapsar en cualquier momento

Las imágenes difundidas por Latina Noticias muestran la preocupante situación del puente. Su estructura metálica está sostenida por los extremos del río Chancay. En el lado norte, no hay riesgos mayores, ya que se realizó el encauce del río, evitando que la fuerza del agua impacte directamente contra la base y los pilares de ese sector.

Sin embargo, en el lado sur, la situación es crítica. El extremo que sostiene la estructura está gravemente dañado, con una enorme grieta que hace que la plataforma metálica tambalee con el paso de los vehículos. Además, el pilar de concreto, que debería soportar el peso del puente, está inclinado, dejando una separación de más de 30 centímetros entre la base y la estructura metálica, lo que la mantiene prácticamente en el aire.

Este puente es transitado no solo por autos menores, sino también por camiones, tráileres y camionetas, aumentando el riesgo de un colapso catastrófico. Además, está ubicado a solo 15 minutos de la zona de Palpa, una comunidad agrícola que depende de esta vía para transportar productos esenciales.

Huecos y grietas agravan el problema

El peligro del puente Rojo de Palpa no se limita a su frágil estructura. La vía presenta grandes huecos y grietas, lo que obliga a los conductores a reducir la velocidad para evitar accidentes. El desgaste del asfalto y la falta de señalización adecuada agravan la situación, convirtiéndolo en un paso peligroso tanto para vehículos como para peatones, quienes temen caer en los agujeros.

A pesar de la evidente amenaza, hasta el momento no se han tomado medidas concretas para su reparación. Los vecinos y transportistas exigen a las autoridades actuar con urgencia antes de que ocurra una tragedia como ocurrió con el puente de Chancay que dejó tres victimas fatales, cerca de 40 heridos y una mujer desaparecida.

Autoridades denuncian falta de atención del gobierno central

El estado crítico de los puentes en la provincia de Huaral ha encendido las alarmas entre las autoridades locales, quienes denuncian la falta de respuesta del gobierno central y del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). A pesar de las advertencias y gestiones realizadas, la infraestructura vial sigue deteriorándose sin soluciones concretas a la vista.

En agosto del año pasado, el alcalde de Huaral, Fernando Cárdenas Sánchez, se reunió con representantes del MTC para informar sobre el riesgo en los puentes Rojo de Palpa y Tambillo. Cárdenas insistió en la urgencia de construir un nuevo Puente Rojo de Palpa, un proyecto que está bajo la responsabilidad del Gobierno Regional de Lima, pero que ha enfrentado trabas burocráticas y observaciones sin resolver. Aunque el ministro de Transportes, Raúl Pérez Reyes, prometió establecer una mesa de trabajo para acelerar el proyecto, hasta la fecha no hay avances visibles.

El alcalde de Aucallama, Edwin Valdivia, y el de Chancay, Juan Álvarez Andrade, han sido enfáticos en sus críticas al MTC y a la empresa concesionaria Norvial por la falta de mantenimiento en la infraestructura vial. Valdivia advirtió que desde el inicio de su gestión en 2023 reportó a la Autoridad Nacional del Agua (ANA) sobre el peligro que representan varios puentes, pero no recibió respuesta.

“Hemos reportado las debilidades de cinco puentes: el de Chancay, que ya tuvo un accidente; el de Huaral, que aún está operativo pero en riesgo; el de Tambillo La Huaca, que ya colapsó; el de Palpa, que está prácticamente caído; y el de Piquío, que desapareció por completo”, detalló Valdivia.