
Con los 69 convencionales constituyentes ya definidos, el gobernador Maximiliano Pullaro inicia esta semana una serie de reuniones con referentes opositores con el objetivo de acordar la fecha de convocatoria de la Convención Constituyente. Si bien el oficialismo apuesta a sesionar entre julio y agosto, tras las elecciones municipales del 29 de junio, los distintos sectores de la oposición insisten en que el proceso reformador se inicie recién en 2026, con mayor previsibilidad política y participación ciudadana.
Desde las primeras horas del lunes, Pullaro se reunirá en la sede rosarina de la Gobernación con Juan Monteverde (Más para Santa Fe), Marcelo Lewandowski (Activemos) y representantes de La Libertad Avanza. En Santa Fe, por la tarde, será el turno del Frente de la Esperanza, encabezado por Alejandra «Locomotora» Oliveras, quien cosechó tres bancas en la Convención y ya adelantó una posición más flexible, incluso favorable a la cláusula de reelección del gobernador.
Las reuniones tienen un objetivo claro: fijar antes de fin de abril la fecha de convocatoria de la Convención. El Ejecutivo busca que se desarrolle entre julio y agosto de este año, aprovechando la ausencia de elecciones nacionales primarias y la ventana previa a los comicios legislativos de octubre. «Queremos terminar el año con una Constitución reformada, la más moderna del país», sostuvo días atrás el senador oficialista Felipe Michlig.
Sin embargo, en la oposición hay resistencia. Monteverde propondrá que el proceso se traslade a 2026, priorizando un año entero de difusión y debate con participación de organizaciones civiles, colegios profesionales y sectores sociales. “Una reforma apurada y unilateral sería un error”, afirman en su espacio. Lewandowski también plantea esa fecha como ideal, aunque admite que el oficialismo “tiene margen” para adelantarla. La Libertad Avanza, en tanto, rechaza de plano cualquier definición «unilateral» y exige que la convocatoria sea después de las legislativas nacionales.
Unidos, la coalición que gobierna la provincia, tendrá 33 convencionales propios, a solo dos de la mayoría necesaria para aprobar los cambios constitucionales. Con este panorama, Pullaro apunta a consolidar un bloque reformador junto al Frente de la Esperanza y otros aliados menores, con quienes ya se teje un entendimiento político de base programática: límites a las reelecciones indefinidas, equilibrio fiscal, eliminación de fueros, transparencia y eficiencia en la gestión.
En este marco, el gobierno provincial comenzó a desplegar una estrategia de construcción de acuerdos «a cielo abierto», donde se buscan puntos de encuentro con diversos sectores para blindar el proceso reformista, y al mismo tiempo preparar el escenario político hacia los próximos desafíos.
Pullaro no solo busca cerrar 2024 con una Constitución reformada, sino también posicionarse con fuerza para dos instancias clave: las elecciones legislativas nacionales de 2025, donde aspira a proyectar a sus principales figuras en las listas al Congreso, y su propia reelección en 2027. Con una mayoría en la Convención al alcance de la mano, y una oposición dividida entre quienes acuerdan y quienes se atrincheran, el gobernador ya imagina un segundo mandato viable. No obstante, algunos aliados internos, en voz baja, no garantizan hoy el voto afirmativo a una cláusula de reelección inmediata, por lo que el escenario aún guarda incertidumbres y negociaciones por venir.
