No es lo mismo viajar en avión solo que acompañado. Tampoco es igual hacer una escala o tener un vuelo directo y, claro, una experiencia de viaje totalmente distinta es volar con un bebé. Sea cual fuere el destino, todos esos tipos de viajero tienen un asiento de avión ideal cuya elección no está relacionada con el precio sino con la experiencia de viaje que se busca y necesita.
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En esa línea, el portal español especializado en viajes, Traveler, elaboró una lista con consejos prácticos para la hora de elegir un asiento de avión. Vale destacar que, en algunos casos, la elección tiene un costo extra, motivo por el cual habrá que contemplar el aspecto monetario antes de tomar una decisión.
La diferenciación en este caso no se hace por costo o clase sino por sector, dado que hay algunos sectores del avión que son más convenientes para cierto tipo de pasajero. Además, es una buena estrategia para poder tener mayor comodidad y disfrute del vuelo, lejos de aquellas cosas que puedan generar una molestia durante la travesía. Más aún si se emprenden viajes de más de diez horas.
Pasajeros de avión que buscan dormir
Los asientos ubicados en la ventanilla así como los que están junto a las salidas de emergencia son los mejores, según la web citada, para los pasajeros que quieren dormir durante sus vuelos. La ventaja del primer grupo es que no irrumpe el paso hacia el pasillo, evitando posibles pedidos de otros pasajeros y, en el segundo, es que hay más espacio para las piernas.
Las desventajas de los ubicados junto a las salidas de emergencia es que requieren una atención mayor en caso de accidentes y que no tienen pantallas multimedia con series, música y películas que ofrecen los aviones de vuelos largos. Un asiento a evitar para este grupo son los que se ubican en las últimas filas de la clase económica, ya que no pueden reclinarse y están junto a las cocinas y baños, por lo que el flujo de gente es mucho más grande.
Pasajeros con escalas
Uno de los problemas principales de algunos viajeros son las ajustadas escalas entre vuelos. En esos casos, el tiempo es crucial, por lo que el rápido descenso del primer avión puede ser determinante para llegar a tiempo al segundo. En ese sentido, los especialistas aconsejan ubicarse cerca de la parte delantera de la cabina o intentar reservar un asiento de pasillo.
En estos casos, lo mejor es evitar las ventanillas o quedar muy lejos de las puertas de salida, ya que eso puede retrasar la salida y perder minutos cruciales para trasladarse hasta la siguiente puerta de embarque, más que nada en aeropuertos grandes y de mucho recorrido entre sectores.
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Pasajeros con miedo a volar
Puede ocurrir que un pasajero sienta ansiedad o hasta miedo a subirse a un avión, pese a que es considerado el medio de transporte más seguro del mundo. En esos casos, expertos señalan que sentarse en la parte central del avión, a la altura de las alas, puede ser una práctica solución para aportar tranquilidad. También recomiendan asientos que den al pasillo.
Acorde a lo que comentan, hay una mayor sensación de estabilidad durante los giros dado que ahí se ubica el punto de equilibrio de casi todas las aeronaves. A su vez, aconsejan buscar asientos cercanos al servicio de a bordo para poder ver al personal trabajar y tenerlos cerca en caso de necesidades. “Es tranquilizador verlos como si nada ocurriera durante turbulencias e incluso podes explicarles que sos un viajero nervioso, para que estén atentos”, explicó Paul Tizzard, coach de aerofobia en LoveFly.
Pasajeros con bebés
Para padres que viajan con sus pequeños, los especialistas señalan que las primeras filas justo detrás de la división entre business y economy o economy y turista son las mejores. El motivo se esconde detrás del espacio extra que hay delante, ideal para poder enganchar un moisés y tener espacio extra para maniobrar ante cualquier necesidad durante el vuelo.
En caso de que esos asientos no estén disponibles (son muy requeridos por otros turistas gracias al espacio extra para las piernas), se aconseja buscar asientos de ventanilla ya sea para llevar al bebé en brazos o bien para colocar un asiento especial para ellos, los cuales suelen poder engancharse únicamente del lado de la ventana.