La muerte del príncipe Karim Al-Hussaini, el Aga Khan IV, dejaba en el aire la incógnita sobre quién sería su sucesor. Padre de cuatro hijos, nunca dejó dicho quién heredaría el título que ostentaba y, por tanto, quién se convertiría en el líder espiritual de los musulmanes ismaelitas nizaríes, una religión que cuenta con cerca de 20 millones de seguidores en todo el mundo.
Una vez que se ha abierto el testamento, se ha conocido que su heredero es su hijo Rahim, de 53 años. La tradición marca que la identidad del nuevo jefe del imanato no puede conocerse hasta la apertura del anterior, quien a su vez nombra a su sucesor a través de sus últimas voluntades.
El elegido es su hijo mayor, fruto de su primer matrimonio, con Sally Croker-Polle, una modelo con quien se casó en 1969 y con quien tuvo otros dos hijos, Hussain y Zahra. Tras la disolución del matrimonio, en 1995, el príncipe volvía a pasar por el altar, esta vez con la princesa Gabrielle, con quien tuvo un hijo, Aly Muhammad.
Si bien la mayor de todos sus vástagos en Zahra, al ser una mujer se descartó que pudiera ser su sucesora. Pese a ello, está muy ligada profesionalmente a esta labor profesional, ya que ejerce como directora del Departamento de Bienestar Social de la Aga Khan Development Network (AKDN), una organización filantrópica que opera alrededor de todo el mundo.
Por su parte, el nuevo líder de los ismaelitas está más centrado en la parte financiera, pues estudió Literatura Comparada en la universidad de Brown y más tarde en la IESE Business School, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra con sede en Barcelona. Tras graduarse comenzó a viajar por todo el mundo para estar al tanto y supervisar las actividades financiadas de la Fundación Aga Khan, presidida por su padre y en la que trabaja la infanta Cristina.
Ahora su trabajo será aún más exigente, pues también tendrá que ponerse al frente tanto de la fundación como de los deberes religiosos de su título, no solo tendrá que gestionar la fortuna heredada de su padre. Ponerle una cifra parece algo complicado y, de hecho, se estima que está valorada en algunos miles de millones de euros.
Vida personal
El nuevo Aga Khan se casó en el año 2012 con Kendra Spears, una socióloga y modelo estadounidense a la que los medios internacionales llamaron “la nueva Cindy Crawford”. Pese a su estatus la boda fue bastante discreta y la pareja solo reunió a sus amigos y familiares más cercanos en el Chateau de Bellerive, en Suiza.
La fiesta llegó unos meses después cuando citaron en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York a sus amigos y rostros tan conocidos como Naomi Campbell o Leonardo DiCaprio, entre otros. En la actualidad están divorciados, aunque comparten la crianza de sus dos hijos, Sara e Iliyan,