El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, se refirió este domingo al incidente ocurrido el fin de semana en la provincia de San Román (Puno), donde fue recibido por un grupo de manifestantes que protestaban en su contra durante la inauguración de un Hospital de la Solidaridad.
Al entregar una losa deportiva en Independencia, el burgomaestre ratificó que, pese a ese recibimiento, volverá a acudir próximamente para inaugurar otro establecimiento. “Tengo el placer de haber inaugurado un hospital en Juliaca, a pesar de que haya gente desadaptada, gente que se va por el odio, que ataca por la espalda. Pero a ‘Porky’ no lo para nadie,” expresó.
López Aliaga agregó que ha perdonado a la manifestante: “A la señora que me tiró sus orines, yo la perdono y rezo por ella para que tenga amor en su alma. (…) El hospital va a curar a muchas personas, quizá a la misma señora que me tiró la orina. Yo me reía porque decía: ‘las que tengo que pasar’. Venir a Juliaca, donde estoy cerca a Lampa, que es familia de toda mi familia materna, estar cerquita y decir: ‘caray, para eso me he metido en política’”.
El alcalde continuó: “¿Qué está primero, el beneficio de toda Juliaca o el grito de ocho o diez personas que te tiran orina? Para mí es un honor y un orgullo. El que ama tiene fuerza, tiene alegría. Me salió una risa espontánea, no le dije nada. Estaba disfrutando el momento porque dentro del hospital tenía una conferencia”, mencionó.
Entre julio de 2022 y enero de 2023, se registraron cerca de 500 manifestaciones en el centro de Lima. En febrero del año pasado, el centro histórico fue declarado “zona intangible” para manifestaciones que pongan en riesgo la seguridad y salud pública, según un acuerdo publicado por el Concejo Municipal. La medida, solicitada por López Aliaga, respondió a las protestas que dejaron 70 fallecidos en el país.
“Algunos me preguntan en Juliaca si debía arrepentirme y yo digo, ¿arrepentirme de qué? Ha venido gente no solo de Juliaca, sino de otras partes, a destrozar Lima. Como alcalde, ¿qué tengo que hacer? Recoger 30 toneladas de escombros por noche. Váyanse a Madrid, a París, a destrozar una ciudad patrimonio de la humanidad, los meten a la cárcel. Aquí hemos sido más bien tolerantes”, dijo.
Finalmente, López Aliaga reafirmó que volvería a viajar a la región sureña, epicentro de las protestas que comenzaron después de la destitución del expresidente Pedro Castillo (2021-2022). “Hay un pedido para hacer un hospital en Puno y voy a ir, no tengo ningún problema. Tendrán que matarme, es la única manera de parar a ‘Porky’. No saben que el amor lleva a la fortaleza, a la alegría, que es la expresión de la fuerza”, apuntó.
Previamente, el alcalde responsabilizó a Verónika Mendoza, lideresa del Nuevo Perú para el Buen Vivir y excandidata presidencial, por los ataques que recibió y afirmó que los implicados, al menos 12, ya habían sido identificados por la seguridad del Estado. En ese momento, además, sugirió que fue alcanzado por otro líquido, como lejía. “En Perú lamentablemente pasa eso, pero tirarle algo a alguien ya es delito. No se puede normalizar”, cuestionó.
López Aliaga, quien enfrenta un proceso de revocatoria, sufrió su peor caída desde que asumió el cargo hace 17 meses, con un 69% de desaprobación, según la última encuesta de Ipsos difundida en junio último, un incremento de 10 puntos. Solo un 25% de los capitalinos aprueba su gestión.