Los principales índices bursátiles de EE.UU. rebotan el martes. La volatilidad baja a niveles de 35 puntos, luego de haber tocado picos de 65 puntos el lunes, siendo su mayor valor desde la pandemia.
Los miembros de la Fed llaman a la calma a los inversores y prometen bajas de tasas para reducir la tensión en los mercados.
Apertura alcista
Las acciones operan al alza en las primeras operaciones antes de la apertura del mercado luego de un lunes negro para las bolsas en las que las acciones cayeron casi 3% y en la que el índice de volatilidad, VIX, tocó el mayor valor desde la pandemia.
El Dow Jones sube 0,66%, mientras que el S&P500 rebota 0,88%. Por su parte, el índice Nasdaq avanza 0,98% el martes.
Japón siguió siendo el epicentro de la volatilidad. El índice Topix subió un 9,3% después de desplomarse un 12% el lunes.
El índice CBOE Volatility .VIX, también conocido como el “indicador del miedo” de Wall Street, se situaba en 31,64 puntos tras alcanzar un máximo de 65,73 el lunes.
Los inversores dejaron de especular con un aterrizaje suave de la economía de EE.UU. y se incrementaron los riesgos de un aterrizaje forzoso, el cual incluye una recesión y caída del empleo.
Esta sospecha se activó luego de los últimos datos del mercado laboral peores de lo esperado.
El desempleo saltó al 4,3% en julio, por encima del 4,1% que esperaba el mercado.
Además, la economía de EE.UU. creó 114.000 puestos laborales, muy debajo de los 176.000 que se esperaba.
Por otro lado, el nivel de actividad del sector manufacturero se desplomó. El PMI manufacturero cayó a 46,8, debajo de los 48,8 que estaba esperando el mercado.
Por otro lado, la suba de tasas de Japón, combinada con la expectativa de baja de tasas de la Fed, y el arrastre de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a la baja, provocaron un desarme de posiciones en yenes que impulsaron a los mercados a la baja.
Según JPMorgan, la desintegración del carry trade en yenes solo se ha completado en un 50%.
Rumbo a una Fed más laxa
Los miembros de la Fed rechazaron el lunes la idea de que los datos de empleo de julio, más débiles de lo esperado, significan que la economía está en caída libre recesiva, pero también advirtieron que la Fed necesitará recortar las tasas para evitar tal resultado.
Mary Daly, presidente de la Fed de San Francisco, dijo que las condiciones no están cayendo de un precipicio, y que el incremento del desempleo no es alarmante por estar siendo motivado por la creciente población económicamente activa.
Hablando más temprano el lunes, el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, advirtió contra tomar demasiado en cuenta la fuerte caída del mercado global, señalando que se debió en parte a la decisión del Banco de Japón la semana pasada de aumentar las tasas, así como al aumento de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente.
“Si los movimientos del mercado nos dan una indicación a largo plazo de que estamos viendo una desaceleración del crecimiento, entonces deberíamos reaccionar a eso”, dijo Goolsbee.
Además agregó que “como se ve que las cifras de empleo son más débiles de lo esperado, pero aún no parecen una recesión, creo que hay que mirar hacia el futuro para ver hacia dónde se dirige la economía (al tomar) las decisiones”.
Los próximos dos eventos relevantes de la Fed serán las minutas de su reunión de la semana pasada, a ser publicadas el 21 de agosto, y la conferencia de Jackson Hole, con el discurso de J. Powell agendado para el 23 de agosto.
Los operadores ven actualmente una probabilidad de alrededor del 79% de un recorte de la tasa de 50 puntos básicos en septiembre, por debajo del 85% del lunes, y esperan que las tasas de fin de año se sitúen entre el 4,25% y el 4,50%, según la herramienta FedWatch de CME.
Las principales casas de bolsa, como J.P. Morgan JPM.N, Citigroup C.N y Wells Fargo WFC.N, han pronosticado un recorte de la tasa de interés de 50 puntos básicos por parte del banco central estadounidense en septiembre después de un informe de empleo sorprendentemente débil para julio.
Los analistas de Delphos Investments agregaron que el fuerte y rápido deterioro de los mercados bursátiles luce exagerado para la dinámica de los fundamentos.
“La economía no está colapsando, y varios bancos centrales relevantes están en un proceso de relajamiento de sus políticas monetarias. Aun así, el ajuste de estos días no dejó valuaciones regaladas, ni fue lo profundo como para reflejar una situación de pánico indiscutible”, dijeron.
Los analistas de Cohen indicaron que, con la Fed con un tono más laxo (dovish) y un mercado laboral que se enfría, las expectativas de recorte de tasas se afianzaron, incluso ganando probabilidad de que sean más agresivos.
Desde Cohen remarcaron que para la reunión de septiembre, la probabilidad de recorte de 25 pb bajó de 90% a 25%, y subió la de una baja de 50 pb a 75%.
“Se espera que estos recortes se repitan en las reuniones de noviembre y diciembre, lo que llevaría la tasa a terminar 2024 en 4,25%. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un notable retroceso en la última semana, con bajas en toda la curva, aunque fue más pronunciada en el tramo corto”, dijeron desde Cohen.
Ante la expectativa de ver una Reserva Federal más laxa, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se desplomaron al comienzo del lunes, acelerando la baja que se evidenció en las últimas semanas.
La tasa a 2 años bajó 52 puntos básicos el lunes, cerrando en 3,87% y acumulando en el último mes una baja de 85 pb.
Más moderada fue la caída de la tasa a 10 años del bono de EEUU, que cedió 41 puntos básicos hasta 3,79%.
Los analistas de PPI agregaron que el mercado cree que Powell dio un paso en falso y que en septiembre deberá enmendar su error.
“El mercado descuenta un recorte de 50 pbs en la tasa de referencia para la próxima reunión y un total de 125 puntos básicos para lo que resta del año. Incluso, se especula con que la Fed organice una reunión de emergencia en los próximos días para bajar la tasa de referencia”, afirmaron.