Reducción del Impuesto PAIS: rebajas aisladas en productos, ¿cuándo se verá el impacto real?

El sueño del Gobierno de que la baja del Impuesto PAIS -del 17,5% al 7,5%– tuviera un impacto inmediato tuvo un efecto particular en la primera semana de implementación. Porque la baja muy lejos estuvo de ser generalizada, pero tampoco se dio de forma “orgánica”, es decir por efecto real de la medida.

En algunas industrias, como la automotriz, hubo compañías como Toyota y Ford que anunciaron una baja en el precio de algunos modelos en particular, una medida que es más un gesto hacia el Gobierno o una cuestión de márketing.

Desde ya, el Gobierno recibe estas acciones con los brazos abiertos, pero donde tiene el foco puesto es en los supermercados. Entiende que suma a la gestión que automotrices u otros rubros anuncien baja en los precios, pero sabe que lo más sensible está en las góndolas.

Por esto, hace algunos días los supermercadistas recibieron un mensaje claro por parte de Economía: “Que se note”, reclamaron los funcionarios en la reunión con la industria.

Lo que se busca es mostrar que la lucha contra la inflación no detiene su marcha, pero para eso precisa hechos concretos.

En los supermercados esto comienza a pasar, aunque con el mismo formato que en el de las automotrices: casos muy puntuales que tienen que ver más con productos muy puntuales y digitados por las empresas. Son una suerte de “bajas testigo”.

Casos puntuales y digitados

En la primera semana del Impuesto PAIS rebajado, por ejemplo, algunas empresas del mundo alimenticio le comunicaron al Gobierno que pondrán a la venta productos muy específicos a precios más bajos.

Este es el caso, por ejemplo, de una cerveza que aparecerá un 5% más barata. Esta reducción, sin embargo, no tiene nada que ver con el efecto de la reducción tributaria. Todo lo que se vende hoy y haya sido importado o tenga algún componente que proviene del exterior, fue comprado con el Impuesto PAIS a 17,5%, por lo que no habría razón real para esperar una caída de precios.

Según pudo saber El Cronista, otras empresas alimenticias también presentarán en los próximos días rebajas, aunque siempre en casos de algún producto muy puntual.

La rebaja de 5% del caso de la empresa de bebidas es una suerte de techo que en el mundo alimenticio le ponen a las expectativas de baja de precios que se podría dar a raíz de la medida oficial respecto del Impuesto PAIS.

Según los cálculos que hace la industria, y dependiendo del grado de componentes importados que tenga cada producto, la reducción en los precios finales se podrá mover entre el 2,5% y el 5% al menos en esta etapa, por lo que el sueño oficial de ver una rebaja importante en las góndolas en general no será tan posible.

“Estamos pensando en bajas puntuales pero querer hacerlo de forma masiva y acorde a la realidad, es imposible porque no dan los números. En algunos productos las bajas se podrán ver más y en otro menos. Pero no hay que caer en la idea de hablar de bajas de precios como algo concreto por el cambio que se implementó”, sostuvo un referente de las alimenticias.

Según las previsiones de la industria, incluso, la unificación de las caídas en los valores en las góndolas recién podría llegar “dentro de 15 o 20 días”, es decir cuando se produzca una renovación más fuerte del stock, y entre en escena la mercadería que sí fue importada con el PAIS al 7,5% y no al 17,5% que regía previo a esta modificación.

De todos modos, siempre habrá que tener en cuenta que la incidencia del tributo no es la misma para todos los productos, por lo que es imposible determinar cifra única y general.

Hasta el momento -y más allá del pedido de “que se note” de la semana pasada- lo cierto es que el Gobierno no se metió en las políticas comerciales de las alimenticias en la semana del debut de la rebaja. Ni hubo llamados a empresas ni pedidos de control a los supermercados para incentivar bajas. Por el momento, para los próximos días tampoco hay previstos encuentros entre industrias y Gobierno.

La necesidad del Gobierno de mostrar mayor proactividad para bajar la inflación tiene que ver con que, el objetivo más próximo es romper la marca de 4%, algo que pensaba alcanzar en agosto, aunque todo indica que no será así, y ahora todo apunta a septiembre.