WASHINGTON.- Los asesores de Donald Trump, tanto en público como en privado, están presentando propuestas para poner fin a la guerra en Ucrania que cederían grandes partes del país a Rusia en el futuro cercano, según un análisis de Reuters de sus declaraciones y entrevistas con varias personas cercanas al presidente electo de Estados Unidos.
Las propuestas de tres asesores clave, incluido el enviado entrante de Trump para Rusia y Ucrania, el teniente general retirado del ejército Keith Kellogg, comparten algunos elementos, entre ellos sacar de la mesa la membresía de Ucrania en la OTAN.
Los asesores de Trump intentarían forzar a Moscú y Kiev a negociar con palos y zanahorias, incluyendo suspender la ayuda militar a Kiev a menos que acepte dialogar, pero aumentar la asistencia si el presidente ruso, Vladimir Putin, se negara.
Trump prometió repetidamente durante su campaña electoral poner fin al conflicto de casi tres años dentro de las 24 horas siguientes a su toma de posesión el 20 de enero, si no antes, pero aún no ha dicho cómo.
Analistas y ex funcionarios de seguridad nacional expresan serias dudas de que Trump pueda cumplir tal promesa debido a la complejidad del conflicto.
Sin embargo, en conjunto, las declaraciones de sus asesores sugieren los contornos potenciales de un plan de paz de Trump.
El jefe de gabinete presidencial de Ucrania, Andri Yermak, inicia este miércoles una visita a Estados Unidos para entablar contactos con el gobierno entrante de Trump, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Andri Sybiha, a periodistas en Bruselas, informó la agencia de noticias Interfax de Ucrania.
“Este contacto a nivel del jefe de la oficina (del presidente) es muy importante para establecer, entre otras cosas, relaciones con representantes del nuevo gobierno”, dijo Sybiha citado por Interfax de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, que enfrenta escasez de mano de obra y crecientes pérdidas territoriales, ha indicado que podría estar abierto a negociaciones. Aunque todavía tiene la intención de unirse a la OTAN, dijo esta semana que Ucrania debe encontrar soluciones diplomáticas para recuperar algunos de sus territorios ocupados.
Pero analistas y ex funcionarios estadounidenses dijeron que Trump podría encontrarse con que Putin no está dispuesto a comprometerse, ya que tiene a los ucranianos a la defensiva y podría tener más que ganar si busca más apropiaciones de tierras.
“Putin no tiene apuro”, dijo Eugene Rumer, ex analista de inteligencia estadounidense sobre Rusia que actualmente trabaja en el centro de estudios Carnegie Endowment for International Peace.
Thanks @SandraSmithFox @AmericaRpts for having me on today. Sandra always gets to the heart of an issue as she did at the close-underestimate President-elect Trump at your peril and never underestimate the United states of America. pic.twitter.com/oV7lJILpWs
— Keith Kellogg (@generalkellogg) December 2, 2024
El líder ruso, dijo, no muestra disposición a abandonar sus condiciones para una tregua y conversaciones, incluyendo el abandono de Ucrania de su participación en la OTAN y la entrega de las cuatro provincias que Putin reclama como parte de Rusia pero que no controla completamente, una demanda rechazada por Kiev.
Rumer dijo que Putin probablemente esperará el momento oportuno, ganará más terreno y esperará a ver qué concesiones, si las hay, puede ofrecer Trump para atraerlo a la mesa de negociaciones.
Reuters informó en mayo que Putin estaba dispuesto a detener la guerra con un alto el fuego negociado que reconociera las líneas de frente actuales, pero que estaba dispuesto a seguir luchando si Kiev y Occidente no respondían.
Rusia ya controla toda Crimea, tras arrebatársela unilateralmente a Ucrania en 2014, y desde entonces ha tomado alrededor del 80% del Donbass (que comprende Donetsk y Luhansk), así como más del 70% de Zaporizhia y Kherson, y pequeñas partes de las regiones de Mykolaiv y Kharkiv.
Más de un plan
Hasta la semana pasada, Trump aún no había convocado a un grupo de trabajo central para elaborar un plan de paz, según cuatro asesores que pidieron el anonimato para describir deliberaciones privadas. En cambio, varios asesores han presentado ideas entre ellos en foros públicos y, en algunos casos, a Trump, dijeron.
En última instancia, un acuerdo de paz probablemente dependerá de un compromiso personal directo entre Trump, Putin y Zelensky, dijeron los asesores.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo que “no es posible comentar declaraciones individuales sin tener una idea del plan en su conjunto”.
La portavoz de Trump, Karoline Leavitt, señaló que Trump ha dicho que “hará lo que sea necesario para restaurar la paz y reconstruir la fuerza y la disuasión estadounidenses en el escenario mundial”.
Un ex funcionario de seguridad nacional de Trump involucrado en la transición dijo que hay tres propuestas principales: la propuesta de Kellogg, una del vicepresidente electo norteamericano, JD Vance, y otra presentada por Richard Grenell, exjefe de inteligencia interino de Trump.
El plan de Kellogg, coescrito con el exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional Fred Fleitz y presentado a Trump a principios de este año, exige congelar las líneas de batalla actuales.
Trump sólo suministraría más armas estadounidenses a Kiev si este país aceptaba entablar conversaciones de paz. Al mismo tiempo, advertiría a Moscú de que aumentaría la ayuda estadounidense a Ucrania si Rusia rechazaba las negociaciones. La adhesión de Ucrania a la OTAN quedaría en suspenso.
A Ucrania también se le ofrecerían garantías de seguridad estadounidenses, que podrían incluir aumentar el suministro de armas después de que se alcance un acuerdo, según esa propuesta.
En una entrevista en junio con Times Radio, una estación digital británica, Sebastian Gorka, uno de los asesores adjuntos entrantes de seguridad nacional de Trump, dijo que Trump le había dicho que obligaría a Putin a negociar amenazándolo con envíos de armas sin precedentes a Ucrania si Putin se negaba.
Gorka, contactado por teléfono, calificó a Reuters de “noticias falsas basura” y se negó a dar más detalles.
Vance, quien como senador estadounidense se ha opuesto a la ayuda a Ucrania, lanzó una idea separada en septiembre.
En declaraciones al podcaster estadounidense Shawn Ryan, dijo que un acuerdo probablemente incluiría una zona desmilitarizada en las líneas del frente existentes que estaría “fuertemente fortificada” para impedir más incursiones rusas. Su propuesta negaría a Kiev la membresía en la OTAN.
Grenell, ex embajador de Trump en Alemania, abogó por la creación de “zonas autónomas” en el este de Ucrania durante una mesa redonda de Bloomberg en julio, pero no dio más detalles. También sugirió que la membresía de Ucrania en la OTAN no era del interés de Estados Unidos.
Grenell, que no respondió a una solicitud de comentarios, aún no ha conseguido un puesto en la nueva administración, aunque Trump todavía lo escucha en asuntos europeos, dijo a Reuters un importante asesor de política exterior de Trump.
Esa persona dijo que Grenell fue una de las pocas personas presentes en una reunión de septiembre en Nueva York entre Trump y Zelensky.
Probable retroceso
Algunos elementos de las propuestas probablemente enfrentarían el rechazo de Zelensky, quien ha hecho de la invitación a la OTAN parte de su propio “Plan de victoria”, y de los aliados europeos y algunos legisladores estadounidenses, dicen analistas y ex funcionarios de seguridad nacional.
La semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania envió una carta a sus homólogos de la OTAN instándolos a emitir una invitación de membresía en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores el martes.
Algunos aliados europeos han expresado su voluntad de aumentar la ayuda a Ucrania y el presidente estadounidense, Joe Biden, sigue enviando armas. Eso podría privar a Trump de cierta influencia para presionar a Kiev a la mesa de negociaciones.
El plan Kellogg, que depende de aumentar la ayuda a Ucrania si Putin no se sienta a la mesa de negociaciones, podría enfrentar una reacción negativa en el Congreso, donde algunos de los aliados más cercanos de Trump se oponen a una ayuda militar adicional para la nación de Europa del Este.
“No creo que nadie tenga un plan realista para poner fin a esto”, dijo Rumer, ex oficial de inteligencia estadounidense.
Agencia Reuters