Soja, petróleo y dólar: el futuro con Trump siembra dudas sobre los commodities

El mercado celebra las oportunidades que empiezan a abrirse para el país en materia de exportación de energía, que impactarán positivamente en la balanza energética por mayor flujo de ingreso de dólares por esa vía. Pero la perspectiva positiva por cantidades no es acompañada en precios, a pesar de las tensiones geopolíticas y conflictos bélicos.

El ingreso de dólares es uno de los principales drivers que sigue de cerca el mercado financiero debido al impacto sobre las reservas del Banco Central, que aún siguen en terreno negativo en términos netos, cuya mejora será crucial para la eventual salida del cepo cambiario y los vencimientos de deuda en moneda extranjera.

Sube el dólar en el mundo y cae en Argentina: cuáles son los riesgos

El Banco Mundial proyecta una caída del 10% para los precios de los commodities entre 2024 y 2026. En 2025 caerían a mínimos en cinco años, producto de un exceso en el stock de petróleo, lo que limitaría los efectos alcistas de los conflictos bélicos. En el caso de los alimentos, las bajas serían de 9% este año y otro 4% el próximo año.

“Se espera que varios países que no son parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo o de sus aliados (OPEP+) aumenten su producción de petróleo en 2025. La propia OPEP+ mantiene una gran capacidad de reserva, con 7 millones de barriles diarios, casi el doble que previo a la pandemia”, destacó en un reciente informe.

Además, los analistas del mercado advierten por el “efecto Trump”. El inminente regreso del republicano a la Casa Blanca y sus políticas proteccionistas y sobre el gasto público terminan fortaleciendo a la moneda estadounidense, lo que impacta de manera negativa sobre las cotizaciones internacionales de las materias primas.

El equipo de research de Adcap mantiene una proyección bajista para el precio internacional del petróleo, a u$s 75 para los próximo tres años,  en un contexto en el que el regreso de Donald Trump puede implicar subas de aranceles a China y conflictos comerciales con Europa, lo que reduciría el PBI mundial y, por consiguiente, la demanda de petróleo. 

Además, de acuerdo con el bróker, no hay buenos augurios sobre la recuperación de la demanda energética en China, a lo que se suma que la OPEP+ decidió posponer el aumento de producción programado para diciembre próximo, lo cual viene postergando desde hace un tiempo debido a los precios bajistas, por lo que no se descartan nuevas prórrogas.

“Entendemos que Trump podría ponerle un piso temporal al crudo si baja cerca de u$s 65 por barril para llenar la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) de Estados Unidos, que fue ampliamente reducida en los últimos años y los demócratas no recuperaron. Eso también nos da un piso de corto plazo para el precio”, sostiene.

Tomás Pallotti, analista de research en Balanz, agrega que el fortalecimiento y las perspectivas para el dólar a nivel global han estado afectado a los precios de los granos y no hay muchas esperanzas de una reversión a corto y mediano plazo. Para el próximo año, los futuros indican una tímida mejora, consecuente a una posible mayor demanda.

Sin embargo, de acuerdo con Pallotti, la perspectiva de mejora en la demanda de granos es producto de los recortes de tasas de interés y está atada a que la situación china no empeore. Esto último, muy ligado a la reacción del país asiático a las políticas comerciales que tomará Trump, sobre las cuales aún faltan muchos detalles.