Con la presencia estelar de Donad Trump y Elon Musk en primera fila, SpaceX completó este martes el lanzamiento al espacio de Starship, la nave más grande del mundo.
Bajo la atenta mirada del consejero delegado de la empresa aeroespacial y el presidente electo de EE.UU., el cohete, el más grande construido hasta la fecha, despegó sobre las 19 hora argentina desde Starbase, la base ubicada en Boca Chica, cerca a la frontera con México.
“La nave espacial lleva aproximadamente 30 minutos de su sexta prueba y todos los sistemas siguen luciendo normales (…) Además, ha encendido con éxito uno de sus motores Raptor mientras estaba en el espacio por primera vez”, destacaron desde la compañía en redes sociales.
Si bien el lanzamiento de la nave fue exitoso, los especialistas de SpaceX no lograron probar el nuevo sistema de aterrizaje del propulsor, por lo que decidieron adoptar el plan B y avanzar con el amerizaje del booster (llamado SuperHeavy).
Se trató de la sexta prueba que realiza el aparato, que según la compañía de Musk, tiene como objetivo “ampliar las capacidades de la nave y los propulsores, y acercarse a la reutilización de todo el sistema en línea”.
El Starship quiere convertirse en el primer servicio privado que llegue a la Luna y Marte, y establezca presencias permanentes y colonias en esos planetas, una visión repetida y considerada viable por el magnate.
El también dueño de Tesla se ha convertido en una figura inseparable de Trump, quien lo ha elegido para estar al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés).
Lo fue durante la campaña a la Presidencia, convirtiéndose en uno de sus principales donantes, y también tras su victoria en las elecciones del pasado 5 de noviembre frente a la demócrata Kamala Harris.
“Buena suerte a Elon Musk y a los grandes patriotas involucrados en este increíble proyecto”, escribió Trump en una publicación la plataforma X minutos antes del lanzamiento.