Los vendedores ambulantes se han vuelto parte del paisaje en los buses y estaciones de Transmilenio, así como los sermones y espectáculos con los que cerca de 20.000 personas se ganan la vida en la capital del país, según datos del Observatorio del Espacio Público.
Un fenómeno que el creador de contenido bogotano conocido en redes sociales como El Cristian González decidió experimentar en carne propia: “Vamos a comprar todo lo que nos ofrezcan en la estación de Transmilenio más grande de toda la ciudad (Ricaurte)”, con todo y que parecía un centro comercial por el volumen de comerciantes que se ubican en el paso subterráneo.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Empezó comprando una melcocha a una mujer que en la entrada vendía dulces artesanales. Siguió con una balaca, en un puesto de accesorios para el cabello, y luego adquirió un soporte en uno de accesorios para celulares. Pero este era solo el inicio, pues más adelante El Cristian González se encontró con lo que parecía ser una fábrica de pines o prendedores, mercancía de la selección Colombia, cucharones de pasta, pomada para el dolor de articulaciones, gelatina de pata y empanada con gaseosa.
En el medio de la estación, incluso, el influencer encontró puestos bien constituidos y cajeros automáticos en los que pudo retirar más dinero para jugar el chance, en el puesto oficial de venta de loterías que se encontraba en la estación.