El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes una orden ejecutiva con la que reactiva su política de “máxima presión” sobre Irán, enfocada en endurecer sanciones económicas y reducir a cero sus exportaciones de petróleo. La medida, que ya se aplicó durante su primer mandato, busca evitar que Teherán desarrolle armas nucleares.
“Es muy simple. Irán no puede tener armas nucleares. No queremos ser duros con Irán. No queremos ser duros con nadie, pero simplemente no pueden obtener armas nucleares”, afirmó Trump desde el Despacho Oval al firmar el decreto.
La orden instruye al Departamento del Tesoro a intensificar las sanciones y aplicar mecanismos para castigar a quienes las incumplan. También exige un plan para frenar la venta de crudo iraní, principal fuente de ingresos de la república islámica.
Estados Unidos se retiró en 2018 del acuerdo nuclear de 2015, que permitió el levantamiento de sanciones internacionales a cambio de restricciones al programa atómico iraní. Trump argumentó entonces que Teherán violaba el pacto y continuaba con el desarrollo de armas nucleares.
Ahora, la administración republicana acusa a su predecesor, Joe Biden, de no haber aplicado con firmeza las sanciones petroleras, lo que, según Trump, fortaleció a Irán al permitirle financiar milicias armadas en Oriente Medio y avanzar en su programa nuclear.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán está enriqueciendo uranio al 60% de pureza, acercándose al 90% requerido para armas nucleares. Por su parte, Teherán negó tener intenciones de fabricar un arma atómica.
En 2023, Irán generó 53.000 millones de dólares en exportaciones de petróleo, cifra similar a la de 2022, según estimaciones de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos. La producción iraní en 2024 alcanzó su nivel más alto desde 2018, de acuerdo con datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que países como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, miembros de la OPEP, tienen capacidad de producción suficiente para compensar una posible caída en las exportaciones iraníes.
Sin embargo, China, principal comprador de petróleo iraní, no reconoce las sanciones de Estados Unidos y estableció un sistema de comercio con Irán basado en el yuan chino, eludiendo el uso del dólar y la supervisión de los reguladores estadounidenses.
Bomba nuclear
Un nuevo informe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos indica que Irán estaría explorando un método más rápido, aunque menos sofisticado, para desarrollar un arma nuclear, lo que reduciría el tiempo necesario para su fabricación de más de un año a solo unos meses, si su liderazgo decide avanzar en esa dirección.
La información, recopilada en los últimos meses de la administración de Joe Biden, fue transmitida al equipo de seguridad nacional de Donald Trump durante la transición de poder.
Según estos reportes, científicos iraníes investigan un procedimiento para convertir su creciente reserva de uranio enriquecido en un arma funcional en un tiempo significativamente menor al previsto anteriormente.
Funcionarios estadounidenses informaron a The New York Times que el líder supremo de Irán, Alí Khamenei, aún no dio la orden de desarrollar un arma nuclear. Sin embargo, la nueva inteligencia sugiere que el régimen iraní evalúa opciones para fortalecer su capacidad de disuasión, especialmente tras el debilitamiento de sus aliados en la región y el fracaso de sus misiles ante defensas de EEUU e Israel.
Este fue el tema central en la reunión del martes entre Trump y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien se convirtió en el primer líder extranjero en visitar la Casa Blanca desde la toma de posesión del republicano hace dos semanas.
Netanyahu consideró en diversas ocasiones la posibilidad de un ataque militar contra instalaciones nucleares iraníes, aunque en el pasado se abstuvo debido a presiones de sus asesores y de Washington.
Funcionarios israelíes y estadounidenses consideran que Irán enfrenta una debilidad sin precedentes, dado que Hamas y Hezbollah, aliados clave de Teherán, perdieron capacidad ofensiva y liderazgo, mientras que el dictador sirio Bashar Al Assad, depuesto recientemente, se refugió en Moscú, eliminando a Siria como una ruta clave para el transporte de armamento iraní.
(Con información de Reuters)