En Washington, hay consenso de que habrá financiamiento de Estados Unidos para Argentina. La gran pregunta es cómo, cuándo y cuánto. En diálogo con El Cronista, Alejandro Werner, quien fuera Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante casi una década, analizó los escenarios que se abren para el gobierno de Javier Milei.
Desde la Universidad de Georgetown, en Washington, el economista y profesor aseguró que se abren dos posibles escenarios para el acuerdo entre Argentina y el FMI, destacó el rol del Gobierno de Estados Unidos en estas negociaciones y anticipó que las elecciones entre Kamala Harris y Donald Trump no tendrán tanto impacto, debido a que hoy la pelota está del lado argentino y en las decisiones que debería tomar el equipo económico.
Dos posibles escenarios
Werner explicó que hay dos posibles escenarios para un nuevo acuerdo con el FMI: “Si Argentina tiene un programa que hace sentido y el FMI coincide, una parte crucial del programa es ir retirando el cepo. Al retirar el cepo te permite que aumente la inversión. Para eso, necesitas más reservas y desembolsos. Si el FMI está convencido de ese programa, debería ir con desembolsos, para permitir a Argentina acumular reservas más rápido, quitar el cepo y que se genere este círculo virtuoso”.
Sin embargo, también hay otro posible escenario: “Si el Gobierno pone un programa que al FMI no le convence, o le convence en un 40%, al final del día entre no tener y tener, va a preferir tener programa, pero que no venga con tantos recursos”.
Para el mexicano, quien fuera subsecretario de Hacienda en México antes de llegar al FMI, los tiempos hoy los marca Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. “Va a depender de qué tan rápido Argentina quiera negociar: si hay una estrategia que lo lleva a tomar decisiones que son buenas o si la perspectiva política domina tanto en toda la política económica que lleve a que el FMI no pueda apoyarlo”, comentó.
Por lo que el acuerdo podría darse este año, como a principios del próximo, como también después de las elecciones argentinas de medio término. “Lo más sensato es que Argentina lo hiciera ahora, pero ahí estarán las trabas políticas y económicas, por lo cual habría que esperar hasta después de las próximas elecciones. Hoy, el Gobierno debería absorber un costo de cambio en políticas y así lograría que el FMI trabaje a marchas forzadas, se movería súper rápido, y lo tendría en el tiempo que Argentina quisiera”.
Cabe aclarar que el actual acuerdo con el FMI de facilidades extendidas que firmó el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, finaliza este año. Más allá de si hay un tercer acuerdo o no, Argentina tiene que empezar a pagar en 2025.
El presupuesto, un tema central
Según Werner, en caso de haber un nuevo programa, será otro de facilidades extendidas, y no un stand by como negoció el ex ministro Nicolás Dujovne. “Con ese programa, se le da más plazo al país para repagar, porque lo que tiene Argentina es que resolver problemas estructurales”, afirmó.
Sobre ese punto, Werner destacó que lo que le falta al programa de Milei es más previsibilidad para el largo plazo. “Milei arregló el problema fiscal con una convicción que nadie planificaba. Pero la corrección se realizó porque no tenía presupuesto y hubo una inflación muy alta. Quiere decir que para el mediano plazo al FMI le gustaría que haya presupuestos aprobados donde la estructura del gasto refleje los ajustes que el sistema político esté dispuesto a soportar para tener equilibrio fiscal”, afirmó el economista.
Por ese motivo, el proyecto de ley de presupuesto se ve con muy buenos ojos, porque plantea una estabilidad fiscal, más allá de la coyuntura. Werner destacó la importancia de que se apruebe el presupuesto: “El FMI quiere ver la sostenibilidad política del ajuste, y saber si el compromiso de la sociedad está ahí. Al final del día lo que quiere ver es que el resultado fiscal que contribuya a la reducción de la deuda sobre el PBI. Un funcionario que aterriza de Washington no puede dar lecciones de lo que es sostenible políticamente. Pero si me decís que esto es políticamente viable, conseguí un apoyo político, lo quiero ver con una votación del 58 a 42, por poner un ejemplo”.
De todos modos, para Werner hoy los puntos “más complicados” entre Argentina y el FMI son el monetario, el cambiario y el cepo. “Hay muy poca claridad en esa parte”, detalló. “El Gobierno empezó con un programa adecuado de alineamiento de precios relativos, ancla fiscal y acumulación de reservas, y ahora migró a uno de estabilización con la brecha como prioridad más allá de la acumulación de reservas. ¿Qué va a pasar en enero? ¿Vuelven a cambiar las prioridades? ¿No acumular reservas te permite salir del cepo?”, fueron todas preguntas que se formulaba Werner desde una de las aulas universitarias.
Sobre el cepo, detalló que si la brecha se cierra artificialmente vía intervención, no da la señal de que es buen momento de bajar el cepo, ni da certidumbre de qué va a pasar cuando se salga del cepo. “Cerrar la brecha ayuda a bajar la inflación, creo que es atacar consecuencias y no causas, si cuando saco el cepo no tengo elementos creíbles para sostener el tipo de cambio, va a tener movimientos más volátiles”, anticipó.
Rol clave de Estados Unidos
Cuál es la injerencia de Estados Unidos en el FMI es una consulta recurrente que recibe Werner, siendo que cuando él estaba en el Fondo, el organismo le dio a la Argentina el mayor préstamo de la historia a un país, en un momento donde gobernaban Donald Trump y Mauricio Macri.
Sobre este punto, Werner comentó: “En el programa de Macri trabajamos con total libertad, pero sabiendo que tenía apoyo de los principales accionistas del FMI. Es muy difícil en una institución burocrática y rígida decir que vas a ser creativo. Si hay apoyo en todas las instancias, hay mayor flexibilidad. No es que con Macri hubo una instrucción de Estados Unidos para implementar, pero sí había esa sensación en la institución de que había apoyo de los accionistas”.
De cara a la negociación que viene, opinó: “Creo que ahora es más difícil porque es el tercer intento en poco tiempo, pero esa es la razón de existir del FMI, ayudar a sus miembros a transitar estos periodos. Retirarse y dejar una economía del G20 que necesita apoyo del FMI, yo no lo veo. Y en un mundo que se vuelve más bipolar, con instituciones financieras internacionales que se crean en Oriente, es importante que la comunidad internacional diga que lo que nosotros armamos es útil. Si Argentina viene con un proyecto que tiene bastantes coincidencias con el Fondo, va a tener el apoyo de los accionistas”.
Kamala o Trump: cómo impacta en Argentina
Consultado sobre cómo podría impactar en el país si gana la demócrata Kamala Harris o si Trump vuelve al poder, Werner consideró que no supondrá grandes modificaciones.
“La importancia de cada partido es menor a lo que la prensa hace ver. Argentina lo que va a necesitar es apoyo de la comunidad internacional para su programa económico y apoyo financiero. Si tiene un programa económico coherente, de veras va a firmar un programa con el Fondo y tener recursos adicionales”, afirmó Werner.
Para el economista, para ambos candidatos el tema principal vinculado a América Latina es la migración y China. “Y en los dos la administración Harris y Trump se van a parecer”, afirmó.
De todos modos, resaltó: “Con mayor afinidad y alineamiento político con Trump, el Gobierno puede empujar más. Si era u$s 10 mil millones podría ser u$s 15 mil millones. Pero también Trump podría haber hecho lo mismo con Alberto Fernández, porque la pregunta es: ¿Quiero que se vayan con los chinos? El razonamiento es, ya les invertí u$s 44 mil millones. Lo más tonto sería no rentabilizar la inversión. Veo menos diferencias de lo que parece. Hay diferencias en tiempo y en qué tan rápido se mueve, y un poquito en órdenes de magnitud, pero no creo que sean más grandes”.