Un gendarme argentino fue detenido y secuestrado en Venezuela por el gobierno de Nicolás Maduro.
Según confirmaron desde el Gobierno a El Cronista, se trata de Nahuel Agustín Gallo, oriundo de la provincia de Catamarca, quien había viajado el viernes pasado a Caracas para visitar a su mujer y a su hija, y fue detenido por las fuerzas de seguridad chavistas. El gendarme, que vive en Colombia, había sido designado a una misión en ese país.
En ese sentido, desde Casa Rosada indicaron que Gallo fue detenido en el Aeropuerto de San Cristóbal, cerca del estado de Táchira.
Asimismo, quedó incomunicado luego de los efectivos venezolanos le secuestraran su teléfono celular y se lo llevaran en una camioneta. Hasta el momento, se desconoce su paradero.
Al respecto, la Gendarmería informó la captura del efectivo de la fuerza el martes 10 de diciembre al Ministerio de Seguridad, pero la noticia trascendió este viernes.
“Lo detuvieron diciendo que es espía. Es una locura. Apenas nos comunicó la situación Gendarmería el martes al mediodía, avisamos para que estén llevando el tema”, explicaron fuentes de la cartera que encabeza Patricia Bullrich a este medio.
Esta situación escala el conflicto entre el Gobierno de Javier Milei y Venezuela. Unas semanas atrás, la Cancillería argentina había condenado los recientes hostigamientos a su Embajada en Caracas, exigiendo al régimen los “salvoconductos necesarios” para los asilados.
Hasta ahora, son seis miembros de la oposición venezolana quienes se encuentran asilados en la embajada, actualmente protegida por Brasil. Ellos son Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Mottola y Magalí Meda.
“Los asilados están sometidos a cortes de agua, interrupción de la electricidad, restricciones en el ingreso de alimentos y la constante presencia de fuerzas de seguridad en los alrededores de la sede diplomática”, denunció este jueves el canciller Gerardo Werthein ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
En esa línea, el diplomático acusó al régimen de Maduro de aplicar “una estrategia de desgaste físico y terror psicológico” a los asilados.
El reclamo de Argentina estuvo respaldado en un comunicado conjunto por Canadá, Chile, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.