Un importante distrito bonaerense aceleró su decisión para regularizar el comercio callejero informal y anunció que cederá locales, galerías y paseos de compras
de propiedad municipal que fueron equipados con comodidades y servicios como wifi gratuito para que pueda comerciarse y hacer transacciones electrónicas.
Se trata de un plan implementado por el intendente de La Plata, Julio Alak, y que recibió la adhesión de la mayoría de quienes trabajan informalmente desde hace décadas en las principales arterias céntricas de la capital provincial. Los últimos en sumarse a la iniciativa fueron los integrantes de la comunidad senegalesa.
Según afirman desde esa gestión kirchnerista, son más de 900 las personas reubicadas a las que también les ofrecieron, a título gratuito, cursos de capacitación en oficios o sumarse a cooperativas de barrido.
Un relevamiento realizado por el municipio afirma que un gran porcentaje de estos puesteros vende ropa usada, mientras que, por otro lado, está la venta de indumentaria nueva de imitación. También están los que se dedican a rubros como los accesorios, tecnología y calzado.
En cuanto a la venta de alimentos, la oferta es de frutas y verduras; procesados: sanguches, empanadas, tartas, ensaladas de fruta y otros; y fraccionamiento de productos como cereales y galletitas.
“De quedar algunos vendedores sin adherir al programa de relocalización, se les solicitará que lo hagan antes del lunes 30 de septiembre, luego de lo cual se procederá a evitar que vuelvan a armar sus puestos en la vía pública”, advirtió el municipio, aunque se descartó el uso de la fuerza.