La muerte es uno de los mayores enigmas, como también una realidad implacable, aunque se pueda tratar de vivir de espaldas a su existencia. Desafortunadamente, hay quienes han de acompañar a seres queridos en el proceso y han conocido el final a través de ellos. Otros tienen como profesión servir y ayudar a quienes pasan por sus últimos días y conviven con aquellos que pronto no estarán, tarea necesaria y encomiable.
Julie McFadden es enfermera de cuidados paliativos en un hospital en Los Ángeles. Escritora también y muy activa en redes sociales, realiza una labor pedagógica sobre experiencias de su día a día. En un reciente vídeo ha hablado de una situación que conoce de primera mano, como es la cara, la expresión de alguien momentos antes de fallecer o, como ella lo llama, “la fase activa” hacia la muerte.
En su exposición, la sanitaria no se dirige tanto al grueso de sus seguidores como a quienes se hayan enfrentado o vayan a enfrentarse a esa situación de estar junto a una persona en su último aliento.
La fase activa de morir
“La fase activa de morir es la última etapa de la vida -comienza McFadden-, y la mayoría de las personas no sabe cómo se ve. Por eso, cuando lo presencian por primera vez, especialmente si se trata de un ser querido, puede resultar realmente aterrador. Pueden llegar a pensar que su ser querido está sufriendo debido a su aspecto, a cómo respira o a la expresión de su rostro”.
La enfermera ejemplifica con un vídeo enviado por un seguidor, “no de un paciente” suyo, que puede mostrar con permiso. Son imágenes sensibles y ella misma lo advierte. “Creo firmemente que debemos empezar a mostrar estas cosas para reducir el miedo alrededor del final de la vida, ayudando así a las personas a estar más preparadas cuando sus seres queridos lleguen a ese momento. Esto les permitirá estar presentes en lugar de sentirse aterrorizados”, justifica.
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El momento de la muerte
Una vez muestra esas imágenes, explica: “Sus ojos y boca están abiertos y no hacen contacto visual. Es como si estuviera despierta, pero ‘no hay nadie en casa’, porque está completamente inconsciente. En realidad, cerrar los ojos y mantenerlos cerrados, o parpadear, requiere muchos músculos. También se necesitan muchos músculos para mantener la mandíbula cerrada”.
“Cuando alguien está al final de su vida -continúa-, esos músculos se relajan completamente. Por eso, ya no hay tensión en la mandíbula ni en los párpados. Todo queda relajado y abierto. A veces se pueden ver lágrimas en los ojos. Esto no significa que estén tristes, sino que los ojos están protegiéndose creando una capa de humedad porque están abiertos”.
Sobre el sonido, McFadden concreta que “los ruidos que escuchas son, en su mayoría, el concentrador de oxígeno, que emite un zumbido de fondo, y el llamado ‘estertor de muerte’ o secreciones terminales, que es su nombre técnico”. “Nuestro cuerpo -puntualiza- hace cosas asombrosas durante el día, como producir saliva para mantener la boca húmeda, y automáticamente la tragamos constantemente”.
“Limpio, seguro y cómodo”
Otra señal que puede alarmar a quien esté acompañando es que “su lengua parece sobresalir con cada respiración”. “Esto es normal -aclara-. Los cambios en la respiración son esperados y forman parte del proceso. Hay una respuesta metabólica en el cuerpo que provoca estos cambios al apagarse”.
¿Cómo saber si están cómodos o sufriendo? Te lo explico, se propone la enfermera: “Sabemos que están cómodos porque un cuerpo en proceso de morir es como un bebé. Un bebé no puede decirnos qué le pasa, pero si llora, está inquieto o agitado, sabemos que algo anda mal. Un cuerpo al final de la vida haría lo mismo si algo estuviera mal y mostraría inquietud, agitación, ceño fruncido o haría sonidos”.
Sólo cabe hacerse una pregunta, valora McFadden, y es si “están limpios, seguros y cómodos”. “Si la respuesta es sí -zanja-, simplemente acompaña a tu ser querido”. Y termina: “Pasará por todos estos cambios. Es difícil de ver, especialmente si se trata de alguien que amas. Pero, por favor, recuerda que es un momento sagrado. Acompaña a tu ser querido, asegúrate de que esté limpio, seguro y cómodo”.