¿Cuántas veces has subido a un autobús y el aparato de validar estaba estropeado? Si te ha pasado en alguna ocasión, casi seguro que te sentaste sin clicar tu tarjeta. Los controles aleatorios en el transporte son impredecibles y en el caso de que el fallo sea de la máquina, quieres creer que los revisores tendrán compasión con la situación. Una pasajera no tuvo la misma suerte y fue multada con 45 euros.
Lo que parecía ser un trayecto más en autobús se convirtió en una experiencia desagradable para una pasajera que subió al transporte público confiando en validar su boleto como de costumbre. Sin embargo, al acercar el billete al aparato destinado a su validación, este no funcionó. La mujer intentó en varias ocasiones completar el proceso, pero el sistema seguía sin funcionar. La ciudad en la que le ocurrió es Tolón, situada en el sur de Francia. Allí los aparatos de validación se encuentran en el exterior del autobús, es decir, en las paradas.
A pesar de sus intentos y de avisar al conductor sobre el problema, la situación no tuvo solución inmediata. Cuando el autobús llegó a una de sus paradas, los supervisores del servicio de transporte público subieron al vehículo para realizar controles rutinarios. Al comprobar que la mujer no había validado su billete, decidieron imponerle una multa, alegando que había incumplido las normas.
La pasajera, muy cabreada, explicó que no fue posible validar el boleto debido al fallo técnico del dispositivo, pero su argumento no fue considerado suficiente para evitar la sanción. No le ofrecieron ninguna alternativa para cumplir con su disposición a pagar el viaje. “Uno de ellos me tomó del brazo y me dijo que era inútil, que me iban a multar”, relató la joven al medio local La Dépêche. Amandine, que se dirigía a la Cruz Roja para sus estudios, optó por pagar los 45 euros en el acto, aunque lo consideró profundamente injusto.
Un problema recurrente
No es la primera vez que se denuncian problemas relacionados con la validación de billetes en el transporte público. Usuarios en varias ciudades han reportado incidentes similares, donde un fallo en los dispositivos electrónicos termina afectando a los pasajeros, quienes deben asumir la carga de corroborar que intentaron validar su tarjeta.
En algunos casos, los usuarios han logrado evitar las multas mediante recursos administrativos o reclamaciones posteriores, pero el proceso suele ser engorroso y hace que los afectados pierdan las ganas de querer recuperar el dinero de las sanciones. En muchas ocasiones se prefiere pagar las multas a intentar alegar que has intentado validar la tarjeta.
Amandine, molesta por lo sucedido, compartió su experiencia en redes sociales, donde generó indignación entre otros usuarios del transporte público. Muchos apoyaron su reclamo, resaltando que los pasajeros no deberían pagar las consecuencias de los fallos técnicos.
Por su parte, la empresa de transporte francesa Mistral ha señalado que un 10% de los validadores de sus autobuses son reemplazados mensualmente debido a problemas técnicos, atribuidos en parte a las vibraciones de los vehículos. Sin embargo, el operador descartó devolver la multa a Amandine u ofrecerle alguna compensación.