
Las más recientes operaciones en el suroriente del país han dejado al descubierto tensiones internas en las disidencias de las Farc dirigidas por alias Iván Mordisco.
Un informe elaborado por inteligencia militar da cuenta de desacuerdos y enfrentamientos dentro del autodenominado Estado Mayor Central, liderado por Néstor Gregorio Vera Fernández.
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El documento, al que tuvo acceso la Revista Semana, menciona que varios mandos medios están en desacuerdo con las decisiones del cabecilla.
La información señala que “existen serias fracturas y divisiones al interior de las diferentes estructuras del autodenominado Estado Mayor Central”, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre dentro de la organización.
Entre los nombres que aparecen en el informe se encuentran alias Alonso 40 (o Alonso 45), jefe de la estructura Carolina Ramírez, junto a otros actores relevantes como alias Jhonier Boyacá, Indio Yoga y Negro Primo. Todos ellos habrían expresado su inconformidad por distintas situaciones que se han presentado en los últimos días. De hecho, el reporte subraya que “una serie de hechos que se han venido presentando lo estarían poniendo en serios aprietos”.
Entre las razones que habrían contribuido a la ruptura figuran operaciones militares que han afectado de forma directa a las redes de apoyo de la organización.
“Es así como ha ocurrido en los últimos días en donde en varias acciones ofensivas varias estructuras del Estado Mayor Central han sido seriamente golpeadas tanto en sus redes logísticas como en las armadas”, indica el informe.
Uno de los episodios más sensibles fue la muerte de alias Paisa Duber, quien, de acuerdo con las autoridades, tenía una trayectoria de más de ocho años participando en actos como homicidios, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores.
También se destaca la operación en Araracuara, donde murieron quince integrantes del grupo en la zona entre Caquetá y Amazonas. “Uno de los golpes más fuertes que han sufrido fue la muerte de alias Paisa Duber”, precisa el documento.
Las divisiones han generado alarma entre algunos jefes intermedios, quienes estarían evaluando alternativas para apartarse del conflicto. La posibilidad de iniciar negociaciones de paz o acogerse a un eventual proceso de sometimiento cobra fuerza entre los sectores inconformes.
“La posibilidad de iniciar ya sea unos diálogos de paz que les permita estar a salvo o algún acuerdo de sometimiento que les brinde ciertas condiciones de seguridad y tranquilidad” está sobre la mesa, según revela el documento.
También se conoció que personas vinculadas a la red de alias Alonso 40 estarían identificando ubicaciones clave de su propia organización para compartir esa información con las autoridades. Se trataría de depósitos, laboratorios y campamentos, usando a la población civil como medio de transmisión de datos.
En cuanto al trasfondo de la disputa, se menciona el uso de los recursos provenientes del narcotráfico. “Las ganancias estarían siendo destinadas para el sostenimiento de la guerra que Iván Mordisco mantiene en contra de alias Calarcá”, lo que ha generado “varias afectaciones, temor en las filas, así como divisiones y rupturas”.
Iván Mordisco aún cuenta con el respaldo de alias Ferney Polo y Curubú, responsables de las finanzas ilegales. A pesar de ello, el informe concluye que “este hecho deja en evidencia unas muy marcadas rupturas y una serie de desacuerdos internos entre quienes quieren buscar una salida negociada o un sometimiento, y entre los que desean continuar en la guerra”.